Sin duda alguna, el remate, por arriba, de las ferias de Valencia y Sevilla nos instala ante dos grandes ferias por el hecho de coincidir en ambas que, a excepción de José Tomás –y en Valencia, Talavante- está todo el reclamo del escalafón para el público.
Pero la “crítica”, destinada a profesionales y aficionados debe profundizar en el conjunto de las cartelerías y denunciar honestamente la falta de equilibrio y las componendas y compadreos que desembocan en flagrantes injusticias.
Quedó dicho, el domingo pasado, el clamor de la “comunidad” de la Divisa, en Facebook, reivindicando la presencia de Urdiales y El Fundi en estas ferias. Y nos le faltaba razón. Porque en Castellón se lidia una corrida de Victorino, en Valencia una de Adolfo y en Sevilla, amén de la de Victorino, Palha y Miura, no siendo de recibo en abono tan florido lucir la divisa del conde de la Maza, se anuncian la de Pereda y la del Torreón, ¡lujo! (¿tan grande y cornalona es?), en la fase telonera, que a la vista de sus combinaciones, no justifican la ausencia de Fundi en una segunda comparecencia, como Dios –y el toro- mandan, y el puesto de Urdiales con la del Conde.
El pasado domingo, en el encuentro, en tiempo real de programa, con los aficionados a través de nuestro perfil de Facebook discrepábamos de aquellos que argumentaban la marginación de Urdiales a la poca fuerza de su apoderado (Luís Miguel Villalpando) y que otra suerte correría si fuera apoderado por “Los Chopera”. El cruce de opiniones fue sabroso. Mi defensa de Villalpando fue contundente: “sabe el torero que lleva, y aunque la ansiedad es grande, el año pasado cimentaron una temporada intachable, torero y apoderado, en saber decir que no”.
En esta ocasión le ha podido la angustia, o la amenaza a no acabar la obra comenzada”.
En esta ocasión le ha podido la angustia, o la amenaza a no acabar la obra comenzada”.
Cierto es que se quedaba fuera de las tres grandes citas del comienzo. Más Olivenza, más la feria de invierno de Vista Alegre y los domingos de Ramos y Resurrección en Las Ventas reservadas, estas, para otra clase de toreros, según encasillamiento espurio del sistema. Podría haber entrado en Valdemorillo por derecho propio y tampoco. A lo mejor la obsesión de Castellón, Valencia, Sevilla, etc. les llevó a no estimarlo o llegar tarde.
Sevilla, es muy importante. Pero hay que ir parar volver, cada año, sin dar argumentos a los empresarios para justificar en el futuro el “presentación, debut, y despedida” de un “trágala”. Decía el entrañable D.Diodoro, que la plaza está ahí, y no se la van a llevar.
¡Cómo será!, de mínimas garantías que para evitar “yu-yus” se baraja cambiarla de fecha. Anunciada un martes y trece, mutarla por la del día anterior.
A Sevilla, no es por no ir; si hay que ir se va. Pero ir “p’a na”, es tontería.
Estrambote.
Sevilla, es muy importante. Pero hay que ir parar volver, cada año, sin dar argumentos a los empresarios para justificar en el futuro el “presentación, debut, y despedida” de un “trágala”. Decía el entrañable D.Diodoro, que la plaza está ahí, y no se la van a llevar.
¡Cómo será!, de mínimas garantías que para evitar “yu-yus” se baraja cambiarla de fecha. Anunciada un martes y trece, mutarla por la del día anterior.
A Sevilla, no es por no ir; si hay que ir se va. Pero ir “p’a na”, es tontería.
Estrambote.
1 comentario:
si tanto tragala es, quizas fueramejor no ir...
Por cierto, quizas fuera bueno pedir a las ganaderias la ISO 9000, eso si es garantía
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