31 de mayo de 2010

San Isidro (REFLEXIÓN)

Ha terminado San Isidro, parece mentira. Todo acaba. La letra grande concluye que la Feria ha sido un fracaso. Tan solo se han cortado cinco orejas de la cuales dos fueron devueltas en las actuaciones posteriores al festejo que se cobraban, casos de Curro Díaz y Perera, que lo había hecho por una emotiva voltereta, y otra la de El Cid, la arrancaba el de Salteras instalado en “números rojos”. La última, conseguida por Robleño, fue meritoria pero después de estar en un tris que se” le fuera” el toro de El Torreón. Así, queda como única muestra de trofeo a ley el conseguido por Rafaelillo.

Se dirá que ha fallado el toro. Pero no es así. A pesar de la sensación de inseguridad sobre si la corrida del día se iba a lidiar completa o no, o incluso sustituida completa como la de Adolfo Martín.
Lo cierto y verdad, en año muy complicado para rematar los toros por la dureza climatológica del invierno pasado que ha imposibilitado el manejo convenientemente pautado para una puesta natural cumpliendo unos plazos lógicos, es que ha habido “despensa” suficiente que no sólo ha garantizado el normal desarrollo de los festejos, si no que, en un primer y somero análisis, sin ser del juego pretendido a priori, con planteamientos de máximos, el elemento toro presenta un nutrido elenco de ejemplares en el que si bien, no destacan muchos o ninguno por su redondez de trapío, hechuras y comportamiento, ni una corrida completa o cuasi, la lista de toros con actitudes para posibilitar triunfos, mayores o menores, es amplia.
La encastada de Dolores Aguirre con dos toros de premio y el reverdecer laureles de Cuadri, son datos positivos a la vista y con la lupa de sus lecturas más profundas. Como la bondadosa de Los Bayones que supone una recuperación, esperemos que no efímera, de un hierro antaño cotizado por las figuras. También el espectáculo, a más, de la mitad de la corrida de Samuel Flores. Un par de toros de Palha lavan el honor de irresponsabilidad del Sr. Folque por querer acaparar Madrid, Sevilla y Bilbao en el lapso de un mes, en corrida remendada con dos toros más que notables de El Torreón, con cabezas y trapíos no aptos para figuras. Dos toros extraordinarios, de Javier Pérez Tabernero en corrida desgraciada.

Toros correspondientes a toreros modestos o casi desconocidos y veteranos de “guerras” con necesidad de mejorar su estatus que no han sabido o podido aprovechar su oportunidad. Destaca negativamente en este grupo, por ser uno de los toreros base de esta feria El Fundi que se da la mano, como veremos más adelante, con las figuras del escalafón, y es que Fundi es una figura, y así ha sido tratado en este San Isidro.

Y si el comienzo de la feria fue frustrante no es menos cierto que en los primeros días se “fueron” algún toro de Salvador Domecq, Bañuelos, Parladé y Alcurrucén., de los que se acordarán Juan Bautista, Uceda, Urdiales, El Cid, etc.

Las figuras gozaron, sobre el papel, de la corrida de El Puerto, que destaca en la feria como triunfadora. Tres toros de Cuvillo, dos o tres de Juan Pedro con un remiendo notable de Gavira, un par de ejemplares de Garcigrande, uno de Ventorrillo, otro de Domingo Hernández, etc. Unos pocos.

Y salvo El Juli, mal con la espada y Morante sin toros, ni El Cid en su conjunto con la oreja del “perdón” como último grato recuerdo, ni, en mayor o menor grado, Castella, Perera, Talavante, Cayetano, Luque o Pinar han estado a la altura.

Además de Rafelillo, mención destacada para los rejoneadores, como casi todos los años y como en casi todas las ferias. Leonardo ha sido el triunfador de la feria, ahora nos ocupamos de ello, y Ventura ha rayado a su altura y compromiso de figura.

Comentadas las orejas al principio de esta reflexión, con tanto toro embistiendo el balance de lo positivo es rácano: con la corrida más sinsorga, Pereda, la garra de Fandiño y Morenito de Aranda, espléndido. Javier Cortés, confirmó que quiere ser torero. La macicez de Sergio Aguilar, la cara oculta de Padilla, que no es del gusto de Madrid, la espada de Eugenio de Mora y las maneras de David Mora que educó, enseñó y descubrió el que luego se proclamaría como toro de la feria, el tercero de Cuadri.

Pero con ser pírrico balance no es el mayor problema diagnosticable.

Este es el problema: las figuras no han dejando eco ni huella, si no todo lo contrario, y son el reclamo de un público cada vez menos buen aficionado y que, en consecuencia, desestima más al toro.
Y es que hay un dato claro a colegir. Repetimos, conclusiones provisionales de domingos anteriores elevadas a definitivas:
Los que cada vez embisten menos son los toreros, y de las figuras alguno, uno o ninguno.

Cosas que lamentar y también cosas y actitudes lamentables, en el ruedo, mencionadas, y fuera de el porque Fiesta y toros es todo, algo más que dos horas y media de espectáculo derechazos y naturales.

Lamentable ha sido el pronunciamiento del jurado de Taurodelta, en principio importante por estar representados los jefes de sección de las principales tribunas, y representantes del asociacionismo y abonados taurinos, autoridad, facultativos etc.
La decisión de gran parte de ellos de dejar desiertos el de triunfador de la feria, la mejor faena y el torero revelación es de una gran irresponsabilidad y de una falta de sensibilidad por las pequeñas cosas, más un indicio que tales personajes también se mueven como malos aficionados por la lectura global de una feria en que fallan las figuras que parece son los únicos que les motivan.
No me gusta que los premios, sobre todos los principales se queden desiertos. Siempre hay cosas, y me parece un desprecio a quienes han destacado por encima de sus posibilidades cuando ha sido una feria de la mayoría por debajo de las suyas y lasque se les han brindado. Razón de más para valorarlo.
Con este panorama las figuras y las promesas pueden seguir tranquilas, nadie les pide responsabilidades y se cortan las alas y las ilusiones de triunfadores a otros toreros que se la han jugado en pos de un reconocimiento

Las corridas de rejones entran en el abono y se pagan al mismo precio que las corridas de a pie.
Leonardo Hernández ha Abierto sus dos tardes la Puerta Grande, la última asumiendo y arriesgando en una sustitución, y ha cortado cinco orejas.

El “reglamento” de tales premios no discrimina a los rejoneadores para optar a triunfador de la feria u otros premios. Leonardo solo obtuve un voto, adivinen de quien fue…servidor.

Sobre la mejor faena no se explicita si ha de ser redonda, por los dos pitones, si hay que pegar un número de derechazos o naturales y algún kikirikí. La mejor es la mejor, la que sobresale. De ahí el dicho: lo mejor es enemigo de lo bueno. Pero el premio reza así, la mejor. Y la mejor, puede ser discutible la ha habido porque se han realizado de los matadores de a pie 108.
La más votada ha sido la de Rafelillo con 8 votos, le faltaron 4 o 5 sensibilidades para que se le hiciera la justicia que no se ha hecho con las sustituciones.

En cuanto al torero revelación, se entiende es destinado a premiar el mejor y mayor esfuerzo de un confirmante, o un debutante en San isidro, o algún torero joven poco placeado en la feria. Apenas hubo votos, si es que hubo más de uno, o sea, servidor, que se inclinó por Javier Cortés.

Dolores Aguirre también se ha quedado sin premio.

Por ello, por que no basta con lamentarse, ya les anuncio que en este primer año de la Divisa, todavía no cumplido, con la extensión de 60 minutos, y sin renunciar a institucionalizarlo, pero este año de forma puntual como rebeldía ante tanta falta de sensatez y delicadeza, La Divisa proclama a sus triunfadores:
Leonardo, Rafaelillo, Javier Cortés, Puerto de San Lorenzo y Dolores Aguirre.
Nos buscaremos la vida para encontrar un patrocinador, y si no la entrega será tan modesta como de admiración sincera a los premiados.

No me hace falta refugiarme en ningún jurado. Asumo, como director de este espacio la responsabilidad de designación de triunfadores.

Ya saben como pienso: los jurados se reúnen con el propósito de fallar, y generalmente fallan. Vamos, más que una escopeta de ferias o una viagra caducada.

FOTOGRAFÍA: Juan Pelegrín

San Isidro: Broche estúpido a pie. Apoteosis a caballo

Mosqueo para cerrar San Isidro. Dos de los hierros anunciados en lo que antaño era la semana torista y que gozaban, hasta el viernes, del favor de la afición de Madrid, Palha y Adolfo Martín, irresponsablemente se dejaron acartelar sin estar preparados para lidiar en Madrid. Palha, que ha querido abarcar en el lapso de poco más de un mes, o menos, Madrid, Sevilla, Bilbao ha pagado el pecado de soberbia que no de ambición. Solo pudo lidiar cuatro toros, y el primero del encierro pasó el reconocimiento por “consenso” para evitar la obligatoriedad de devolución de entradas. A Adolfo de diez toros presentados solo se le aprobaron dos y optó por retirar la corrida que fue sustituida por otra de Marqués de Domecq que a la postre resultó ser la peor de toda la feria y contribuía así, con broche de hojalata, a abundar en la idea de una feria muy mala, o la peor de los últimos años, cuando la letra pequeña, no es que desdiga tal evaluación, pero matiza y tamiza,sí, otras causas por lo que esta edición ha sido realmente mediocre y ful: el paso acomodaticio y conformista, adocenado de las figuras del toreo, y sálvese quien pueda.

El viernes la corrida de Palha echó dos toros buenos. Uno muy notable y encastado, el tercero con el que naufragó un torero, nuevo en San Isidro, que se acordará de él toda la vida: Francisco Javier Corpas, que tampoco supo ni pudo, con un excelente sexto del hierro de Torreón. Fue tarde de madurez de Millán sin toros y sin público que asimilara su técnica y su aplomo pisando la plaza. El primero era chico y “tonto”, lo mató. El cuarto una alimaña. Hubo en el lote de Robleño un toro malo, de los de Palha, al que le “regateó” hábil, para que, sin saber porque, o sabiéndolo, el público tomara partido por el animal y se pitara al madrileño que veía como se le “iba” el excelente 5º de la vacada del maestro César Rincón, hasta que en un momento de lucidez se puso, se cruzó, se decidió, le aguantó y bien “matado” terminó cortándole la oreja. La quinta y última de la feria.

Lo del sábado fue lamentable. Se llenó la plaza a pesar del derecho a canjear el boleto por sustitución de la corrida. Se protestó todo, quizá con razón, pero se notaba mucho la premeditación y el mal rollo. Se consiguió devolver al que abrió plaza para salir un ejemplar, peor, de Cortijoliva. Fundi, ni con este, ni con el cuarto anduvo más motivado que lo justo. Rafaelillo, en buen momento, fue todo voluntad y cabeza fría parra intentar redondear feria, pero su lote dio poca opción. Tan solo el sexto se movió y permitió a Javier Valverde, decidido y exponiendo, estar por encima de su oponente y poder despedirse de Madrid, este año será su última temporada en activo, con una calurosa y cariñosa ovación.

Domingo de Apoteosis. Corrida de rejones, espectáculo fuera de abono, de transición, entre San Isidro y feria de Aniversario, que, por otra parte, se ha hecho clásica. Se ha “vendido” como el “duelo” entre Ventura y Leonardo haciendo un poco de lado a Sergio Galán. Fueron saliendo los de “Los Espartales”.
Buena monta y seguro clavando Galán en el primero, solvente con el rejón de muerte, oreja. Gran lidia al toro menos lucido. El cuarto. El matar a la segunda y provocar vómito con el rejón abortó la Puerta Grande y todo quedó en saludos desde el tercio.
Ventura rayó a la mayor altura. Sobre todo en su primero a lomos de “Distinto” con el que clavó citando y reculando la montura para quebrar en el embroque. Mató y cortó las dos. Manso fue el quinto, pero con paciencia y maestría lo desengañó. Con “Morante” llegó al cénit, rematando, mordiendo el caballo al toro. Lo mató, pleno.
No le fue a la zaga Leonardo, con sus estrellas Verdi, citando muy de largo y Sarope en violines cortos. Falló a rejones. El sexto lo dejó crudo, como siempre; uno de castigo. Con “Quieto” calentó la “olla” citando muy en corto. “Sarope”, otra vez, redondeó labor con los “violines”.Breve pero intenso y muy puro, todo. Metisaca con el de muerte, abajo. Todo por la borda.


RESEÑAS

Plaza de toros de Las Ventas, Madrid (1º categoría)

Viernes, 22ª abono. Lleno
4 toros de Palha, 3º (bueno) ovacionado y 2 aplaudido.4º pitado.
2 toros de Torreón (5º ovacionado y 6º aplaudido) encastados y con ritmo.
Jesús Millán, estocada fea, dos pinchazos, atravesada y descabello; silencio. Pinchazo y media estocada; silencio.
Fernando Robleño, estocada baja; pitos. Estocada caída; oreja.
F. Javier Corpas, pinchazo, otro bajo y descabello; pitos. Estocada caída; aviso y silencio.

Sábado, 23ª de abono (última). Lleno
6 toros de Marqués de Domecq (1º devuelto). Mansos, descastados, huecos, sólo el 6º se movió algo.
1 toro de Cortijoliva, malo.
El Fundi, media estocada y dos descabellos; silencio. Estocada; silencio.
Rafaelillo, pinchazo, estocada corta y descabello; silencio. Estocada casi entera; silencio.
Valverde, estocada baja atravesando, dos pinchazos y descabello; silencio. Buena estocada; ovación con saludos.

Domingo. Corrida de rejones (fuera de abono). Lleno.
5 toros de Espartales, destacó el tercero.
1 toro de Bohórquez, 6º se dejó.
Sergio Galán, rejón efectivo; oreja. Medio rejón y rejonazo con derrame; ovación con saludos.
Diego Ventura, rejón letal; dos orejas. Rejón de efecto rápido; dos orejas.
Leonardo Hernández, rejón trasero; aplausos. Rejón, metisaca, abajo, otro caído y rejón arriba más descabello; fuerte ovación con saludos.


SUMARIOS

Los rejones son el salvavidas económico y artístico de muchas ferias, San Isidro también.
Pleno, 4 orejas, de Ventura. Galán Y Leonardo pierden triunfo con el rejón de muerte.

FOTOGRAFÍA: Juan Pelegrín

27 de mayo de 2010

San Isidro: Aguilar, dos, y Bolívar, ovaciones sinceras

21ª corrida de abono. Lleno en tarde ventosa, mala para los toreros, y gris, tontorrona. Dicen que en tardes como esta los toros acusan, entre nostálgicos y depresivos, lo plomizo de la meteorología, tal cual humano, no dejan de ser seres vivo, y que atemperan su fiereza, en este caso se domesticaron tanto que, sin fuerzas, tres fueron devueltos por diferentes causas. Pasó con el primero de Javier Pérez Tabernero, la corrida pasó completa, un animal pastueño, con ganas de embestir y emplearse pero muy blando. El Fundi intentó estabilizarlo, pero allí no había emoción y abrevió. El cuarto fue toro noble, repitiendo, con las fuerzas justas. Fundi le hizo un trasteo limpio y ligado por ambas manos, de menos a más, en los medios, con toreros remates de las series, pero por lo que fuera no terminó de tener gran eco, quizá porque el público espera El Fundi de “guerra”. Toro aplaudido y palmas al torero.

Un turno, cuatro toros
El segundo Salió corretón, muy en “Atanasio” –precioso de hechuras y con no mala condición-, e intentó saltar al callejón, quedándose en el intento por falta de fuerza. Luego se pegó una voltereta y terminó por ser devuelto. El sobrero lucía el hierro de Domínguez Camacho, toro de excelente tranco ante el que se lució con el capote Sergio Aguilar, pero la intentar un quite Bolívar el toro se “rompió”: devuelto, fue apuntillado, y ovacionado en el arrastre. Segundo sobrero, de Torrehandilla, cinqueño “pasado” y con cabeza camarguesa. Con poca fuerza, se la gastó en dos entradas al caballo, salió cayéndose…y al corral. Aguilar par su cuarto toro de este turno, segundo de la tarde. Ejemplar del Conde de Mayalde, también “veterano” que se empleó en la cabalgadura. Noble pero defendiéndose, echando la cara a las nubes, en la muleta, de inicio le pegó una fea voltereta a Aguilar que, sin mirarse (llevaba un puntazo), le llevó templadito y lento, suave por bajo en muletazos estimables y meritorios por lo corto que se quedaba el toro, “tobillero”. Lo pinchó para dejar una gran estocada. Saludó una cálida y merecida ovación. Quinto de embestir cansino pero yendo y repitiendo un par de series, luego se descompuso. Aguilar le fue haciendo las cosas muy bien mientras “se dejó” y lego se pegó un serio arrimón que, aunque tarde, fue reconocido. Un desarme enfrió el reconocimiento. Mató por derecho de estocada en buen sitio. Otra ovación, fuerte, tuvo que saludar.

Bolívar, corazón de Rincón
Bonitas hechuras lucía el “burraco” tercero. Bolívar brindó a El Fundi. Toro alegre viniéndose de largo, lo citó en los medios varias veces y cuando se decidió a aguantarlo y bajarle la mano, llevándolo, toro con gran empuje y transmisión (no fácil, con mucho que torear) brotaron las ovaciones. Lo intentó pir el izquierdo a toro más brusco y le buscó el derecho para otra serie con vibración. Expuso, valiente, se volcó en la estocada que quedó tendida. Valor, ganas, decisión y entrega, pero faltó algo, ¿qué? Toro ovacionado y Bolívar, que había escuchado un aviso, también lo fue, saludando. En el sexto se aplaudió mucho la labor del picador Leiro. El toro no se había definido en los primeros tercios y pareció dañarse al salir del embroque del segundo par de banderillas que se acrecentó con “volatín” en el primer muletazo. Definitivamente el toro no pudo. Bolívar lo intentaba a media altura pero cualquier “toque” el animal lo acusaba perdiendo las manos o derrumbándose. Sin opción mayor que matarlo y lo hizo con decisión.

FOTOGRAFÍA: burladero.com

26 de mayo de 2010

San Isidro: Ni con el toro de encargo

Polémica corrida de La Prensa. Al menos es lo que han pretendido algunos sectores de afición y prensa argumentando la poca seriedad que suponía que cada torero se trajera sus toros “de cabecera” y que no hubiera el preceptivo sorteo. Esta es una práctica no habitual pero en absoluto nueva. Sin embargo eran más los alicientes que rodeaban al festejo, pero desde hace algún tiempo se ha instalado un ambiente enrarecido a todo lo que rodea San Isidro que hace que los árboles no dejen ver el bosque. Incentivos para el aficionado como escrutar la responsabilidad de cada torero a la hora de afrontar un compromiso en Madrid puesto que cada uno es responsable del trapío, hechuras y seriedad de los animales que premeditadamente ha elegido para lidiar. Así, no podría ser de otra manera, pulsar el momento de Juli con un toro de Santa Coloma, del hierro de La Quinta que es uno de los de “cámara” de la afición torista madrileña.

Pero baza mayor quita menor y la consigna es acosar a El Juli. Así el ejemplar que abrió plaza, muy en tipo y con hechuras, fue protestado porque además, al emplearse, perdía las manos. Juli le sobó, sereno. Le pasó y le llevó con limpieza por el izquierdo donde el animal tenía embestida noble pero costándole, pesadote. Le ayudó a ir hacia adelante, se rebosó por el derecho y le cuajó el epílogo ganándole los adentros a toro sin codicia. Hizo del Santa Coloma una babosa. Mal con los aceros. El de Victoriano del Río salió con muchos pies para apagarse pronto. El toro andaba cogido con alfileres pero el presidente, a pesar de pedir el cambio el torero, se empeñó en que entrara por tercera vez al caballo. Un muermo en la muleta, Juli, breve. Falló, nuevamente, a espadas.

El ejemplar de Cuvillo no se dejó con los capotes y la lidia fue prolija. Claudicó en el comienzo de faena de Perera para luego, defendiéndose, no tener mala condición en cuanto a franquía en el viaje y voluntad de repetir. Con el viento en contra Perera no le confió el punto de temple mientras el animal iba descomponiendo la embestida y parándose. Con cuatro, por alto, sin enmendar comenzó Perera su trasteo al de Ventorrillo. Buen toro, pidiendo sitio que no siempre le dio el torero al que se le notó mucho la pérdida de pasos por no llevarlo en línea y rematar pronto. Rectificando terrenos la labor no cogió nunca vuelo.
El tercero, de Domingo Hernández, se arrancó fuerte a la muleta de Cayetano que le recibió por estatuarios con quietud y empaque. Toro bueno por el derecho, repitiendo, al que Cayetano lo acompañó con cierta ligereza. Aún más destemplado a izquierdas. Afligido con la espada. Cerró festejo un toro de Cortés con tendencia a perder las manos. Cayetano tampoco hacía por asentarlo y las protestas iban de menos a más. La plaza perdió los papeles, cada pase era un ¡ole! de rechifla irrespetuosa ( la censura se expresa de forma más elegante y menos burda) Cayetano fue desarmado y la tarde se metió en “bronquita”. La verdad es que era para más, pero hasta en la protesta la tarde fue rácana a fuer de maleducada.

RESEÑA

Corrida extraordinaria de La Prensa. No hay billetes.
1 toro de La Quinta, noble, mansito.
1 toro de Cuvillo, poca fuerza, noble.
1 toro de D.Hernández, encastado.
1 toro de V. del Río, parado.
1 toro de Ventorrillo, noble, reponiendo.
1 toro de T. de Cortés, noble, sin fuerza.
El Juli, tres pinchazos, media y cinco descabellos; aviso y silencio. Dos pinchazos, estocada corta y dos descabellos; silencio.
Perera, estocada atrás; silencio. Pinchazo, trasera y dos descabellos; aviso con protestas.
Cayetano, dos pinchazos y estocada atravesando y descabello; silencio. Pinchazo y estocada; silencio.

FOTOGRAFÍA: Juan Pelegrín

25 de mayo de 2010

San Isidro: Aparicio y El Cid vs Gerardo Diego

“En un pitón lleva la suerte y en otro anida la muerte”, Poema del toreo, Gerardo Diego (1.963). La “parca” rondó por Las Ventas. La tecnología punta hizo estragos. La foto del pitón saliendo por la boca de Julio Aparicio era “guernikarra” y se pasaban los “móviles” de mano en mano ante el estupor: una imagen vale más que mil palabras. No había hecho más que comenzar la faena de muleta del primero de la tarde. Un toro, muy bajo y bien hecho, de Juan Pedro Domecq, que apuntó clase desde salir por chiqueros y al que el madrileño le había saludado majestuosamente con medios lances “apaulados”. Le había desahogado por alto, seguro, tranquilo (venía feliz a Madrid tras cortar las dos orejas a un toro el día anterior en Nimes) y desafiando a las rachitas de viento se lo sacó a los medios cuando el animal le medio derribó con una pata, intentó incorporarse el torero pero repitió el animal por lo que intentó protegerse con la muleta pero sin fortuna, el toro hizo por él y le infirió la grave, desagradable y morbosa cornada. Morante, tímidamente –respetuoso con el compañero herido- disipó, en tres o cuatro muletazos, suaves y mecidos, cualquier duda sobre la calidad del “juanpedro”. La otra corrida, la de las doce de la mañana, hora del sorteo, era para Aparicio. A partir de ahí se desbarató la tarde. Los cambios de turno, la desigualdad de hechuras de los “funos”, su falta de fuerza, la suelta de sobreros de otros dos hierros, la decisión de Cid de echar por delante sus toros y dejar el sorteado 4º para cerrar plaza y que a la postre fue en extraordinario ejemplar por el pitón derecho.
Aparicio había tentado la suerte con tino, pero ésta no da resquicio a lo preconcebido para en sus caprichosos cambios de sino, sin explicación científica que lo sustente, seguir alimentando, de forma macabra, su “prestigio” de veleidad imprevisible. Y al igual que el infortunio se lo encuentra uno sin argumentos terrenales posibles, la fortuna, para que te sonría te tiene que pillar preparado sobre los cimientos de la fe…en uno mismo. Lo hizo El Cid, tras ser muy cuestionado desde hace meses. Su feria había pasado mediocre y ,como el “Alcoyano”, a pesar de todo, pidió prórroga. Su intachable hoja de servicios en esta plaza y a la tauromaquia se impuso al “sentido común” que desaconsejaba fuera el sustituto de Manzanares provocando una especia de boicot en sus turnos de actuación pasados por sms incluseros de responsabilidad. El despropósito no hubiera prosperado, por desagradecido, grosero y abyecto, pero en cualquier caso la tarde estaba para El Cid que con los cambios de turno creo la confusión en los reventadores. Echó su primero por delante, un toro tan noble como soso, y le sirvió para, asentado y seguro de lo que se jugaba, apuntar a “sus fueros” y ganarse su primera ovación. Volvió a tener en el sobrero de Gavira un animal que sin propiciarle el triunfo esperado para reivindicarse le sirvió para dar otro paso más. Vencida la tarde con un Morante impotente ante un “equino” impropio de aprobar para festejo de lidia y un “tris”, sobrero, de Camacho (otro caballo, pero de fotógrafo) en el que dibujó lances de aviso sobre sus pretensiones de ser el “capo” de esta feria, salió ese toro que burló los designios humanos y birló a Aparicio para ofrecer a Cid no solo la extremaunción “in articulo mortis”, según muchos agoreros, si no la bendición de Dios con un pitón derecho al que Cid en su mejor versión, el tópico entendía tan sólo de “su zurda”, exprimió con espera, cadencia, largura, temple, remate y ligazón en cuatro series; cabeza fría para ponerse lo justo por un izquierdo más áspero, y medir la ambición, porque en su casuística puntual una oreja suponía un “carguero” de oxígeno…para todos. Tanto que ahora, si hubiera que sustituir a Aparicio, debería ser la afición la que pidiera la comparecencia de El Cid.

Bajó el espectáculo de ayer de los rejones por mor de la mansadita de Flores Albarrán. Cumplió Sergio Vegas e hicieron un esfuerzo tanto Ventura como Leonardo para abrir la Puerta grande. Ventura, al tran tran, con una oreja de poderío y técnica en cada toro y Leonardo por la espectacularidad en la eficacia del rejonazo de muerte que le valió dos “moqueros” del señor presidente, el que a los de a pie les mide de otra forma y les esconde la que otorga el público. Será que el “usía” valora más matar toros afeitados que en puntas... ya lo dijo ¿El Guerra?, “hay gente pa tó”.

Para el domingo Cuadri trajo un encierro grandón, de no malas hechuras que resultó mansote en el caballo y de juego desigual en la muleta. El primero fue noble, algo soso, faltó empuje y López Chaves lo muleteó con sobriedad y corrección. También le faltó un punto de chispa para compensar las carencias del animal que fue de menos a más corrigiendo vicios iniciales. El cuarto manseó mucho de salida para luego dejarse, a su aire, sin clase. Chaves se justificó con oficio y buen trato.
El segundo tuvo un comienzo alegre en la multe de Salvador Cortés que le llamó de largo y se arrancó. No se acopló Cortés entre el viento y la colocación para después irse apagando el toro, tardo en la arrancada pero luego repitiendo para irse viniendo algo abajo. Alguien dirá que aburrido. Se acopló bien por el derecho en el quinto. Toro de viaje claro pero pesado y corto, además de ritmo intermitente. Por el izquierdo los dos se quedaban cortos y todo se vino abajo al final.
Transmisión tuvo el tercero, que se paró algo en entramo final, y lo aprovechó David Mora con unas maneras excepcionales y un valor seco para torear muy templado y despacio. Pausado, sin prisa pero sin pausas. Tanto con el capote como con la muleta. Actuación muy seria que iba para premio, pero se le fue la espada abajo después de tirarse decidido. Fue ovacionado. Muy deslucido fue el sexto. Mora intentó hacer su torero serio de concepto y a favor del toro pero cuanto más lo intentó la cosa se ponía peor y el público se impacientaba. Mal con los aceros.


RESEÑAS

Feria de San isidro

Plaza de toros de Las Ventas, Madrid (1ª categoría)


Viernes 21. 16ª de abono. Lleno
6 toros de J. Pedro Domecq, devueltos 4º y 5º, según orden de salida. Muy desiguales. Bueno el 1º, excelente por el derecho el 6º.
2 toros de Gavira, 4º, noble, justo de fuerzas, devuelto el 5º bis
1 toro de M.C. Camacho, parado.
Julio Aparicio, cogido grave en el primero, mató el toro Morante de la Puebla.
Morante (3º y 5º) media estocada; silencio. Dos pinchazos y media caída; silencio
El Cid (2º,4º,6º) dos pinchazos y media; ovación. Estocada atrás y ladeada; ovación. Estocada; oreja.


Sábado 22. 17ª de abono, 2ª de rejones. Lleno
6 toros de Flores Tassara, mansos y deslucidos.
Sergio Vega, pinchazo y medio rejón trasero; saludos. Dos pinchazos, rejón y descabello; saludos.
Diego Ventura, rejón contrario; oreja. Rejón ladeado y descabello; oreja.
Leonardo Hernández, dos pinchazos y rejón; silencio. Rejón letal; dos orejas.


Domingo 23. 18ª de abono. Lleno
6 toros de Cuadri, grandes. 1º y 2º noble. 3º y 5º ovacionados.4º y 6º mansotes.
López Chaves, pinchazo, estocada contraria y dos descabellos; saludos. Pinchazo y estocada caída, silencio.
Salvador Cortés, dos medias y dos descabellos; silencio. Estocada; pitos.
David Mora, estocada caída; ovación. Cuatro pinchazos y varios descabellos; silencio.

FOTOGRAFÍA: Paloma Aguilar

San Isidro: Uno o dos toros, detalles y matices

Más de lo mismo.15ª de feria. Lleno. Cartel de imposible cumplimiento en cualquier otra feria. Otro más. Si bien, cada uno de los toreros de la terna tiene su historia particular de triunfos en Las Ventas. Lo mismo que el hierro, otrora corrida señera, Baltasar Ibán.

El primero fue noble. Algo renuente, pero en cuanto Eugenio de Mora le puso la muleta en la cara y no se la quitó, por abajo, templando, sin que le enganchara el toro tenía repetición y emoción. Fue una serie y corta, luego voluntad y algo de barullo. Tres naturales finales fueron buenos. Lo mató decidido y saludó una ovación. Bruscote se fue poniendo el cuarto. Buen comienzo de rodillas saliendo al tercio y luego labor sorda con exposición, no podía ser lucida, pero tampoco bien valorada, sí la gran estocada, por lo que saludó una fuerte ovación.

Serafín Marín hizo el paseíllo a la “catalana”, con barretina por montera y liado con la senyera a guisa de capote de paseo. Su primero manseó de salida para humillar y repetir, con calidad, en la muleta. El catalán se lució con un toreo de largura y temple pero en diferentes fases, sin compactar. Lo remató de un espadazo rotundo pero caído. Ovación al torero y muchos aplausos al toro. No tuvo suerte con el quinto, un ejemplar grandón con nada de casta, la cara arriba y muy poca fuerza. Serafín se quiso justificar sin volver la cara e intentado robar algún pase.

El tercero se dañó en una voltereta espectacular; lo acusó. Inició Bolívar con un precioso “cartucho de pescao” y luego anduvo sobrio y centrado para superar las adversas condiciones del animal, deslucido, por lo ya apuntado. Pinchazo y estocada baja. El sexto comenzó metiendo bien la cara pero sin fuerza para desarrollar, y pronto se rajó. Las opciones de Bolívar no eran muchas salvo no aburrirse en la cara, robar los que podía y estar por encima. Todo medido, cualquier cosa menos ponerse pesado. Dos pinchazos y media, se echó, sonó un aviso y todos a casa.


FOTOGRAFÍA: Paloma Aguilar

18 de mayo de 2010

San Isidro: ¡Esto es Madrid! Ovación a moruchos de pañuelo verde

Dos toros al corral, tres en dos días, y todos tan felices.12º de feria y 2ª de las novilladas programadas, casi lleno. Novillos de Moreno Silva.Al cierre, no había salido sexto, el “circo romano” hacía las delicias de la muchachada del 7. Aplaudía a los moruchos de Moreno Silva e increpaba a tres incluseros que pasaban sus fatigas.

Paco Chaves es torero de gran preparación atlética. Gracias a ello puedo cuajar con emoción un tercio de banderillas vibrante por la velocidad que desarrollaba el animal. Humillando poco, se movió mucho y no mal, ni bien, para terminar rajado y revoltoso. Voluntad del torero sin entendimiento entre ambos. Un “quinario” para matarlo y no poder. Tres avisos. Lamentable ovación al novillo. Se fue “a porta gayola”, en el cuarto, saliendo arrollado. Novillo manso, con síntomas de “tentado”, de momento, en el caballo. Banderilleó como pudo. En la muleta el novillo tenía indicios de “toreado”. Chaves, o se asustó o fue avispado y fue por la espada. Otro calvario para matarlo, pero lo consiguió. Pues hubo palmas al “funo” y pitos al torero.

El segundo tampoco humilló pero llevó cierto ritmo en los viajes. Hidalgo le hizo un trasteo correcto de planteamiento pero de series muy cortas y pases, muchos, pero de poco trazo; lució mucho en los de pecho. Lo mató de “pescuecera” que provocó rechazo. Más aplausos al novillo. El quinto fue otra “prenda” amoruchada que cortaba por los dos lados y apenas quiso caballo. Haciéndose el desentendido en la muleta sacaba pies en cuanto veía alguien indefenso. Hidalgo Tomó la espada pronto intentando disimular el ataque de pánico,¡lógico!, y el público tomando partido por la “alhaja”. Otros tres avisos.

Cara a media altura, yendo y viniendo se mostró el tercero. Antonio Rosales se mostró animoso y con cabeza despejada, pero está muy poco toreado y se le notó en la ligeraza con que movió los avíos. Lo mato fácil. La psicosis hizo estragos y más de lo mismo aunque el novillo fue otra cosa más lidiable. Por lo menos salieron vivos los tres.

FOTOGRAFÍA: Paloma Aguilar

San Isidro: ¡Gracias al festejo dominguero! Ni Juli ni Castella

“Semana horríbilis”. Así las cosas, las esperanzas estaban puestas en la corrida de ayer, sábado. Pero ni los de Garcigrande sirvieron para que las figuras, Juli y Castella, triunfaran en la exigencia que el público tiene respecto de las mismas, ni las mentes estuvieron claras y despejadas para improvisar a favor los continuos y desconcertantes cambios de comportamiento de la corrida. Pudo hacerlo- cortar oreja- Juli en su toreo mandón y largo por el buen pitón derecho del que abrió plaza abusando del mismo, pero –acusando, otra vez, el ambiente hostil- se empeñó en alternarlo, testarudamente con un toreo al natural de mucha dificultad por los cabezazos que pegaba el toro. En el cuarto, la sosería del animal perjudicó la correcta y serena labor del madrileño, que además en ambos falló a espadas, al igual que Castella. Serio, siempre, y dispuesto, pero en tarde en que afloraron los desarmes y enganchones. Tampoco Daniel Luque tuvo enemigos de triunfo, pero su forma atropellada de andar por la plaza no le redimió y sí acrecentó las muchas dudas que ha dejado en sus últimas actuaciones sobre su capacidad.

Si la corrida de Parladé (jueves), deslucidísima, tuvo críticas dulces de los medios afines, otro tanto ocurrió con el club de fans de los hermanos Lozano respecto al encierro de Alcurrucén (viernes). La corrida tuvo la suerte de taparse por ser mejor blanco y diana un Manuel Jesús “El Cid” que no disimula que quiere… pero que no puede. Chispazos, atisbos, un esfuerzo, un desfallecimiento, otro empujoncito….total para descubrir algún fondo del toro quinto, hacer ver por bueno lo menos malo del animal (y del encierro) y ser el centro de la crítica. Tarde en la que el arrojo, siempre precipitado, de Tendero tapó tremendas carencias de su lote, como su bisoñez hizo aflorar alguna pequeña virtud de sus oponentes, el sexto, brusco y con genio, lo llaman encastado, que se magnificaron por los adictos. Uceda, más frío que de costumbre ha consumido sus dos turnos de esta feria de forma gris e indiferente. Son cartuchos derrochados de los pocos que por razones obvias van quedando en la recámara para que Madrid sea plaza sobre la que giran sus temporadas. Alerta roja.

Domingo. Gabriel Picazo tuvo toro mansito, pero bueno para el torero. Picazo estuvo limpio y con gusto. Lo entendió y le pegó pases buenos. Faltó, quizá, romperse algo más. Se quedó en la carra a la hora de dejar media estocada saliendo volteado. Saludó una ovación. El cuarto, de Pereda, le costaba humillar, pero obligándole obedecía. Repetía además. Le forzó Picazo, y aunque algo por fuera, le ligó series meritorias. Sereno, centrado y con buenas maneras. Quiso hacerle demasiadas cosas. Volvió a saludar aunque con alguna protesta de la “ilustración”.
Emilio de Justo pronto se “despatarró” en un quite al primero de gran empaque. Su primero hizo regates de salida pero transmitió mucho en la muleta, entre el genio y la casta. El extremeño le consintió mucho y mostró buen concepto y preparación. No era fácil. El gusto ya era conocido. En el mejor momento, con dos naturales hondos, ligados, perdió pie y se cayó en la cara. Volvió, y aunque pegó pases buenos careció de dejársela al tercero y hacer las series más largas. Sonó un aviso toreando. Se hartó de pinchar y…al corral a toro echado. El quinto tendía a tirar el derrote y De Justo no acertó a templarlo prodigándose los enganchones y punteos.
El tercero llevaba hierro de Pereda. Toro miró, venciéndose y cortando por el derecho, “pregonao”. Por el izquierdo al segundo, tercer pase, era peor. No se arredró Lancho y le plantó cara. Un metisaca en los bajos abortaron los aplausos de reconocimiento. El sexto tuvo movilidad, no siempre formal. Lancho derrochó disposición, a ve es con errores técnicos retoque y colocación l oque le suponía coladas de riesgo. De buen inicio en la arrancada no terminaba de pasar deslizándose suave, pero bueno; para tener mayor oficio. En alto la gran voluntad de Lancho.

Domingo16.11ª de feria. Casi lleno.
4 toros de Los Bayones, 1º bueno, aplaudido. 2º y 6º encastados. 5º defendiéndose y de Pereda, 3º, malo.4º, con motor.
Gabriel Picazo, media estocada; ovación con saludos. Pinchazo, estocada desprendida y descabello; saludos.
Emilio de Justo, doce pinchazos y tres descabellos; tres avisos echándose el toro. Pinchazo, estocada y descabello; silencio.
Israel Lancho, pinchazo y metisaca; silencio. Estocada; silencio.
Incidencias.- Minuto de silencio en memoria de Joselito y ovación de inicio para Lancho.

FOTOGRAFÍA: Paloma Aguilar

17 de mayo de 2010

San Isidro: Seis tediosos silencios, seis. ¿Parla…qué?

¡Por fin!, una corrida completa pasa el reconocimiento. Veleidades del destino, Parladé. El segundo hierro de la familia Juan Pedro Domecq, ganadero denostado por la “ilustración”! de esta plaza, pero que ha sido, hasta el momento, de los poquitos, por no escribir el único, que ha cumplido con sus deberes previos. No así en su juego, mansos y blandos, parados y de presentación justita. 8º de feria. Casi lleno en tarde antipática. Confirmó alternativa José Manuel Más. La eterna esperanza madrileña que como tal ha gozado de oportunidades cuajando redondas pocas. Toro muy blando y poca raza fue el del doctorado, defendiéndose; esas eran sus dificultadas. El torero acusó el “salto” con pocos recursos y más decisión para taparse y además abrevió con la ambición cortita.. Pinchazo hondo y estocada. El sexto dio poca chance en el capote. Lo recibió en los medios con la muleta, se vino el toro, pero ahí medio se quedaba, tragándose el primero y luego reponiendo gazapón. Atisbos de intentos en Más con la decisión muy medida. Fácil con el acero.

El padrino, Diego Urdiales, llegó precedido de gran ambiente por sus ferias anteriores pero sobremanera por su gran actuación el 2 de mayo. Su primer oponente manseó mucho en los primeros tercios y llevó lidia deficiente. En la muleta Urdiales le dio sitio, el toro era pronto, y aprovechando la inercia lo llevó se la dejó y lo trajo. Series cortas, dosificando, con cabeza y buen aire en el trazo del pase. Por el otro, no pasaba. Luego, se paró. Ayudados por alto y trincherazo limpios por bajo como epílogo y estar muy por encima. Lo mató decidido pero la espada tuvo deficiente colocación. Se le aplaudieron los lances de recibo al cuarto, jugando bien los brazos. Un ejemplar cuajado que se movió bien y con fijeza. Se desplazaba en medio viaje pero le costaba repetir en la muleta y se paró enseguida. “Lo pasó” Urdiales con académico aseo, un punto prosopopéyico, y por lo tanto transmitiendo nada y siendo apremiado por el personal, molesto por tan exquisita dilación hasta sonar el aviso. Luego lo mató. Matías Tejela sorteó para tercero un ejemplar noblote con las fuerzas justas. Se lució Urdiales en un quite con lances muy suaves y replica del alcalaíno capote a la espalda. Bonita apertura de faena, por bajo, improvisada, antes de brindar al público. En los medios el animal protestaba, con bondad, quedándose corto. Quería pero no podía. Menos renuente por el izquierdo, apenas, Tejela le pasó, breve, sin estrecheces. De tal guisa mejoró por el derecho ajustándose más el torero hasta ser desarmado. Cerró con un remedo de arrimón al que la poquedad del toro le quitó emoción. Lo pinchó varias veces. El quinto resultó un borrico parado sin más opción que matarlo y lo hizo con dos pinchazos y descabello.

Mañana comienza la llegada de las figuras. Poquito a poco. Lo hace El Cid, que si no atraviesa su mejor momento, se mantiene la esperanza que sea en “su Madrid” donde repunte. Uceda leal cumple ciclo, sin que en la anterior pasara nada y llega Miguel Tendero, el joven de Albacete que el año pasado tomara la alternativa en esta plaza causando una inmejorable impresión. La corrida de Alcurrucén es una de las preferidas de la afición venteña, está en buen momento, recordar Valencia, y está en el “top” de hierros de prestigio y garantías.

FOTOGRAFÍA: Paloma Aguilar

San Isidro: Triunfó Leonardo, a caballo. Puerta Grande con tres orejas

7ª de feria. Corrida de rejones, la primera de tres programadas en el ciclo. Plaza con lleno aparente. Tarde nublada y fría. Corrida de Luis Terrón de aceptable presencia y juego desigual.

El primero resultó noble, con buen aire que se fue apagando algo. Rui Fernandes protagonizó un primer tercio de rejones de castigo laborioso y n excesivamente lucido. Se le negó la montura en banderillas y resolvió el caballero portugués con oficio. Rotundo con el rejón de muerte, fue ovacionado. Se llevó el lote. El cuarto fue bueno, con son y ritmo. Fernandes cortó una oreja con una lidia y torero a caballo basada en la espectacularidad.

El segundo toro fue noble pero con tendencia a pararse. Había que provocarle mucho y Cartagena con una excelente cuadra en la que sobresale Magno le hizo un trasteo alegre, de buena monta y ajustado al clavar que gustó mucho. Lo pinchó. Cartagena fraguó su actuación en el quinto a lomos de Pericalvo, espectacular, y la sobriedad de Bisbal para las cortas en carioca. El toro sosote, sin embargo le dejó hacer a Cartagena que tenía ganas de revancha y triunfo. Mató certero y cortó su oreja.

Leonardo Hernández es, en estos momentos, la gran promesa del rejoneo entre los jóvenes emergentes. Su primer enemigo no fue fácil por manso y aquerenciado. Con depurada monta y sentido de la lidia consiguió lucirse, pisando terrenos muy comprometidos, en los tres tercios en una labor de menso a más que remató con rejonazo, pero contrario, y todo quedó en una oreja. Impecable en la lidia del sexto. Trayendo y llevando al toro. Adornándose en las entradas de la suerte, clavando con acierto y variado y saliendo garboso. La cuadra, muy trabajada, es complemento de su éxito. El toro, noble, le dejó estar mucho, pero su nivel fue muy alto. Lo mató, le cortó las dos orejas y abrió la Puerta Grande por primera vez en esta temporada en Las Ventas.

Mañana vuelven las corridas de toros. Encierro de Parladé, para Urdiales (que dejó buen sabor el dos de mayo), Tejela y la alternativa de Más.

FOTOGRAFÍA: Paloma Aguilar

San Isidro: Solo pudo destacar la actitud de Arturo Macías

El confirmante, mexicano, no se arrugó ante la adversidad de una corrida remendada, mal presentada e infumable.

Tarde de confirmación. No era una cualquiera, si no la de la máxima figura mexicana del momento Arturo Macías. El dato no es baladí por lo que significa para México y la tauromaquia en su universalización. Que un torero azteca pueda triunfar en Madrid y a partir de ahí, hace patria. Cosa que desde hace tiempo no sucede con México ni con sus toreros, cuando en la “época de oro” llegaron a mandar provocando incluso la ruptura del convenio taurino entre países por parte de los españoles que se sentían invadidos por las figuras legendarias mexicanas.

Arturo Macías venía precedido de grandes triunfos en las últimas temporadas mexicanas y de arrimarse al límite en su presentación en España en Valencia y Sevilla a cambio de dos cornadas, una en cada plaza. El toro de la confirmación del hierro de Martelilla resultó mansote y queriéndose rajar continuamente. Macías no pudo consumar con limpieza un quite de frente por detrás y se empezó a mascar el “miedo”. Con la muleta dos pases cambiados por la espalda fueron escalofriantes, resueltos con cierto aseo. Después el arrimón resultó angustioso por atropellado, con enganches de muleta, desarmes y una voltereta fea. Algunas palmas recompensaron el tremendismo. Muy feo era el sexto. Pero tuvo algo de ritmo con el capote donde Macías se ajustó en diferentes fases gustando. El inicio de faena fue templado. Se vino abajo el animal y Macías, menos arrebatado que en el anterior, volvió a tirar de quietud y exposición. Lo tuvo que hacer todo él. Encomiable sus ganas de agradar. Exprimió hasta el final al marmolillo con unas manoletinas estrechísimas. Gran ambición de un torero que gana dinero de forma cómoda en México pero que ha venido a España a dar la cara por no limitarse a ser el tuerto en un país de “toreros ciegos” si no figura del toreo. Como es norma en lo que va de feria es otro de los destacados por su actitud.

Muy protestado, por chico (el menos cuajado de lo que va de feria) fue el segundo; se tapaba algo por la cara, abierto de cuerna, pero muy paleto. Luego resultó sosote. Sin ser malo, dejando estar, no tenía repetición de viaje, le costaba. Abellán estuvo correcto en su lidia y acople pero sin poder conectar con los tendidos. La espada asomó. El cuarto tuvo poca fuerza y, sin complicaciones, se defendió mucho. Abellán cumplió el trámite con oficio.

El tercero no se tapaba ni por su capa castaña. Muy protestado, el presidente tuvo la excusa de una caída para devolverlo. Optó césar Jiménez por echar por delante el preparado para quinto (correr turno) con el hierro de Navalrosal. Cinqueño y corraleado hizo cosas feas de salida. Salió quebrado, se cayó en banderillas y en la muleta se rompió de atrás. Inválido y hueco de casta, Jiménez abrevió entre protestas, no muchas para festejo tan accidentado a su mitad. El sobrero que hizo quinto, de Domínguez Camacho, igualmente cinqueño, tuvo media embestida muy bruta, pegando el tornillazo a mitad de viaje. Jiménez quiso torearlo como si fuera bueno y se estrelló entre enganchones y respingos.

FOTOGRAFÍA: Paloma Aguilar

11 de mayo de 2010

San Isidro: Oreja a Del Álamo con mala novillada

5º festejo del abono. Tres cuartos largos de plaza en tarde muy condicionada por el viento.

Seguimos con la inseguridad sobre que corrida se va a lidiar y como. Incluso en la novillada que abría el ciclo de 3 programadas. De los anunciados de Carmen Segovia solo pasaron 4 el reconocimiento. Uno de ellos fue el 1º. Con hechuras de toro pero sin fondo. Pasaba pero decía poco y el novillero francés Thomas Joubert dijo tan poco o menos. Lo mejor fue la estocada. El cuarto llevaba el hierro de Torres Gallego y de salida ya planteó complicaciones que se acrecentaron con la lidia del banderillero-apoderado del francés que, de no ser por el peligro que se mascaba, era cómico. Joubert se puso con la muleta he hizo lo que pudo.

El segundo se movió, sin clase pero iba y venía. Juan del Álamo, aun molesto por el viento, se quedó quieto y lo llevó y lo trajo por abajo, con criterio y limpieza a pesar del viento. Tiene maneras y concepto. Lo mató y cortó una oreja. No ayudó el moruchón 5º a abrir la P.G. pero Juan del Álamo se la jugó, resolvió, estuvo muy por encima y sabiendo que no había opción a triunfo se tiró a matar con decisión a costa de una fea voltereta. Hubo petición de oreja y saludó una ovación ante el freno del 7 al intento de vuelta.

Se presentó en Las Ventas un joven de Colmenar Viejo con las carencias acusadas de bisoñez. El novillo no fue lucido, el viento arreció y el torero quemó un cartucho prematuro: las prisas para los delincuentes y los malos toreros. El 6º era de Torres Gallego y, sin mucha clase, se dejó más. El chaval se hizo el ánimo y le pegó pases, entre muchos y muchísimos sin los agobios del novillo anterior. Lo mató decidido. Con madurez era novillo de oreja.

FOTOGRAFÍA: Paloma Aguilar

10 de mayo de 2010

Toros. Números cantan

Semana de números. Elocuentes. Los absolutos, facilitados por la Unión de Criadores y los relativos sobre la repercusión en total sobre otros sectores del tejido industrial según el estudio efectuado por la generalitat valenciana.

El sector generó, en 2009, 2.500 millones de euros a pesar del decrecer en un 22 % del número de festejos. Hay más de 1.200 empresas registradas como explotaciones ganaderas de bravo y todo ello supuso 3.7 millones de jornales en el ejercicio. Por su parte un estudio de la Generalitat valenciana avala un movimiento de 184 millones de euros en la Comunidad como consecuencia de las diferentes manifestaciones taurinas.

Sin duda, estos números, como referencia, y si me apuran mucho más escrutados y analizados, han debido de echarlos con anterioridad la asociaciones antitaurinas en especial el conglomerado que auspicia la ILP en Cataluña que lidera un argentino y otros “charnegos y polacos” colonizadores en tierra que dice tener, y chantajea con ella, identidad propia.

Los “okupas” del sentimiento de la ciudadanía catalana a pie de calle ya han botado el primer globo sonda tendente a dar a conocer su generosa flexibilidad para conceder una moratoria de dos años desde la anahelada aprobación de la prohibición hasta su implantación.

Dan por hecho el sí, como avanzadilla de curarse en salud, pero lo que se detecta es temor de Dios y del sentido común que sin duda se impondrá. Es más, esta ONG animalista se constituye en una especie de oficina de colocación y guardián celoso de las arcas públicas cuando argumenta que la bondad de la moratoria estribaría en tener tiempo suficiente para recolocar a los damnificados por la prohibición como buscar los recursos suficientes parra hacer frente a las cuantiosas indemnizaciones.

Otros que tal bailan son la franquicia socialista en Cataluña y la burguesía convergente que, a mayores, tras el conocimientos de los números del toro han tamizado los de los votos posibles en las próximas elecciones de otoño y su relación causa efecto según la dirección que tomaran respecto de apoyar o rechazar la iniciativas prohibicionista. La tibieza habitual de los “señoritos” catalanes no se entendería como una neutralidad si no como una cobardía conducente a un sí tácito a la prohibición. Y ha comenzado la “jindama”. De tal guisa que aún votando en contra de la ILP como se han manifestado los franquiciados del socialismo y dando libertad de voto los ricos y enriquecidos de “Divergencia y Revoltiño” han dado por buena la ocurrencia del argentino Anselmi y su “mariachi”.
No ha hecho falta ir a Bruselas ni actos panfletarios en el Liceo ni proclamas numantinas ni grandes plumas voluntaristas ni poetas y junta letras anónimos en busca del minuto de gloria. Predicadores de lo desconocido aleccionados en cursillos express sobre historia, genealogía, vida y milagros de una plaza en nostálgica añoranza.

Si la imagen cotiza por encima de las mil palabras, los números cantan. Solo faltan conocerlos, y a ser posible con estudios más completos.

Por ello, porque los números cantan, la letra de la temporada taurina en Barcelona tiene equilibrio y compensación pero la música puede ser de desafine

si los números, que cantan, no cuadran.

Si un año más el escalafón, a excepción de José Tomás, no se capaz de meter más de medio aforo, puede ser el inicio del camino hacia el abismo. La culpa no será tan sólo del poco tirón de las sfiguras sino la constatación de no haber un sustrato de público mínimamente suficiente para el mantenimiento de esta industria artística y de espectáculo en Barcelona.

Cuando “canten” estos números, no deseables pero que ahí están, sí llegaran los problemas de subsistencia. Y como el gallo a Pedro, en Barcelona ya ha cantado más de una vez; se ha negado, se ha hecho el “avestruz” y más : dos veces por año, con la llegada de José Tomás, el “pavo real”. La cruda realidad es muy distinta.

No hay mucho tiempo pero ahora se está a tiempo. ¡Los domingos todos a los toros en Barcelona!, sí o sí; por lo civil o lo criminal…. O más pronto, más tarde, sin moratoria, animalistas ni políticos oportunistas y de doble moral, los bous, a la “puñetera rue”.

Al corral sin necesidad de los mansos de Florito, del “gaucho” Anselmi, la Pilar “radiola”,el “cara” Rovira, el “omeya” Montilla o los caballeros del burgués Artur.

Números cantan… para lo uno y lo otro.

San Isidro (2ª y 3ª de feria)

Sigue San Isidro en el mismo son que la muestra de inicio del pasado viernes. La inseguridad de aficionados y toreros sobre que corrida van a ver y que toros van a matar respecto de los anunciados, el pobre juego de los animales que al final salen por chiqueros y que, al contrario que sucediera en Sevilla, es, hasta el momento, feria de toreros por encima –y mucho- de los toros.

Sucedió el viernes con un descastadísimo y muy deslucido lote de José Luis Pereda en que Morenito de Aranda mostró su lado más firme (que es buen torero ya lo sabíamos) e Iván Fandiño se volvió a reivindicar seriamente.

El de Aranda pudo cortar la oreja del quinto de no ser por la falta de conocimiento del palco, esta vez sabido por la incompetencia demostrada del Sr. Martínez, para saber calibrar el rigor en la lidia, superando las muchas condiciones adversas del toro –el único que medio se movió, informal pero noble por el izquierdo, pero que en cuanto se sintió podido se rajó – , el planteamiento técnico, la calidad de los muletazos que le pudo robar, la disposición y exposición con tremenda voltereta por apostar pisando terreno comprometido, el intento de hacerlo por los dos pitones (sobremanera el derecho donde el toro buscaba “muñeco”) y además lo mató. Todo quedó en vuelta al ruedo. Su primero, manso huidizo, aconsejaba brevedad, cosa que hizo.
La actitud de Fandiño fue su mayor activo ante dos animales de viaje muy corto, sin humillar y pegando el tornillazo con bronquedad, más acusado el último que pudo engañar por su condición de bravucón. Saludó una ovación y fue muy aplaudido en el sexto.

El lote de Leandro fue un dechado de “descaste” y el de Valladolid anduvo con aseo.


Como pulcro, sin terminar de romperse, anduvo Uceda el sábado ante un animal de Osborne muy flojo al que no le benefició el achique de espacios, y el cuarto de Bañuelos, sin clase ni casta, poca fuerza, protestado, por lo que los muletazos de buen trazo no fueron tenidos en cuenta.

Lo mismo le ocurrió a El Capea, en cuanto a su lote, (también uno de Osborne (5º), un buey, y el de Bañuelos defendiéndose mucho y reprobado por el público) y en cuanto a la indiferencia, aunque en la apostura los dos toreros están el las antípodas, por ello Uceda saludó ovación tras una buena estocada en su primero, y Capea vio censurado con protestas el irse abajo, con la espada, en su primero.

La garra la puso el “confirmante” Javier Cortés. Manejó la cabeza con serenidad impropia de “novato”, y los trastos con buen aire de concepto, soportados por una técnica de torero maduro en la colocación y unas ganas lógicas de debutante. Cierto es que sorteó el único animal que desarrolló cierto viaje y nobleza, el primero, y aunque fue trasteo de altibajos sobresalieron las ganas. Tuvo que aumentarlas ante el bruto sexto y jugársela a espadas, saliendo volteado, para, al final, saldar dos ovaciones con saludos y dejar una tarjeta de crédito solvente.
FOTOGRAFÍA: Paloma Aguilar

San Isidro: Curro Díaz corta una bella oreja

Y llegó, S. Isidro. 1ª del abono. Así sucesivamente hasta el 6 de junio, ininterrumpidamente más el estrambote del festejo del sábado 12 en el que se espera como agua de mayo a José Tomás, de no poder reaparecer el día 3.

Para abrir feria casi lleno en los tendidos. La musculatura del abono. Corrida de Salvador Domecq de desigual presentación y de juego discreto.

La terna era suficientemente conocida de la afición de Madrid y cada uno con sus alicientes lo que le dio al festejo un plus de interés.

Curro Díaz ha rozado el triunfo en esta plaza varias veces. Ayer fue en el cuarto cuando volvió a estar en puertas. Tuvo poco toro de condición, tan solo por el pitón derecho se dejó, noble, pero con viaje muy pesado. Faena de gusto, medida, de detalles con sabor. Muy por encima, tanto que tras una gran estocada cortó una oreja inapelable. El primero fue un toro encastadito, con no mala condición pero poca fuerza y tendente a echar la cara arriba al rematar el viaje. El temple era fundamental, después de esperarle. No lo cogió Curro Díaz que además se dejó enganchar la muleta. Compostura y torería sí, fue el envoltorio de una labor sin historia. Lo pinchó.

Juan Bautista ya sabe lo que es abrir la Puerta Grande madrileña; de eso hace 3 temporadas. Su primer enemigo fue protestado, por el sector habitual, por ser “corto de cara”. En la muleta dejó mucho estar y fue y vino, sin clase. Juan Bautista hizo gala de su frialdad habitual de engancharlo en el terreno del matador (muleta retrasada) y quedarse por fuera al ligar los pases por lo que el trasteo no cogió vuelo y se desarrolló muy cuestionado. Lo mató con decisión de estocada arriba un punto desprendida. Incierto y reservón resultó el quinto. Sin fijeza y gazapeo molesto. Juan Bautista mostró sin disimulo mucha desconfianza, matando también.

Eduardo Gallo dejó su tarjeta de visita en un quite por chicuelinas en el toro precedente. El tercero fue buey teñido en “colorao”. Dio poca opción, o ninguna y Gallo se justificó con cierta entrega que, por otro lado, enfadó al público. Eficaz con la espada. Devuelto el sexto salió un sobrero, cinqueño, de Navalrosal. Mansito, de viaje noble y repitiendo se fue viniendo abajo. Eduardo Gallo que empezó dispuesto y llevándolo por abajo con verticalidad de planta se fue amontonando en su afán de agradar según el animal se apagaba. Tarde de mérito del salmantino con muy poca fortuna y mucha incomprensión en su empeño por exprimir al toro, exponiendo todo, con los pitones lamiendo la taleguilla. Lo pinchó.

FOTOGRAFÍA: Paloma Aguilar

3 de mayo de 2010

José Tomás revienta el amarillismo

José Tomás vuelve a dar satisfacciones. Ya está en su casa de Aguascalientes y su recuperación es tan rápida como óptima. José Tomás ha hablado, entre emocionado y por supuesto agradecido. A México y al cuadro médico……..
La semana se ha contando por zancadas respecto de su reestablecimiento cada ciclo de 24 horas.

La recuperación del diestro, que pudo morir en el callejón de la plaza, se debe, además de su fortaleza y preparación, a la inmediatez de la intervención. Pero sobre todo a la ciencia de los doctores, en especial Alfredo Ruiz, que no tuvieron una sola duda en como actuar: tanto en la enfermería de la plaza como en las horas críticas posteriores, sobremanera en las 18 horas siguientes. Pero el factor fundamental, además de Dios, la ciencia y sus intérpretes, han sido las lesiones producidas por la cornada, muy graves pero no irreversibles; salvo el shock hipovolémico, pérdida casi total de sangre, que es lo que en segundos pudo acabar con la vida del torero.
La claridad del primer parte facultativo emitido tras la intervención en el hospital Miguel Hidalgo contrasta con la tremenda confusión que los medios de comunicación han trasladado a la opinión pública, incluso pasadas las primeras horas críticas, propalando mensajes de máximo catastrofismo que llevó a emitir juicios a cirujanos españoles del mayor nivel que afortunadamente no se van a ajustar a la feliz realidad de ver pronto, en un lapso prudente, a José Tomás vestido de luces en el ruedo.

El parte rezaba: “El matador de toros José Tomás presentaba una herida en la cara interior del tercio superior del muslo izquierdo, de unos 20 centímetros de longitud, y varias trayectorias, que interesó piel, tejido celular subcutáneo, masa muscular, seccionando la arteria femoral profunda, lacerando la artería femoral superficial, y asimismo, lacerando la vena femoral”.
Fue el jueves cuando los doctores Ruiz Romero y Ramírez Ruvalcaba, conjuntamente con el médico particular de José Tomás, tuvieron que salir al paso, al cabo de los días, todavía, de dimes y diretes, y emitir el parte médico original de la madrugada del pasado domingo en el que además, a quienes quisieran interesarse por la verdad de los hechos, los doctores atendían con exquisita amabilidad para añadir que: “ la cornada no había dañado otras venas o arterias y que no había sido necesaria la implantación de injertos o efectuar el by-pass” y que las lesiones se repararon por medio de suturas. A pesar de ello algunos medios, incluso en su edición del lunes, titulaban con grandes caracteres las roturas de las venas y arterias ilíaca y safena con sus colatarales quirúrgicos.
Las horas posteriores ya son conocidas: camina con la ayuda de un andador, su estado anímico es excelente, goza de buen humor, pidió ver al “Aleti” y descansa ya en su domicilio de Aguascalientes, previendo viaje a España en los próximos días, cuando no horas.

La preocupación ahora es saber en función de las lesiones cuando podrá reaparecer. Y aunque solo va a depender del torero, ¡faltaría más!, los pronósticos desde la experiencia clínica, y dentro de la reserva lógica, son tan esperanzadores como lúgubres, sostenella y no enmendalla, de aquellos que escriben y hablan desde la distancia, sin acudir a las fuentes, por no interesarles, (que una realidad no te estropee una noticia ni un titular amarillista casi macabro) reservándose, si se produjera la anhelada reaparición dentro de un medio plazo, la invocación al milagro de la Providencia e insuflando un plus de heroicidad al torero. ¡Cómo si a Dios le hiciera falta revalidar sus influencias sobre los humanos o a José Tomás su áura numantina de cada tarde haya que renovarla ahora por un desgraciado e indeseable percance!.

Para quien quiera leerlo: el diestro ha recibido un tratamiento con anticoagulantes en dosis profilácticas preventivas y también antiadhesivos, que al no haber requerido de injertos, bypass ni ningún tipo de necesidad de prótesis no es un tratamiento de por vida, sino que se ha mantenido durante la reparación de los tejidos y en los días posteriores. En ningún caso se alargará durante semanas y por lo tanto no tiene porque afectar a la reaparición del torero. Y que los efectos que puede tener en el organismo del diestro tras la transfusión de emergencia que recibió, 8 litros de sangre, de momento, y no se preven complicaciones vitales, no han producido reacciones agudas ni rechazo ya que la sangre empleada había pasado todas las medidas de seguridad y sanidad correspondientes, “la sangre trasfundida a José Tomás estaba completamente limpia”. Es el dictamen del Dr. Alfredo Ruiz que ha demostrado sobradamente saber lo que dice y sobre todo lo que hace.

El periodista debe ser honesto y transmitir sus sensaciones. Yo les cuento: las entradas de San Isidro, respecto de las actuaciones de José Tomás, están en la caja fuerte. No creo sea tiempo suficiente para reaparecer, si acaso el 12 de junio. Parece pronto, es Madrid y sin la anestesia de algún festejo anterior a guisa de probatura.

Lo que sí confieso es que ya me he apresurado a reservar alojamiento en Barcelona para el 18 de julio. Y no es un brindis al sol, porque ha habido que depositar la correspondiente fianza. ¡Ea!.