26 de abril de 2010

Feria de abril: Juli, Manzanares y poco más

Sevilla se nos ha ido ante la frustración y la impotencia de público y afición. Supongo que de la empresa también. Como la preocupación de otros empresarios ante la pobreza exhibida por el escalafón y los titubeos de muchos ganaderos para asirse a la diplomacia y no decir lo que piensan sobre sus toros lidiados para no molestar a la figura o figurita que al fin y a la postre es quien los demanda y por lo tanto su cliente en una clara perversión de las leyes del mercado de cualquier actividad, y asumir que son “los malos de la película” con tal de seguir vendiendo.

Farolillos deja los dos mismos nombres que la pre feria: Juli y Manzanares.
La semana se salda con las cuatro orejas que sumaron ambos la tarde del martes, y las vueltas al ruedo de El Cid y Rubén Pinar.
Han sido, hasta la miurada de hoy, 36 toros, en esta semana, más sus correspondientes sobreros. Cierto es que no ha habido una corrida, por así decirlo, para destacar como completa pero si los seis de Fuente Ymbro, con sus matices diferenciadores, fueron posibles para cortarles oreja, han salido toros bravos de Torrealta, Puerto de San Lorenzo y al menos el 5º de Fuente Ymbro, cuando no el tercero, también. Y mucho toro medio, entre noble y mansito, dejando estar, manejables.
Promediando al menos dos, mínimo, cada tarde. Quince animales debieron ir al desolladero, por lo menos, con un despojo menos. No es mal porcentaje, pero el toro siempre tendrá la culpa. Para sus criadores también, leotarderos al servicio de los toreros. ¿Volvemos a la época del “ganaderos” por ganadero? Ahora se les llamaría “ganaeuros”. Hablen ¡coño!, hablen.

Discurría la semana sin mayores alicientes que esperar alguna tarde en la Maestranza sevillana en que la feria rompiera (aunque fuera en esa segunda parte de farolillos confeccionado con la calculadora y dicen que el “autor intelectual” fue el Jefe de taquillas) ante la casi nada que supone reducir su balance artístico a 5 orejas de El juli, 3 de Manzanares, 1 de Castella, 1 de Oliva Soto. Estadística estabulada el pasado martes. Inamovible antes de los “miuras”.

Pues lo que “no pue ser no pue ser y además es imposible”.
Tan solo la actuación del joven Rubén Pinar, que precipitado con la espada, cambió la oreja por la vuelta al ruedo.
La que dio El Cid, merced al cariño de Sevilla, que otras tardes le negó, no es que sea una mentira piadosa, es que sigue dejando muchas dudas.

A partir de ahí, ni Ponce mantuvo, como otras veces, el tipo ni la serenidad ante la adversidad, ni Talavante terminó de disparar en una arara y confusa corrida de El Puerto, como Castella el domingo, a pesar de su oreja. Tan solo Morante, con un esfuerzo importante como corresponde a aquellos que se sienten figuras, puede refugiarse en el infortunio de unos lotes, eso sí, matizando a contra estilo. A buen entendedor……Y Cayetano, que, a mi entender, y visto lo visto en la feria, cumplió con dignidad. Posiblemente insuficiente para lo que de el se espera, según lo que él y su entorno aspira.

Aparicio en Aparicio, para lo bueno, y para irse de vacío con dos “jandillas” posibles. Lo mismo que Curro Díaz y Tejela con los de Alcurrucén. Y de los “mediáticos” más de lo mismo, igual que Fandi, con varios ejemplares de Torrestrella asequibles.

Perera y Luque siguen dando bandazos a las puertas de San Isidro. Lo que se anunció como un mano a mano, fue una vez más una corrida de dos toreros, que además llegaban a la baja, incapaces de resolver en las nobles quince o veinte arrancadas de los dos primeros pastueños Fuente Ymbro. Aguantar los problemas de la casta del tercero y la bravura del quinto Perera; otrora adalid de la quietud y el valor escalofriante. Y Luque hundirse en sus dos últimos…….como le ocurriera con la nobleza del Jandilla la tarde en que Juli y Manzanares le dijeron, con los trastos toricidas, eso de: “vísteme despacio que tengo prisa”, o “cuando seas padre comerás huevos”.

Del preámbulo poco más o menos.

Tras la tempestad del “tsunami Juli”, la calma. A los chaparrones casi continuos, piedra incluida, del viernes de preferia, las nubes sujetaron agua en el cielo gris durante la corrida del sábado.
El agua había caído en la dehesa de Gavira sobre la casta y bravura de sus ejemplares mandados a Sevilla.
Altos de agujas, regordíos y desiguales de cabeza resultaron mansos. En diferente grado, intensidad y manejabilidad, por que todos los toros tienen su lidia y los mansos también.
El lote de Morante dio menos opciones por brusco el primero y sin ritmo ni fondo el cuarto. El torero se puso, o hizo, breve y poco más.
Los otros cuatro aquerenciados y huidizos tuvieron distinto trato.
De actitud, recursos y buena mano izquierda de Talavante, que de no pinchar su lote podría haber cortado oreja en cada uno, y el estar por allí ante un desesperante tercero escupiéndose de la muleta todo el rato y un sexto parecido de Luque.
Pero Luque en distancias que no sean cortas o animales que le dejen sus cambios de mano etc. está muy limitado de armas veteranas para sobresalir sobre la mala condición de sus toros y así simplemente empatar…a cero, naturalmente.
Por lo demás semana más mediocre que discreta. De toros, que siempre tienen la culpa y sobre todo de toreros.

Antes, los Victorinos en fase Juan Pedro, de casi todo. Ferrera se tapó con las banderillas. El Cid, no estuvo, hace tiempo que no está, y cada vez se le espera menos, Sevilla incluida. Y Jiménez, simplemente ni se puso.
Los Palha, malos. Y mal presentada la corrida. Serafin Marín por allí anduvó. Iván Fandiño como queriendo, y casi siempre fue verdad, y Arturo Macías, quiso tan de verdad, siempre, que ¡al hule! La verdad no está reñida con los conocimientos. Van dos en dos ferias.
Los del Torreón: Embastecidos. Por ello era corrida telonera y no la quisieron las figuras. Antonio Barrera en dolorosísimas circunstancia, la mala suerte se cebó con él. Hubo dos toros buenos, y dos de lo que se llama “medio toro”.Y dos toreros de cuarto y mitad de ambición. En diferentes grados. Luis Bolívar, se dejó los platos en la mesa. Salvador Cortés, a dieta blanda, se conformó con el postre y el café. El lunes. Urdiales se puso, casi todo el rato, faltó el casi. A Nazaré las dificultades le superaron.
Lidiaron la muy seria y astifina corrida del Conde de la Maza: hubo dos toros posibles. Y posible alguno más.

Cuando esta feria, importante, se cierra con mucha preocupación del momento que atraviesa el escalafón llega la noticia escalofriante de la cogida de José Tomás en Aguascalientes, Mexico. La sangre de los toreros siempre está al quite cuando la Fiesta se tambalea. Un torero, una máxima figura, ofrece, generoso, su vida, para que la Fiesta perviva en su esencia: la suerte o la muerte.

19 de abril de 2010

El Juli y "la camarilla policial"

Toros y política se prestan a intercambiar y compartir sensaciones. Para bien y para mal. Es bueno que “los toros” sean vehículo semántico por la riqueza de su lenguaje para definir castizamente situaciones de la política y circunstancias puntuales de la sociedad. “Los toros” laten permanentemente en el subconsciente del ciudadano. Es nocivo en cuanto que la política es asunto desprestigiado por méritos propios.

En los últimos días hemos padecido dos debates frentistas: las palabras de Álvarez Cascos sobre las camarillas policiales y el affaire Garzón, presunto prevaricador, con sus plataformas de apoyo y la exhumación del franquismo y la conspiración judeo-masónica.

Y en esto, la Feria de Abril, Sevilla, La Maestranza y El Juli que con su rotunda actuación de figurón del toreo ha reventado la feria y dinamitado la polémica, segura, si no hubiera podido abrir la Puerta del Príncipe. En cuanto su segundo toro no hubiera tenido el mínimo fondo, la espada no hubiera ido tan certera, o el no hubiese sacado la raza de los ganadores natos.

Todo porque el presidente del festejo se negó a conceder las dos orejas del primer toro que hubieran posibilitado entreabrir la Puerta del Príncipe sin la agonía y la tensión posterior. Esas dos orejas eran de manual, para todo el mundo, menos par el sr. presidente. La prueba es que tras la bronca, en situaciones similares, siempre hay algún grupito de hooligans que le desagravia con sus palmas (de ahí el palabro “palmeros”). En esta ocasión nadie se hizo presente.

Sí ha habido apoyos a tal actuación y actitud en un grupo (parco en número, pero bullidor en la “nomenclatura”) de resistencia “sevillí”. Cruzada liderada por alguna prensa local y aficionados no menos domésticos.

Todos, juntos y revueltos, son los mismos que no objetaron de la oreja concedida a la esperanza blanca de la sevillanía, Oliva Soto, y hubieran estados complacidos, de matar a su segundo animal, que, como se palpaba en el ambiente, hubiera conseguido la anhelada P.P. Pero flaco favor le han hecho. Tras el contencioso del despojo no concedido a Juli se devalúa no el legitimo triunfo del sevillano pero sí su cuenta de resultados, pues, comparadas, la de Oliva Soto es de “tómbola”. Otro tanto con las cuatro orejas del no menos sevillano Diego Ventura.

Por cierto que el festejo de marras referido (Oliva Soto) fue presidido por el mismo “madero”.

Se da la circunstancia que este hombre ya fue durante un largo período presidente de corridas en Sevilla y fue desterrado a “la nevera” (argot futbolístico con el que se define el castigo a la incompetencia de los árbitros) o inhabilitado como tal apartándole de la carrera “palquista”. Se colige que los internados no reinsertan a los contumaces patológicos y sí crean vicios mayores sobre los cimientos de la revancha y el resentimiento. Rehabilitarlos, sin cumplir condena, es una irresponsabilidad por muchas presiones que se ejerzan.

Desde tiempo inmemorial se lucha por que la corrida de toros no sea dirigida ni interpretada, menos juzgada, por un “madero”. Desde hace menos, los toros están bajo la dictadura de una “camarilla policial” (toda generalización acarrea injusticia) que pretende, además de un protagonismo, hacer de justiciero garzoniano arrogándose la potestad de ser el héroe salvador del prestigio de tal o cual coso. Y se incurre en la prevaricación; más si, como el caso, se es funcionario público.

Todo esto sucede tras otra ¿oreja? concedida a Morante el domingo de Resurrección. Morante pudiera ser el estandarte y bandera de esta pretendida república independiente de la sevillanía taurina y su protección el objetivo de los rectores y sindicatos de lo “sevillí”.

En la vida todo tiene un porqué. Espurio o no. O esto o que detrás están las “viudas” de José Tomás, o los enemigos irreconciliables de la sempiterna empresa (“los Pagés”), cuanto peor mejor, o de todo un poco.

El Juli, puso a cada uno en su sitio. A los presuntos corruptos taurinos, también. Y el martes, más madera. El Juli a revalidar su triunfo y el “poltronero”… ¿qué sabe nadie?

11 de abril de 2010

Las Ventas... BIE (Bien de Interés Económico)

Días pasados en el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid el portavoz González tuvo a bien declarar La Fiesta de los Toros como BIC (bien de interés cultural).

Mejor la hubieran declarado, en Madrid, en Las Ventas, por supuesto, BIE (bien de interés económico) teniendo en cuenta los 1.000 millones de pesetas que supone el canon de explotación. Nunca un verbo estuvo mejor empleado.

Fuera a parte. Dicha declaración conlleva muchas obligaciones además de no succionar abusivamente los recursos de defensa de costos y lucro de cada festejo.
Y no nos olvidemos: de esos lodos estos barros de feria de San Isidro conocida y acartelada; ni más ni menos, igualita, en su bajo perfil, ¡vaya ejemplo!, que el festejo conmemorativo del día de la Comunidad. Apuestas: media plaza, entradas regaladas incluidas.

Inherente a la declaración, que pretende blindar la Fiesta de cualquier aventura plebiscitaria en aras de prohibir “los toros” y demás, está su asunción de hecho cultural, y por lo tanto, y ya estan tardando, los toros en la Comunidad deben depender de la consejería del ramo,cultura, y salir de donde están, la cartera más politizada del ejecutivo regional, su vicepresidencia, de la que depende el Centro de Asuntos Taurinos; además de otras competencias desperdigadas por diferentes consejerías a efectos de permisos y demás burocracia organizativa.

Más importante, o tanto.
Ante la rebelión anunciada por la presidenta por la subida del IVA en julio y la renuncia de la Comunidad a sus ingresos derivados del mismo, sería bueno que siendo, como son, cultura, los toros, blindados como tal por decreto, se renunciara en esta materia al tramo autonómico vigente, desde ya, como ejemplo a seguir por otras comunidades y presionar al Gobierno para su adecuación al tipo de otras manifestaciones culturales.

Las declaraciones, solemnes, deben de ir preñadas de contenido. Si no, se quedará en soflama oportunista. En taurino, “un brindis al sol”.

En Madrid, y tratándose de toros uno más.

5 de abril de 2010

Un gesto o una osadía

Luque en Madrid. 6 toros. Un gesto o una osadía.

Inevitablemente es la reflexión de esta noche.

6 toros en solitario. ¿Gesto? Puede ser. ¿Gesta? Hace falta algo más que pretender tentar la suerte con el objetivo de conseguir más moneda, mayor cotización en las contrataciones, toda vez que Luque tiene una bonita temporada por delante, exigente, pero en extraordinarios carteles compartiendo los mismos con las primeras figuras y disfrutando de su rebufo: ganaderías y fechas.

Cuando se produce esta situación el gesto puede concluir en osadía, y la gesta en una necesidad.

La osadía se emparenta con la ignorancia. Si no sería menosprecio, de todo.

La necesidad crea ansiedad, y si las cosas no van saliendo agonía. Por ejemplo esta tarde venteña, en que al menos cuarto y quinto, dos toros medios, hubieran sido suficientes para salvar los muebles. No ha sido el caso.

De cualquier modo: gesto, gesta, osadía o necesidad, ambición ha de hacerse al cien por cien. Y anunciarse en Madrid, con lo que está cayendo y lo especialita que es La Monumental, anunciarse con Cuvillo (camada muy larga pero que más de la mitad de la mismas, la cabecera la tiene reseñada José Tomás desde hace tiempo) y Juan Pedro no es la mejor declaración de intenciones.

Que Luque es el mejor de su generación es un hecho. Que tiene un brillante palmarés de novillero en la capital y una excelente presentación, el año pasado, en San Isidro es también verdad.

Pero su progresión y su proyección que le ha instalado, por méritos propios, en lugares de privilegio del escalafón, se han basado en la ambición, las ganas de ser y cierto valor natural. Además es torero con gran capacidad.

Pero ni es un espartano, ni un estilista, ni un clásico, ni tocado por los duendes. Excelentes maneras sí y capacidad.

Capotero manifiestamente mejorable. Variedad de suertes con limitaciones. Y además hoy mostró su peor versión con la espada. No eran credenciales para seis toros y en Madrid. Menos, con sus grandes virtudes, driblar a la fortuna con dos hierros cuestionados por lo ya expuesto.
Y por favor no mezclar churras con merinas. Cuvillo es una de las grandes ganaderías de un tiempo a esta parte y al que hay que agradecerle, el público y los toreos muchas cosas.

Para matar 6 toros de una tacada hacen falta más cosas para tener una mínima garantía de éxito. Más si se tienen 20 años y tres temporadas no completas como matador de toros.

Una corrida de seis toros en Sevilla retiró a Joselito, ya cuajado. Víctor Puerto empezó a cavar su fosa, también en La Maestranza. Este tipo de aventuras no lee han salido bien a Morante, varias veces. Lo de Talavante en Madrid le pesó como una loa varios meses. En plaza de menor importancia, Jiménez quiso remontar en Valdemorillo y fue caída libre. Perera culminó de tal guisa el impresionante 2008 y triunfando pero se dejó muchos pelos en la gatera. El Juli, por accidente, pasó lo suyo en Bilbao, el año pasado. La suya, bien montada en Bayona, con tres encastes diferentes fue un éxito. Como la de El Cid en Bilbao con los Victorinos.

Son muchas teclas a tocar.

Quizá lo más positivo para Luque haya sido asimilar una dificultad que desconocía. Una cura de humildad ante un torero con grandes cualidades pero que a veces no delimita la sutil línea que separa la ambición de la soberbia.

Lo de esta tarde tampoco va a suponer un abismo en su prometedora carrera con visos de figura.

Y sí, para ser figura del toreo hay que tener gatos en la barriga. En eso de acuerdo.

La experiencia agria de hoy le puede servir para discernir entre los felinos: el gato y el tigre. No son lo mismo. Se parecen….pero.

FOTOGRAFÍA: Iván de Andrés.

Domingo de Resurrección: 3 acontecimientos 3

Domingo de Resurrección. 3 acontecimientos 3. Por 6 toros 6 en cada coso y alguno más de propina. 1 sobre en Sevilla.

Discreto balance. Destaca Sevilla con las orejas de Morante y Manzanares. Perera en su debut de Resurrección maestrante, sin fortuna. En Málaga dos orejas de Castella, triunfador del domingo –lógico- frente a un José Tomás (ovación y vuelta al ruedo) que, eso sí, llenó la plaza 3 veces. Ayer, en un timo-tostón disfrazado de corrida picassiasna ¡si Don pablo levantara la cabeza! Esta mañana con la ayuda de la collera Hermoso, Ventura –decantada par el sevillano en este primer asalto- y por supuesto esta tarde, en que el papel se agotó dias antes.
Y en Madrid, el reto de Luque resultó ser una osadía.

En los 3 acontecimientos los portales, que son como los teletipos antiguos culpan al toro de tan parcos resultados. Pero ¿Por qué falla el toro, siempre la culpa al toro? En el supuesto que fuera así por el juego pobre dado la pregunta es la del millón: cuando llegan las figuras y más en acontecimientos de postín ¿Quién elige las ganaderías?

Lo dijimos el domingo pasado, la feria de Fallas arrojó grandes corridas de toros Valdefresno, Fuente Ymbro, Alcurrucen y Jandilla, y los toros del día 21 de Victoriano del Río y Garcigrande que eligieron Castella y El Juli. Todo se vio eclipsado por fallar el toro de las figuras. Juan Pedro, Cuvillo y Zalduendo.

9 toros de Cuvillo: 6 en Málaga, 3 en Madrid.
3 de Juan Pedro Domecq. En Madrid.
Y 5 de Daniel Ruiz, en Sevilla. Hierro de camada corta que no suele prodigarse en las ferias de primera. Ver programa de mano, hemeroteca y avance de carteles. Ganadero que debutaba en tal evento y en muchos años no se recuerda una vacada no andaluza para el acontecimiento. Por lo tanto roto el velo ¿a que cuento venía la efemérides? Su aval fue una prsetnación hace años con tan poco éxito que no volvió hasta el año pasado. En esa corrida solo lidió 4 y tan solo 1 fue toro.

La pregunta es ¿además de las cuatro ganaderías que embistieron en Valencia y que en gran parte desperdiciaron toreros d clase media por no quererlos las figuras, dónde estában para estos acontecimientos Victoriano del Río, Ventorrillo, El Pilar o Puerto de San Lorenzo por poner dos ejemplos más?

Cuando llegan estas ocasiones los toreros y sus mentores se refugian unos en otros en lo que llaman “toro de garantías”. ¿Garantía de que, para qué y para quién? Para el espectáculo y para el público, desde luego no.

El Juli mata en Sevilla Ventorrillo, y Torrealta.
Castella: Ventorrillo con Juli y Perera y la de El Pilar.
En Madrid, ambos coinciden con Garcigrande.
Juli mata, además, un toro de la Quinta y otro Victoriano del Río.
Corrida, esta, con la que se anuncia Castella y la tercera es de Puerto de San Lorenzo.
Bien.

Perera, dicho está, en Sevilla Ventorrillo, Fuente Ymbro (3 toros) y Alcurrucen en San Miguel.
En Madrid la de Cuvillo, otro de Cuvillo en la corrida de La Prensa y Jandilla, parece ser.

Por todo El Juli y Castella, mandan en esto.
Y Perera quiere. Se acuerda del 2008 pero hay días en que le asaltan dudas. Pero quiere.

El resto se conforma con acompañar atrincherados en diferentes estatus: la hoja de servicios, el duende, o la elegancia.

Mandar y acompañar.
Generales y tropa distinguida. Jefes y comparsas.
Así está esto. Y llevamos poco más de dos entregas: Valencia y Resurrección.

Un gesto o una osadía.

FOTOGRAFÍA: HUGO CORTÉS

4 de abril de 2010

Wojtyla, Papa y ¡torero!

(In memoriam)

El autor ha querido en ésta publicación, recordar en el quinto aniversario de su muerte al Papa Juan Pablo II fallecido en plena Semana Santa de 2005 con los toreros, profusamente, de penitentes en multitud de procesiones y el respetuoso minuto de silencio como homenaje de admiración y respeto en todos los cosos el Domingo de Resurrección, la fecha por antonomasia taurina, que tornó lujo por luto.

Por tanto nos retrotraemos un lustro atrás. En Sevilla, naturalmente.

La muerte del Papa y la Tauromaquia.

¡Ha muerto el Papa!

Y, el toreo, como toda la humanidad guarda luto riguroso.

La tauromaquia y el catolicismo se han respetado mutuamente. Si bien el juego de la suerte y la muerte se ha sustentado sobre la Fe, indefectiblemente, la universalidad del catolicismo ha estado obligada a dominar todas las suertes amparando al total de su feligresía: taurinos y menos. De ahí la multitud de luces que anexa a ambas y las leves sombras como el intento de abolición por parte de un Papa. Claro que hubo Reyes y gobernantes poderosos que lo intentaron. Todo estéril.

¡Si quieres saber como es una sociedad asómate a sus plazas de toros! Más o menos vino a proclamar Ortega y Gasset.
Está claro que Karol Wojtila no solo le leyó sino que le asimiló, tal que en “La rebelión de las masas”: “Si quiere usted, ver bien una época, mírela de lejos”; y éste Papa tomó nota, como Juncal, desde su niñez.

Karol Wojtila, de novillero sin caballos, se curtió en el “valle del terror” de la invasión de Polonia, que es el Tietar para los que empiezan en el arte de Cúchares.

Vivió, como becerrista en la umbría pensión, la soledad de la orfandad, la ferocidad del nazismo en puntas, y se tuvo que cuajar desde abajo, como obrero, primero en una cantera para evitar la deportación, y luego en una fábrica pulsando a pie de obra las penurias de los oprimidos.

De ahí, con la muleta en la izquierda y muy cruzado, muy de verdad, a Figura Histórica de éste toreo que es la vida cotidiana.

Fe y Tauromaquia. Encuentros y desencuentros. Remedos en el rito y la liturgia….Y Dios, como Presidente en Palco arbitrando los designios que marca la Providencia a la que todos, creyentes y no, al final todos, nos sometemos.

Desde los dominguines (Domingo y Pepe) rojos, como Parada y Gregorio Sánchez; presuntos ácratas como Joselito o ambiguos laicos como Antoñete. Cofrades de Semana Santa, miembros de la Obra, o Fray Mondeño.

Dijo el profesor Tierno que Dios no abandona a un buen marxista.

Todos, en estos momentos, lloramos la muerte de Juan Pablo II.

La Tauromaquia tuvo su Papa, Bienvenida, al que se le inventó el color negro para no incurrir en sacrilegio. Y, a la recíproca, éste Pontífice ha muerto ¡torero!

Es un mestizaje entre la profundidad y la hondura de Ordóñez en la firmeza y convicción de su mensaje, la sabia precocidad de Camino o Juli, el genial magnetismo de iconos como Romero, la espiritualidad desnuda de Paula y la personalidad arrolladora de Manolete.

Y a la muerte con las botas puestas, en la cruz de la vida evangélica, difundiendo el mensaje de Cristo, pese al sufrimiento y el dolor, hasta sus últimos estertores, como el Califa en el ruedo de Linares.

Así, exhibió, profuso, coraje de sangre torera para, habiéndole querido retirar del escalafón numerosas veces, cortar el rabo en su último paseíllo.

Con la difícil facilidad de Ponce es de los Papas que en más plazas -todos los continentes —ha toreado (con éxito), y más actuaciones —viajes apostólicos — suma: 105.

En todas acabó el papel —incluso con más “reventa” que El Cordobés de su época, desbordó todas las previsiones…. Y lo más importante -que le desmarca de cualquier personaje de la Historia- cautivó a la juventud.

Como “El Benítez” puso en dinero a sus correligionarios en los 60; Juan Pablo II ha sido el Papa que a mayor número de beneméritos ha puesto en el santoral.

Aquí en Sevilla, se recuerdan sus visitas del 82 y el 93 en el que confirmó la alternativa en Santidad a Sor Ángela de la Cruz.

Duro, como la roca, sufrió cornadas —en otros irreversibles —. Un “marrajo” del hierro turco de Alí Agca, del que se oculta su reata perversa, se fue directo a la safena, la ilíaca y la femoral. Posteriormente le visitó en “chiqueros penitenciarios” y no mostró rencor. Le perdonó. ¡Que grandeza! ¡Que figurón!

No rehusó los grandes retos, e igual que lidió el nazismo —por bajo, sobre las piernas — provocó el indulto de miles de seres humanos alzando el telón de acero, primero (derribado en el primer puyazo el muro de Berlín) y luego dándole puntillazo al comunismo.
Y se fue a los medios. Y a los dictadores les dio el pase cambiado, sin mas opción que el pañuelo verde para su cambio por la “nobleza y fijeza” de la democracia.

No le hizo falta consultar con la almohada para poner en su sitio a “la patronal del mundo” plasmada en la foto de las Azores y decirles con firmeza que él “no toreaba” la corrida de Irak; ni ninguna otra que supusiera guerra.

A los protestantes y ortodoxos —fundamentalistas— tipo tendido del siete, les sedujo en transmitirle que lo esencial era el camino al Señor: la Fe.

A los antitaurinos de la Fe, musulmanes y judíos, echó un capote para evitar fagocitarse; aliviar tensiones y confiarles en que solo hay un Dios, que es el de todos. Consiguió su respeto y admiración.

Fue el primero en pisar el albero de una Sinagoga, hizo “el paseo” en Jerusalén, y se “anuncio” en la Gran Mezquita de Damasco.

Fiel a la tradición —los cánones — subió al pontificado como Juan Pablo en los carteles siguiendo la guía del Vaticano II, como la tauromaquia de Montes o Paquiro, uniendo en su “nombre de Paz” a sus antecesores Juan y Pablo como seña de perduración.
No fue un mito, pura fantasía; ni un líder — algo coyuntural. Fue, es, un ídolo —un superdotado de carne y hueso —. Generoso: permitiendo a sus críticos filosofar sobre algunos toros que —opinan —se le han ido al corral.
La verdad es que nunca anduvo bien con la espada.

El día de su alternativa en Roma su brindis no da lugar a equívocos: “no tengáis miedo”. Seguro que mientras iba al toro de una sociedad globalizada y materialista para sus entrañas se dijo “dejadme solo”.
Su vergüenza torera le llevó a hacer varias veces el “quite” del perdón por los errores que hubiera podido cometer la Iglesia en su vasta historia (cruzadas, inquisición, incluso rehabilitó a Galileo, etc).

Místico más que misionero; torero hondo, a fuer de artista, sobre el valor. Nunca le vino grande el peso de la púrpura liderando más de un cuarto de siglo el escalafón.
Marco Antonio, versión Shakaespeare, ante la muerte de César es referencia: “nunca tendremos otro como él”.
Como “El Guerra”: después de él “naidee”, y luego “naide”, y luego “naide” y “en dispués”….
Creyentes y no creyentes, estamos ante una gran orfandad que solo palia el bálsamo de la Fe.
¡Ha muerto el Papa! ; ¡viva el Papa!.....pásalo.

Sevilla, madrugada del 3 al 4 de abril de 2005.