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19 de julio de 2010

Toros, futbol y San Fermín

Los toros, hoy domingo, y prácticamente desde el triunfo de España sobre Alemania han pasado a un segundo plano. Bueno si es que la final ante Holanda ha dejado un resquicio para que ese segundo plano tenga entidad.

Pasado el hecho puntual, que dejará poso, sin duda, pero la vida sigue, ese segundo plano como segundo espectáculo de masas es una medalla de plata altamente cualificada y que, desde ya, hay que poner en valor.

Salvando las muchas distancias que tiene un espectáculo cautivador mundialmente y una Fiesta, española exportada a diferentes países como Francia y la América taurina, los toros son, por concepto, algo universal, igualmente y deben tomar nota de esta historia.

Pero para que un espectáculo, el que sea, tenga tirón, han de provocarlo los protagonistas, los ídolos, la “cara del espectáculo”. Los futbolistas hablan con la pelota, por supuesto, pero también con la boca… y de todo; de lo deportivo, lo humano y lo personal. Se les conoce al dedillo: sus gustos, aficiones, sus reticencias incluso lo que valen o como están cotizados y lo que ganan. Eso produce el despertar de la curiosidad morbosa por lo ajeno que mueve a todo ser humano y es una de las causas principales del movimiento huracanado que genera.

Mientras el torero habla, de vez en cuando, con la espada y la muleta, para luego esconderse. No se sabe si de prepotente, de acomplejado o simplemente de sinsorgo. Cada vez más.

Estamos en verano, pero en el resto de estaciones las figuras del toreo están en la “cámara” por el calor. Tanto, que muchas tardes, cuando quieren hablar, tan solo con la espada y la muleta, parece producto congelado.

Los toreros no están, no quieren, en los medios, ni siquiera especializados, de unos años a esta parte. Nunca ocurrió algo tan parecido y generalizado.

¿Qué hacer?, poco. Por frustrante que sea lo peor no es la constatación que no están, si no la certidumbre que “ni se les espera”.

Tambien el mundial, en sus fechas claves, ha afectado a la “universal” Feria de San Fermín en Pamplona siente “el aliento en el cogote” de “los mundiales”

“Feria trampa”
Se autodenomina “Feria del toro”, y lo que sale no tiene nada que ver zootecnicamente con el toro de lidia.

“Toro grande, ande o no ande”, y no suele andar, y si anda generalmente no embiste; no puede hacerlo en consonancia con la tauromaquia que se exige ahora. Tampoco están en su escaparate la flor y nata de las ganaderías que se repiten en los carteles de todas las grandes ferias salvo dos o tres tardes.

Plaza de 1ª categoría y feria “universal” que no constituye la presencia relevante de los mejores, si no una sucesión de toreros meritorios que por otra parte sería el mayor activo de San Fermín, por su labor de promoción, ante el olvido de otras ferias importantes, si no fuera por que detrás de esa justicia taurina se enmascara el bajo costo de mano de obra ante la seguridad de la plaza llena.

Aforo completo todos los días. Pero más del 50% corresponde a conglomerado de peñas que entiende la corrida como un acto lúdico más del programa festivo. Otro 25% es turismo nacional e internacional, que de forma más silenciosa cumple las mismas premisas que las peñas. El resto, público, y además lógico desenfadado y generoso.

Feria regalo. Las orejas se piden y conceden como si de una tómbola se tratara. Por ello su conocimiento se pone en cuarentena y apenas tiene repercusión más que para el currículo y los lamentos de no haber trascendido en forma de contratos.

Feria trampa, pero si no existiera habría que inventarla…además tal cual.

Feria de Burgos. A Perera le deben una

Semana poco taurina. Tan sólo Burgos estaba destinado a animar el cotarro debatiéndose entre la crisis y el futbol, factores externos que erosionan de forma puntual. Sin embargo, a pesar del aviso del año pasado, no se tomaron medidas oportunas, o no ha habido suerte, sobre el factor interno que aleja a los públicos de los toros: el animal a lidiar que con su fallo de falta de fuerzas y raza (el toro de Brugos, como cualquier plaza similar, en cuanto presentación es el de siempre, de pobre a muy pobre) han ido desencantando día a día a un público cada vez más reticente por el conjunto de argumentos apuntados. Reflexión previa.

Las fechas del domingo, previo a San Pedro, y el día después, fiesta oficiosa en Burgos, por el cumpleaños celebrado tradicionalmente de Manuel Díaz “El Cordobés”, han sido las más animadas en taquilla pasando de los tres cuartos de aforo. Esa es la horquilla en que debe moverse un ciclo sobredimensionado en festejos (7), sin crisis o con crisis, con futbol o sin futbol. Primera conclusión.

Después, lo de siempre: carteles atractivos y su armonización. No basta con juntar a tres toreros con cierto tirón.

El público que faltó el día de El Cordobés, con Rivera y Finito, au remate natural es El Fandi: y no quiso, o la empresa no pudo. Y el día de El Fandi —habituado a llenar plazas-, con Perera y Manzanares (lunes, con España descansando en “el mundial”) faltó medio aforo. El cartel no tenía sincronía, iba en mono y en los tiempos que corren, más que sonar el conjunto del cartel en estéreo se necesita sonido cuadrafónico.

Como la gran decepción que supuso la floja entrada del jueves (además de estar pasado de fecha de fiestas) con Morante y Cayetano. Anunciado Aparicio y sustituido por Abellán, que demostró estar en un momento dulce. No será culpa del madrileño que el público se retrajera de acudir a El Plantío.
Más bien que el ruido que hacen en las diferentes ferias los 50 o 100 aficionados “notables” de la ciudad de turno, Madrid y la periferia, “morantistas” y “club de fans” de Cayetano, no son suficientes para la realidad de las “nueces”: meter gente suficiente en la plaza acorde con las pretensiones económicas de los toreros para evitar la “tragedia” permanente de las liquidaciones, a las nueve de la noche que cada vez de forma más habitual define a este espectáculo como “toros y lágrimas”.

Pasados los fastos del domingo pasado, comentados con lujo de detalles en nuestra anterior Divisa, con la mejor entrada del ciclo, las tres orejas de Castella y la buena faena de Talavante a los toros del burgalés Bañuelos, proclamada como la mejor corrida de la feria, la semana deja la rotundidad del momento de Ponce (dos orejas del cuarto toro de La Palmosilla) declarado triunfador de la feria y la seriedad de la trayectoria, firme, de Morenito de Aranda (en hombros) la tarde del martes como el poso apuntado de Miguel Abellán. El Fandi, en su línea, fue otro de los que “a su marcheta” también abrió la Puerta Grande.

Feria en la que cayó herido grave un Miguel Ángel Perera competitivo con ansia de rememorar el pasado reciente. Cornada “pública” y “publicada”, nada intimista, puesto que desde el primer momento se vio con nitidez y preocupación como un chorro de sangre surtía de su pantorrilla y como su media rosa se iba tiñendo, por instantes de forma más espesa, su media rosa de un negro feo, muy feo. Se mantuvo en el ruedo, en contra de los profesionales y público, le pegó otra serie, o dos, e intentó matarlo por dos veces, estando herido varios largos minutos manteniéndose en el ruedo. Circunstancia que abrió un debate y que merece una reflexión sosegada y contextualizada dentro del ejercicio de una profesión que no solo es de riesgo, si no de ambición, orgullo y sobre todo, respeto al público que paga.

En los toros el caso es enredar, como en futbol cada aficionado tiene una alineación, y hablar y no parar.

Llueve sobre mojado, lo cual indica una actitud de convencimiento y no un hecho coyuntural.

Cuando Miguel Ángel Perera arrolló en la temporada 2008 y pudiéndose retirar como máximo triunfador del año a unas cortas vacaciones antes de la campaña americana decidió poner un broche de diamantes que superase al oro que tenía adquirido por méritos propios, además de haber escrito , ya, una página histórica. Quería más y decidió encerrarse en Madrid, octubre, con seis toros en solitario. Es lo que toda la vida se ha compulsado como ambición propia, no solo de las figuras del torero, si no de aquellos que persiguen algo más. Luego todos conocen lo que pasó. Perera se entregó al máximo, iba triunfando, con las dificultades e incomprensiones que implica hacerlo en una plaza como Las Ventas, y en lance sobrevino la cogida: tres cornadas en una. Se mantuvo hasta matar el toro, le quedaban dos en los chiqueros, manando sangre y luego, a los pocos días, tuvo que sufrir varias operaciones y un largo periodo de rehabilitación más la recuperación lógica del sitio y las secuelas que fue más prolijo todavía.

Sus explicaciones y razones ante la división de opiniones sobre si debió seguir en el ruedo o no eran tan sinceras y sencillas como simples y limpias: quería más, todo o nada, aunque lo hecho en ese 2008 y esa tarde ya era mucho, pero quería todo. Era Madrid y el colofón a un ejercicio que le abriría un sitio en la historia de proporciones inalcanzables hasta entonces y en un futuro, si es que no lo había logrado ya.

El pasado lunes sucedió en Burgos. En mitad de la temporada y en un momento de su carrera en que intenta reverdecer los laureles del antaño muy reciente.

Plaza de segunda, una feria más dentro de una programación de actuaciones cuajada de festejos y el más inmediato hoy domingo en Barcelona con un cartel de repercusión, quizá un eco que no tiene Burgos en el devenir de una temporada taurina donde los triunfos son efímeros en el día a día si no se revalidan de forma regular en todos los festejos del carrusel de ferias del verano.
Tenía todos los argumentos para irse a la enfermería como un bravo y un valiente tal y como se produjo la cornada en plena entrega del torero ante un animal incierto. Fue consecuencia de arriesgar en pos del triunfo que estaba consiguiendo, redondear, y pasó lo que pasó: pronóstico grave, dos operaciones y nuevamente en el dique seco; adiós a Barcelona, plaza de primera, y ahora a esperar si llega a Teruel, o “sin anestesia” a una de las citas importantes de la temporada como es Pamplona, eso si llega.
Y se abrió “el melón” de las opiniones casi todas en la misma dirección de la supuesta torpeza.
Pocos o nadie han reflexionado sobre una actitud de gallardía y hombría, de torero cabal, de figura máxima que pasa por lo principal el respeto a todos los públicos.

Si lo hizo en Madrid jugándose todo a cambio de nada, ¿por qué no en Burgos jugarse nada, de prestigio o proyección, a cambio de todo, de su vida y de su temporada? ¿O es que el público de esa tarde no había pagado su entrada por verle?.

Antes que cualquier censura Perera merece un reconocimiento, de gratitud y de grandeza torera. Así se forjaron a lo largo de la historia de la tauromaquia las leyendas de las más grandes figuras. Y en esta época Perera no solo lo es, si no que pretende superarse día a día, a pesar de habladurías de patio de vecindad y los más variopintos intereses creados.

Toros, el estado de la cuestión: síndrome de tortícolis

Con la jornada de hoy domingo concluye, prácticamente, otro avance del muestreo del estado de la Fiesta en lo que es su segundo circuito.

Mes de junio marcado en su inicio por el final de Madrid en contraste con estas ferias alrededor de San Juan, Pedro y Pablo, ferias del “medio toro” de alivio y carga de combustible de orejas y Puertas Grandes, para enlazar con la Feria del Toro, del toro grande, amplio, en Pamplona por San Fermín. Queda como “banderín de enganche” hasta Pamplona, la feria de Burgos que en tan solo dos jornadas, muy distintas en carteles, por cierto, ya ha mostrado sus tendencias.

Este “segundo cinturón” (Alicante, Badajoz, Burgos, y las más concentradas por parcas en festejos, Algeciras, León, Soria) es junto con otros de menor calado el colchón sobre el que descansa la Fiesta para mostrar la realidad del momento: delicado, muy delicado.

La crisis, que era pregonada desde hace dos años, y el mundial de futbol, cuya celebración se sabe con anterioridad suficiente, la clasificación de España igual y su calendario real e hipotético en caso de clasificación, están dando un serio aviso al espectáculo taurino que vive del día a día; que posiblemente llegue, dicha crisis, con retraso respecto de otros sectores, pero que ya está aquí, verdad como la vida misma, y que el año pasado ya enseñó la “patita” sin que la mayoría le echara cuentas de previsión de alternativas: plan B o C.

La Fiesta es algo más que las grandes ferias soportadas por un abono con musculatura que las hace viables con medidas de ajustes a costa de balances menos rentables o nada, pero con margen suficiente de defensa en tiempos de sobrevivir.
Simón Casas, empresario —entre otras plazas- de Alicante ha puesto el dedo en la llaga “se pierde dinero todos los días” , incluso se ha arrogado, no sin cierta razón, casi la exclusividad del mensaje-alerta denunciando que pocos o ninguno lo dicen, y menos afrontan la situación.

Tiene razón cuando señala a las administraciones públicas propietarias de los inmuebles como las causantes de tal situación por el “tancredismo” con tufos despectivos hacia el toro de que hacen gala y no flexibilizar las exigencias de canon por piso plaza y número de festejos en virtud de la coyuntura. Cierto. Pero no lo es menos que, como queda escrito antes, los dos factores de estas ferias-muestra, uno nada probable de cortoplacista y el otro, los mundiales, con fecha de caducidad, eran previsibles, y el sector, como siempre, no ha movido ficha.

Es cierto que sería necesario, como en política, o en lo laboral, pactos o convenios que adecuaran los pliegos por parte de las administraciones titulares. Pero ello pasaría por un primer paso de unidad entre los empresarios con mensaje unívoco, cosa improbable por la acrisolada competencia desleal y la desconfianza —todos contra todos- del sector de la que son conscientes y sacan su tajada dichas administraciones. Pero, en el mejor de los casos, dicho entendimiento y para garantizar la igualdad de oportunidades como norte de toda “cosa pública” conllevaría la resolución de los contratos en vigor y sacar concursos nuevos asequibles al momento, si se quiere, incluso, partiendo con alguna ventaja (vestida de experiencia in situ) del arrendatario afectado. Pero este es el minuto del partido en que los empresarios reculan. Incluso el propio Simón Casas no lo deja claro en sus manifestaciones si no todo lo contrario. Me explico, lo que se intuye pretende, o pretenden, es que uno a uno, y mirándose de reojo todos, arreglen su problema puntual y que su administración correspondiente le revise su pliego, que no es otra cosa que la oficialidad de su oferta voluntaria con la que ganó a otros, de forma unilateral en flagrante compadreo.

En cualquier caso me ratifico que Simón Casas tiene la razón en denunciar como parte de la imposibilidad de, al menos, defender el negocio la voracidad inmisericorde de las administraciones y su total abandono falta de apego y cariño al segundo espectáculo de masas en España.

Pero, como muchos toreros, su valor es limitado, y su razón es parte, o media razón, que como las verdades a medias, a veces, son nocivas por ser maniobras de distracción de la realidad de los hechos fundamentales:

1.- Que son los propios empresarios taurinos los que tienen la iniciativa de presentarse a los concursos sin que nadie les obligue y que con sus desorbitadas ofertas en canon y festejos vician a una administración ya de por sí usurera y que ve la puerta abierta en la modalidad de concursos al alza, la mayoría sin tope, para que entre todos encubran auténticas subastas descabelladas.

2.- Y más importante. Las barbaridades que están pidiendo, y cobrando las figuras, o llamadas figuras, del toreo. No por que jugarse la vida tenga precio, o lo ponga la crisis o el fútbol, no: el arte en simbiosis con la vida en juego no lo tiene; simplemente por que no generan lo que pretenden, y en muchos casos consiguen en cuanto a “caché”. Ni siquiera juntando a los tres de mayor tirón en, aproximadamente, 25 festejos celebrados en estos días y en estas ferias clásicas de junio, y con el medio toro de alivio, a lo más que se ha llegado a los ¾ de aforo en este tipo de carteles, o el casi lleno de Burgos, con el ganadero local, Antonio Bañuelos, El Cid, Castella y Talavante.

Pero llegado a este punto ¿Quién le pone el cascabel al gato de la autocotización y el dinero de las figuras que no acaban el papel, repito, ni de tres ten res? Simón Casas también mira para otro lado.

Son legión, por no decir todos, los taurinos, muchos, que van a acabar con el cuello escayolado o con “collarín” de quita y pon según venga el aire. Porque la cuestión es siempre “echarle la culpa al empedrado” : el “síndrome de tortícolis”, patología crónica de la gente del toro.

27 de junio de 2010

La resaca de San Isidro

La “borrachera” de festejos de las “Ferias de Primavera en Madrid” (antes San Isidro) dan paso, como toda intoxicación (término nunca mejor aplicado) etílica a la correspondiente resaca.

La resaca, según la ciencia médica, es un cuadro de malestar general que padece al despertar quien ha “bebido” en exceso. Yo, por mi cuenta —y no hablo por experiencia propia, si con conocimiento de causa por múltiples referencias- añado que entre los efectos colaterales está el aborrecimiento del alcohol durante algunos dias, no muchos, a veces durante horas; en el caso de la “borrachera” taurina venteña, los efectos secundarios duran meses, o quizá un período de un año, hasta la próxima, si tenemos en cuenta que muchos tienen que beber en “otoño” de forma obligatoria para pasar el test del abonado y acuñarle su cartilla como tal. Un test que, entre otras cosas, no es gratuito si no todo lo contrario. Alguien, voces hay, le llaman “impuesto revolucionario”.

Hay una resaca “marinera” que tras el temporal tira, sin apenas percibirse, para adentro, en aparente calma chica.

En el Madrid taurino tras el temporal, curiosamente, no se ha pasado a “mar gruesa” y si a esa resaca subliminal y engañosa de resignación interna.

Lo curioso de la resaca post-isidril, donde te han mezclado botella etiquetada con tetra-brik en cantidades no proporcionales, siempre a favor del cartón, es que afecta al consumidor (que pasa “resacoso”), al expendedor y a la propiedad del chamizo (la gran responsable) que no solo no espían sus pecados de adulteración para a partir de junio degradar el producto a garrafón puro y duro con tal de mantener abierto el negocio.
No es verdad que Madrid ya no cuente para nada en la movilidad de la temporada ni que no valga “un duro”. Cierto es que sus “ferias y festejos de primavera” (antes San Isidro) cotizan el “duro” a dos pesetas, y su resto de temporada a 50 céntimos, pero a pesar de su devaluación no deja de ser moneda de curso legal —la peseta siempre será el cambio de referencia popular- ; principalmente para valores toreros nuevos, emergentes y veteranos con poso y de posible rescate.

Negocio, por otro lado, ruinoso que no exime a la gestora de su responsabilidad, los costos del montaje son iguales haciéndolo bien como mal, pero si es un atenuante.

La empresa en su búsqueda de recursos para mermar pérdidas ha encontrado una aliada en la TV de Castilla la Mancha, que palia en alguna medida los números rojos de cada festejo televisado, más de uno y de dos. No es que sea gran cosa, pero al cabo del verano “un grano no hace granero pero ayuda al compañero”.
El problema es que este acuerdo devenga un “peaje” que, como siempre, se carga al consumidor: cada festejo televisado por Castilla La Mancha solo da a la empresa un margen de maniobra para entre, compromisos y algún “coleta” posible e interesante, colocar dos toreros en la terna. Uno fijo debe tener “pedigree” castellano-manchego y responder a los caprichos del Director General del ente con una lista de espera más larga que un vuelo de Iberia a Quito.

Este dato no hace más que abundar los argumentos que señalan a la Comunidad de Madrid como la gran culpable, y en parte única, del deterioro hacia el abismo de Las Ventas.

Mientras, Telemadrid, usufructuada por el Gobierno regional, se entretetiene en jugar, con índices ínfimos de audiencia, a ser una “tele” generalista y nacional en el que los toros son marginales y a veces “al relance” del impulso de otras teles regionales como por ejemplo hoy donde han retransmitido la alternativa de Esplá (hijo) desde Alicante —sin ningún torero madrileño en el cartel-, en vez de estar en “el foro” a quien se deben por principios estatutarios.

Para más guasa, el ente madrileño dispone de un segundo canal, hasta el momento legalmente dudoso, que le llaman “la Otra”:
Y a nada tengo derecho,
Por que no llevo un anillo
Con una fecha por dentro.

Tal que además de su alegalidad o ilegalidad, sus índices de audiencia no computan por ser menores que un canal de comunidad de vecinos. Hoy daba el Alcorcón-Onteniente, como mañana puede ofrecer un partido de voley playa de solteros contra casados del “club de la capa” en las antiguas instalaciones del Parque Sindical.

Si después de “ratear” mil millones de pesetas por canon a las gentes del toro y el público, La Comunidad, tuviera la decencia de cuidar “la teta de la vaca”, en vez de succionarla, con medidas de apoyo, fomento y difusión a través de sus canales de televisión.

Bastaría un gesto con la una o con la otra, su implicación (además de unos derechos de retransmisión que alivien “la ruina” de cada festejo aunque sea mínimamente, algo es algo, como hace Televisión Castilla la Mancha), conllevaría un servicio público a casa del sufrido aficionado a los toros madrileño que además significaría mayor repercusión de lo que pasara en potencia, en el ruedo, merced a los espectadores pasivos de la tele, pero, sobre todo, que los carteles no quedarían mutilados en la operatividad de la empresa y adquiriría, La Comunidad, legitimidad para proteger, primero, a toreros interesantes, a triunfadores en precario en Madrid dignos de repetir y por ende a los toreros madrileños, que son legión, han salido de la escuela de tauromaquia, la mayoría, que cuesta un dinero —por supuesto insuficiente- y por el momento no han demostrado ser inferiores a tanto enchufado que hace el paseíllo en La Monumental.

¿Se pierde dinero todos los días? (Reflexión de la semana)

Simón Casas, empresario –entre otras plazas- de Alicante ha puesto el dedo en la llaga “se pierde dinero todos los días” , incluso se ha arrogado, no sin cierta razón, casi la exclusividad del mensaje-alerta denunciando que pocos o ninguno lo dicen, y menos afrontan la situación.

Tiene razón cuando señala a las administraciones públicas propietarias de los inmuebles como las causantes de tal situación por el “tancredismo” con tufos despectivos hacia el toro de que hacen gala y no flexibilizar las exigencias de canon por piso plaza y número de festejos en virtud de la coyuntura. Cierto. Pero no lo es menos que, como queda escrito antes, los dos factores de estas ferias-muestra, uno nada probable de cortoplacista y el otro, los mundiales, con fecha de caducidad, eran previsibles, y el sector, como siempre, no ha movido ficha.
Es cierto que sería necesario, como en política, o en lo laboral, pactos o convenios que adecuaran los pliegos por parte de las administraciones titulares. Pero ello pasaría por un primer paso de unidad entre los empresarios con mensaje unívoco, cosa improbable por la acrisolada competencia desleal y la desconfianza –todos contra todos- del sector de la que son conscientes y sacan su tajada dichas administraciones. Pero, en el mejor de los casos, dicho entendimiento y para garantizar la igualdad de oportunidades como norte de toda “cosa pública” conllevaría la resolución de los contratos en vigor y sacar concursos nuevos asequibles al momento, si se quiere, incluso, partiendo con alguna ventaja (vestida de experiencia in situ) del arrendatario afectado. Pero este es el minuto del partido en que los empresarios reculan. Incluso el propio Simón Casas no lo deja claro en sus manifestaciones si no todo lo contrario. Me explico, lo que se intuye pretende, o pretenden, es que uno a uno, y mirándose de reojo todos, arreglen su problema puntual y que su administración correspondiente le revise su pliego, que no es otra cosa que la oficialidad de su oferta voluntaria con la que ganó a otros, de forma unilateral en flagrante compadreo.

En cualquier caso me ratifico que Simón Casas tiene la razón en denunciar como parte de la imposibilidad de, al menos, defender el negocio la voracidad inmisericorde de las administraciones y su total abandono falta de apego y cariño al segundo espectáculo de masas en España.

Pero, como muchos toreros, su valor es limitado, y su razón es parte, o media razón, que como las verdades a medias, a veces, son nocivas por ser maniobras de distracción de la realidad de los hechos fundamentales:

1.- Que son los propios empresarios taurinos los que tienen la iniciativa de presentarse a los concursos sin que nadie les obligue y que con sus desorbitadas ofertas en canon y festejos vician a una administración ya de por sí usurera y que ve la puerta abierta en la modalidad de concursos al alza, la mayoría sin tope, para que entre todos encubran auténticas subastas descabelladas.

2.- Y más importante. Las barbaridades que están pidiendo, y cobrando las figuras, o llamadas figuras, del toreo. No por que jugarse la vida tenga precio, o lo ponga la crisis o el fútbol, no: el arte en simbiosis con la vida en juego no lo tiene; simplemente por que no generan lo que pretenden, y en muchos casos consiguen en cuanto a “caché”. Ni siquiera juntando a los tres de mayor tirón en, aproximadamente, 25 festejos celebrados en estos días y en estas ferias clásicas de junio, y con el medio toro de alivio, a lo más que se ha llegado a los ¾ de aforo en este tipo de carteles, o el casi lleno de Burgos, con el ganadero local, Antonio Bañuelos, El Cid, Castella y Talavante.

Pero llegado a este punto ¿Quién le pone el cascabel al gato de la autocotización y el dinero de las figuras que no acaban el papel, repito, ni de tres ten res? Simón Casas también mira para otro lado.
Son legión, por no decir todos, los taurinos, muchos, que van a acabar con el cuello escayolado o con “collarín” de quita y pon según venga el aire. Porque la cuestión es siempre “echarle la culpa al empedrado” : el “síndrome de tortícolis”, patología crónica de la gente del toro.

14 de junio de 2010

Las Ventas. ¿Y ahora qué?

Ahora sí. ¡Por fin!, o lamentablemente, porque el verdadero aficionado quisiera toros todos los días del año, ha terminado este engendro de festejos continuados servido en varias entregas para vestir el muñeco pero más que con un traje con un disfraz de carnaval propio de grandes mascaradas como ésta.

Y lo escribiré pronto: la culpabilidad del barbecho sobre el que patina un año sí y otro también desde el 2.006 un almacén de fechas apiladas en ciclos impostores, es de la administración Aguirre (Condesa consorte de Murillo y Grande de España… ¡y olé!).

Han concluido las “ferias y festejos extraordinarios de primavera” de Madrid. Lo que antes era, simplemente, San Isidro. Tan corto pero tan grande, en todo, en mediocridad, a veces, incluso. Pero funcionaba, el modelo funcionaba.

Cierto es que eran 37 festejos de abono con las novilladas de las fiestas de La Comunidad (extraordinario trampolín para la cantera, con la plaza llena y la televisión) y que se hacía prolijo de digerir y costoso, económicamente, de soportar; pero no había trampa ni cartón. Todo era abono de San Isidro, menos la corrida del 2 de mayo y las “antiguallas” de las de la Prensa y Beneficencia que como tal deberían de desaparecer porque hace tiempo que no cumple su misión de mecenazgo una (la propia asociación de la Prensa debería pedir su renuncia a ¿patrocinar? el engaño) y de “beneficencia” la otra.

Con mayor o menor brillantez en su desarrollo en el plano artístico, hasta el 2004 el sistema funcionaba en sus mecanismo y en lo económico daba un margen cuantioso de recursos a la empresa y sobre todo, ingresos, a la Comunidad.
Quizá se imponía un relevo en la gestión, los mismos Hnos. Lozano fueron los primeros en detectar el desgaste y no pedir la prórroga para el ejercicio 2.005, pero nunca del modelo. Sí matizarlo, pulirlo o perfeccionarlo, pero no arrasar con la política taurina de Leguina y Gallardón que tan buenos frutos dio a todos, y que ahora se añoran, aunque algunos de “piñón fijo” yerren el tiro queriendo cargar las tintas sobre la gestión a la hora de diagnosticar la culpabilidad de la mediocridad de una feria, como la acabada, que por otra parte se está analizando desde el catastrofismo.

Posiblemente, en un lapso de tiempo inferior (6 años), la erosión, por culpa del modelo, haya sido mayor en la empresa actual que en las anteriores (9 años Manolo Chopera y 15 de “Los Lozano”) y el cambio, ley de vida, anide en la mente de muchos. Pero no es la solución, sí el cambio de modelo por parte de la Administración regional.

Un cambio de modelo que esta misma administración empezó a reconocer de forma implícita en 2006, pero que en el concurso para 2007 en su ensoberbecimiento no aplicó, si no, que con su “sostenella y no enmendalla” de todo necio, enmascaró su error de reducción de festejos sin cuadrar la ecuación de, con los precios estabilizados, sin embargo gravar con 1.000 millones de pesetas (más otras obligaciones de letra pequeña) el canon de explotación.

Tal así que al socaire, en 2006, de cumplirse un dudoso 75 aniversario sacó un comodín tramposo de la bocamanga: una feria, no obligatoria para el abonado, pero con todo lujo de carteles en grado de tentativa que, de dudosa financiación, ¿a cargo de quien?, tanto entonces como hoy, paliara los resultados, la cuenta de pérdidas, que en ese 2005, por el modelo, y por la mala gestión de un intruso ladrillero afín, protegido y beneficiado por la Comunidad en grado de sumo descaro, arrojó 500 millones. Los datos no han sido nunca rebatidos.
Las bases del concurso para 2007 no variaron y hasta hoy con las prórrogas. El torpe es el único animal que tropieza varias veces en la misma piedra: igual modelo, encantados de haberse conocido y se han ido celebrando de forma torticera el 76, 77, 78 y el presente 79 aniversario. Todo no tendría mayor importancia si no fuera por la debilitación que en carteles ha supuesto para el abonado su clásico San Isidro, obligatorio, en favor del ciclo “apósito”. Tanto que las críticas recibidas en tal sentido en los años anteriores hizo a la actual empresa equilibrar, este año, lo poco que hay en la cima del escalafón dejando ambos seriales muy pobres, casi vacíos de contenido, en cuanto a carteles con aliciente se refiere.

Uno de los grandes errores ha sido vender de forma globalizada la feria más larga e importante del mundo como si todo fuera San Isidro, como hasta hace poco (36 o 37 festejos), pero con la farragosidad e incomodidad inherentes a tal barullo de nomenclaturas y despropósitos conducentes a la sensación de “estafa”.

Ese hastío es, quizá, lo que ha propiciado que estas Ferias de Primavera en Madrid se hayan analizado desde el catastrofismo más sectario y nada riguroso de análisis, por cuanto ha sido de las más brillantes respecto del juego de los toros, en un año muy difícil, y sólo en el debe de su lucimiento está el paso de puntillas del 90 por 100 del escalafón.

¿Y ahora qué?
Pues más de lo mismo. Este gobierno está fuerte políticamente y sin oposición, con lo cual “los toros” no inquietan. Para el próximo año la empresa solicitará la prórroga en tiempo y forma y la Comunidad la concederá puesto que será año electoral. Por estas fechas estaremos cerrando la feria del 80 aniversario. Y suma y sigue.
¿Y cual sería la solución? Me preguntaran ustedes. Complicada.

Hay dos escollos conexos, uno con el otro, que dificultan muy mucho una cirugía, no a corazón abierto, simplemente reparadora y volver a los orígenes de la gestión interesada o un pliego de condiciones más racional que de instrumentos y recursos de viabilidad para la mejora de la oferta teniendo en cuenta no perder nunca las señas de identidad de San Isidro, es decir: su metraje, de un mes y algo, entre 30 0 35 festejos más o menos, con sus fechas libres para oxigenar y prever contratiempos meteorológicos ( como se hacía no ha mucho) y que siga siendo, festejo a festejo, la plaza más barata del mundo (las cuentas salen si la Comunidad obvia su voracidad vampírica respecto de “los toros”). Amén de seguir siendo plaza de temporada, a pesar de los “cuarto de aforo” del resto del calendario que es más de media Maestranza pero que tiene unas características impares de vivero y rescate de toreros posibles; este punto sí es responsabilidad de la gestión, mejorando muy mucho los carteles y dar verdaderas oportunidades a quien se lo merezca por sus posibilidades y no el cajón de sastre de compromisos y otras bastardías.

Es pedir a los hipócritas políticos del PP madrileño un ejercicio de voluntad en favor de La Fiesta y renunciar a parte del botín al que ya se han acostumbrado. Bastaría que ante la competencia desleal, conocida, de los empresarios taurinos el “pliego” saliera con un techo razonable que evitara la subasta desmadrada habitual, tal como ha hecho Valencia.

A lo más que han llegado es al cinismo de proclamar los toros BIC y de momento, tampoco se les espera, no renunciar a sus tramos correspondientes de IVA, ni en el que devenga el canon ni en el reportado por la venta de entradas.

Pero aquí, algo tiene que decir ya los estamentos taurinos. Todos a uno deben clamar y exigir el cambio de modelo y desde la misma perspectiva que Aguirre tocó a rebato por la rebeldía e insumisión fiscal ante algunas medidas del gobierno el sector debe actuar en consecuencia, todos. Puesto que una huelga de empresarios daría paso libre, aun más, a otros intrusos habituales por la notoriedad social de Las Ventas, estos (los empresarios taurinos) deben sentir la solidaridad de toreros y ganaderos boicoteando cualquier tentación empresarial a golpe de talonario de “ladrillo visto” y “gotelé”. El sector no puede permanecer un minuto más mirando para otro lado mientras su referente, San Isidro, se tacha de caótico y lamentable además de por su lectura sesgada por su inviabilidad según el modelo actual por el cual de cada 73 millones (antiguas pesetas) de aforo completo, 30 han de ir a amortizar el depredador canon de la administración Aguirre. Esta situación y estos titulares hacen daño a todo el conjunto de La Fiesta.

Estas hipótesis de trabajo son posibles, pero hartamente, por todo lo expuesto, improbables.

Como que con una racionalización del canon hubiera más recursos para que “las figuras” en ciclo tan largo comparecieran más tardes.
Hay razones que el dinero no lo pueden y constituyen otro de los obstáculos para que esta feria y esta plaza sea el contrafuerte en que se sustente “el toreo”.

La hostilidad y el poco agradecimiento al esfuerzo de muchos toreros y las figuras, habitualmente, este ha sido un año depresivo, de un sector de público hace del coso venteño una olla a presión tan desagradable como entendible de eludir por aquellos que creen haber hecho sus deberes. Y un mayor amplio sector con su pasotismo otorga carta de naturaleza a la crispación infundada abundando la desesperanza.

Se me ocurre una “boutade”, lo reconozco, en la filosofía de “cuanto peor mejor”. Haría falta diseñar una feria, o ferias, malas, muy malas, pero de verdad, para que cinco o seis mil abonados renunciaran a su privilegio. ¡Sin que cunda el pánico! Al día siguiente habrían sido adquiridos, todos (y más) por savia nueva de público que quiere ir a los toros a disfrutar, dentro del rigor que siempre caracterizó a Madrid.

Madrid es posible. A pesar del “7”, el “sol alto” y los “borjamari” de sombra. A pesar del gobierno de la Sra. Aguirre. Además no hay otro, solo que ponerle las pilas, por que a los “tomasines” (de Tomás López, no el de Galapagar) ni están ni se les espera.

FOTOGRAFÍA: Juan Pelegrín

7 de junio de 2010

Feria del Aniversario (Reflexión)

En tan solo cuatro días, y seguidos, han salido al ruedo venteño, al menos 15 toros entre excepcionales y de premio, con nota alta y otros notables, todos de triunfo y media docena de toros posibles para cortarle la oreja o reivindicarse en Madrid.

Incluso con otro ambiente y toreros menos desmotivados la simplona corrida de Valdefresno del lunes hubiera lucido más. Así mismo como dos toros de Vellosino el martes dentro de un encierro con carnes, cuernos y demasiado adulto. 3º y 5º merecieron mejor trato, aunque la afición se lo reconoció con sendas ovaciones.

Fue a partir del miércoles poniendo colofón la tarde de ayer sábado para cerrar con broche de metal, más o menos precioso, lo que algunos predecían hojalata.

Una corrida de El Cortijillo, con tres toros de excelente y alta nota, 4º,2º,5º, y uno más que notable, el 3º. Con 1º, de Lozano Hnos complicado pero encastado y 6º noble pero humillando mucho. En cuanto al toro, la corrida de la feria, posiblemente. Y además excelentemente presentada.

Otra de Victoriano del Río con otros tres ejemplares encastados y con clase, excepcional de clase el 4º, y con más motor 2º y 5º. 3º y 6º nobles, dañado por le picador el tercero y algo descoordinado el 6º pero ambos muy aprovechables. El primero dijo nada, ni de presencia ni de juego, sin embargo dejó estar.

La de Cuvillo se desgastó mucho en el caballo, más por emplearse y quedarse en el peto que por castigo los cuatro primeros. A los dos últimos si se les pegó duro y aunque nobles terminó por faltarles empuje y también una lidia más acorde a sus condiciones, sobre todo el 5º, buen toro.
El 3º es de los de premio, por bravo. Aguantó los cinco quites, quizá el suceso de la feria, y duró más de lo esperado en la muleta. Y el 2º tenía un pitón izquierdo de cortijo.
1º y 4º, nobles pero apagados.

Y no desentonó la corrida remendada de La Palmosilla con dos ejemplares para abrir plaza de Torrealta, con poder, presencia y cuernos. Con movilidad y motor el primero, más templado el segundo.
De los de Palmosilla destacó el noble 5º y
dejandose el 3º. Más complicado el 4º.
Bueno el sobrero 6º de Moisés fraile. Total 4 para 5 toros posibles.

Sangre Núñez, sangre Domecq. Primas hermanas. Como “atanasios, lisardos” de Puerto de San Lorenzo, Dolores Aguirre o Bayones.
Este San Isidro pasado ha sido uno de los menos densos en corridas toristas, ni siquiera la semana llamada como tal que cerraba feria, que al contrario que en otras ocasiones ha sido más que aceptable de juego: Cuadri, Samueles, incluso los Palha, dos de cuatro.
Pero en más de un mes de toros entre Comunidad, isidrada y Aniversario la palma se la han llevado lo que en el argot del aficionado, el que se autotitula como tal, presume de ello u se arroga una sapiencia y entendimiento superior a la media; en su lenguaje un tanto peyorativo denominan como ganaderías comerciales, babosas, para figuras y figuritas, para poder cortar el cupón, picar billete y seguir temporada hasta las sesenta, setenta o más corridas.
Mientras que esta plaza pone la proa a los hierros que están en todas las grandes ferias se flagelan porque no hay más, o no hay, “saltillos”, “albaserrdas”, “santacolomas”, “pabloromeros”, cebadagagos”, “prieto de la cal”, etc. Hacen sus listas negras y blancas y así pasa.
Destacó una pancarta, en el sol alto, durante la lidia de la corrida de El Cortijillo que rezaba “vaya mierda de ganadería”. Perdón por ser fiel a la textualidad.

Los toreros no es que hayan sido especialmente brillantes en esta feria si no su lacra.
Pero miren por donde aquellos aguerridos tan apreciados en Madrid este año han gozado de hierros comerciales, y el resultado es que con ellos han naufragado.
Antes se hablaba de Madrid como la primera afición del mundo y se adornaba el dicho “de Madrid al cielo “…pasando por Las Ventas.
Ahora, desde que esta afición, supuesta, instaló sus caprichos y coacciones el paso por Las ventas es de Madrid al infierno.
El follón y la bronca con consignas premeditadas es como la mentira que tiene las patas muy cortas.
A ver cuando La comunidad tan presta a escucharles y complacerles hace el completo y descubre una cerámica en el 7 y los altos del 6 y el 5 A Pinocho.
Presumen de ser de Madrid, pero tengo dudas que sean del mismo Madrid. Y es que refiriéndose, seguro, a estos “aficionaos” ya lo dijo Cervantes: “Gente de pueblo, gente ignorante”.

FOTOGRAFÍA: Paloma Aguilar

31 de mayo de 2010

San Isidro (REFLEXIÓN)

Ha terminado San Isidro, parece mentira. Todo acaba. La letra grande concluye que la Feria ha sido un fracaso. Tan solo se han cortado cinco orejas de la cuales dos fueron devueltas en las actuaciones posteriores al festejo que se cobraban, casos de Curro Díaz y Perera, que lo había hecho por una emotiva voltereta, y otra la de El Cid, la arrancaba el de Salteras instalado en “números rojos”. La última, conseguida por Robleño, fue meritoria pero después de estar en un tris que se” le fuera” el toro de El Torreón. Así, queda como única muestra de trofeo a ley el conseguido por Rafaelillo.

Se dirá que ha fallado el toro. Pero no es así. A pesar de la sensación de inseguridad sobre si la corrida del día se iba a lidiar completa o no, o incluso sustituida completa como la de Adolfo Martín.
Lo cierto y verdad, en año muy complicado para rematar los toros por la dureza climatológica del invierno pasado que ha imposibilitado el manejo convenientemente pautado para una puesta natural cumpliendo unos plazos lógicos, es que ha habido “despensa” suficiente que no sólo ha garantizado el normal desarrollo de los festejos, si no que, en un primer y somero análisis, sin ser del juego pretendido a priori, con planteamientos de máximos, el elemento toro presenta un nutrido elenco de ejemplares en el que si bien, no destacan muchos o ninguno por su redondez de trapío, hechuras y comportamiento, ni una corrida completa o cuasi, la lista de toros con actitudes para posibilitar triunfos, mayores o menores, es amplia.
La encastada de Dolores Aguirre con dos toros de premio y el reverdecer laureles de Cuadri, son datos positivos a la vista y con la lupa de sus lecturas más profundas. Como la bondadosa de Los Bayones que supone una recuperación, esperemos que no efímera, de un hierro antaño cotizado por las figuras. También el espectáculo, a más, de la mitad de la corrida de Samuel Flores. Un par de toros de Palha lavan el honor de irresponsabilidad del Sr. Folque por querer acaparar Madrid, Sevilla y Bilbao en el lapso de un mes, en corrida remendada con dos toros más que notables de El Torreón, con cabezas y trapíos no aptos para figuras. Dos toros extraordinarios, de Javier Pérez Tabernero en corrida desgraciada.

Toros correspondientes a toreros modestos o casi desconocidos y veteranos de “guerras” con necesidad de mejorar su estatus que no han sabido o podido aprovechar su oportunidad. Destaca negativamente en este grupo, por ser uno de los toreros base de esta feria El Fundi que se da la mano, como veremos más adelante, con las figuras del escalafón, y es que Fundi es una figura, y así ha sido tratado en este San Isidro.

Y si el comienzo de la feria fue frustrante no es menos cierto que en los primeros días se “fueron” algún toro de Salvador Domecq, Bañuelos, Parladé y Alcurrucén., de los que se acordarán Juan Bautista, Uceda, Urdiales, El Cid, etc.

Las figuras gozaron, sobre el papel, de la corrida de El Puerto, que destaca en la feria como triunfadora. Tres toros de Cuvillo, dos o tres de Juan Pedro con un remiendo notable de Gavira, un par de ejemplares de Garcigrande, uno de Ventorrillo, otro de Domingo Hernández, etc. Unos pocos.

Y salvo El Juli, mal con la espada y Morante sin toros, ni El Cid en su conjunto con la oreja del “perdón” como último grato recuerdo, ni, en mayor o menor grado, Castella, Perera, Talavante, Cayetano, Luque o Pinar han estado a la altura.

Además de Rafelillo, mención destacada para los rejoneadores, como casi todos los años y como en casi todas las ferias. Leonardo ha sido el triunfador de la feria, ahora nos ocupamos de ello, y Ventura ha rayado a su altura y compromiso de figura.

Comentadas las orejas al principio de esta reflexión, con tanto toro embistiendo el balance de lo positivo es rácano: con la corrida más sinsorga, Pereda, la garra de Fandiño y Morenito de Aranda, espléndido. Javier Cortés, confirmó que quiere ser torero. La macicez de Sergio Aguilar, la cara oculta de Padilla, que no es del gusto de Madrid, la espada de Eugenio de Mora y las maneras de David Mora que educó, enseñó y descubrió el que luego se proclamaría como toro de la feria, el tercero de Cuadri.

Pero con ser pírrico balance no es el mayor problema diagnosticable.

Este es el problema: las figuras no han dejando eco ni huella, si no todo lo contrario, y son el reclamo de un público cada vez menos buen aficionado y que, en consecuencia, desestima más al toro.
Y es que hay un dato claro a colegir. Repetimos, conclusiones provisionales de domingos anteriores elevadas a definitivas:
Los que cada vez embisten menos son los toreros, y de las figuras alguno, uno o ninguno.

Cosas que lamentar y también cosas y actitudes lamentables, en el ruedo, mencionadas, y fuera de el porque Fiesta y toros es todo, algo más que dos horas y media de espectáculo derechazos y naturales.

Lamentable ha sido el pronunciamiento del jurado de Taurodelta, en principio importante por estar representados los jefes de sección de las principales tribunas, y representantes del asociacionismo y abonados taurinos, autoridad, facultativos etc.
La decisión de gran parte de ellos de dejar desiertos el de triunfador de la feria, la mejor faena y el torero revelación es de una gran irresponsabilidad y de una falta de sensibilidad por las pequeñas cosas, más un indicio que tales personajes también se mueven como malos aficionados por la lectura global de una feria en que fallan las figuras que parece son los únicos que les motivan.
No me gusta que los premios, sobre todos los principales se queden desiertos. Siempre hay cosas, y me parece un desprecio a quienes han destacado por encima de sus posibilidades cuando ha sido una feria de la mayoría por debajo de las suyas y lasque se les han brindado. Razón de más para valorarlo.
Con este panorama las figuras y las promesas pueden seguir tranquilas, nadie les pide responsabilidades y se cortan las alas y las ilusiones de triunfadores a otros toreros que se la han jugado en pos de un reconocimiento

Las corridas de rejones entran en el abono y se pagan al mismo precio que las corridas de a pie.
Leonardo Hernández ha Abierto sus dos tardes la Puerta Grande, la última asumiendo y arriesgando en una sustitución, y ha cortado cinco orejas.

El “reglamento” de tales premios no discrimina a los rejoneadores para optar a triunfador de la feria u otros premios. Leonardo solo obtuve un voto, adivinen de quien fue…servidor.

Sobre la mejor faena no se explicita si ha de ser redonda, por los dos pitones, si hay que pegar un número de derechazos o naturales y algún kikirikí. La mejor es la mejor, la que sobresale. De ahí el dicho: lo mejor es enemigo de lo bueno. Pero el premio reza así, la mejor. Y la mejor, puede ser discutible la ha habido porque se han realizado de los matadores de a pie 108.
La más votada ha sido la de Rafelillo con 8 votos, le faltaron 4 o 5 sensibilidades para que se le hiciera la justicia que no se ha hecho con las sustituciones.

En cuanto al torero revelación, se entiende es destinado a premiar el mejor y mayor esfuerzo de un confirmante, o un debutante en San isidro, o algún torero joven poco placeado en la feria. Apenas hubo votos, si es que hubo más de uno, o sea, servidor, que se inclinó por Javier Cortés.

Dolores Aguirre también se ha quedado sin premio.

Por ello, por que no basta con lamentarse, ya les anuncio que en este primer año de la Divisa, todavía no cumplido, con la extensión de 60 minutos, y sin renunciar a institucionalizarlo, pero este año de forma puntual como rebeldía ante tanta falta de sensatez y delicadeza, La Divisa proclama a sus triunfadores:
Leonardo, Rafaelillo, Javier Cortés, Puerto de San Lorenzo y Dolores Aguirre.
Nos buscaremos la vida para encontrar un patrocinador, y si no la entrega será tan modesta como de admiración sincera a los premiados.

No me hace falta refugiarme en ningún jurado. Asumo, como director de este espacio la responsabilidad de designación de triunfadores.

Ya saben como pienso: los jurados se reúnen con el propósito de fallar, y generalmente fallan. Vamos, más que una escopeta de ferias o una viagra caducada.

FOTOGRAFÍA: Juan Pelegrín

10 de mayo de 2010

Toros. Números cantan

Semana de números. Elocuentes. Los absolutos, facilitados por la Unión de Criadores y los relativos sobre la repercusión en total sobre otros sectores del tejido industrial según el estudio efectuado por la generalitat valenciana.

El sector generó, en 2009, 2.500 millones de euros a pesar del decrecer en un 22 % del número de festejos. Hay más de 1.200 empresas registradas como explotaciones ganaderas de bravo y todo ello supuso 3.7 millones de jornales en el ejercicio. Por su parte un estudio de la Generalitat valenciana avala un movimiento de 184 millones de euros en la Comunidad como consecuencia de las diferentes manifestaciones taurinas.

Sin duda, estos números, como referencia, y si me apuran mucho más escrutados y analizados, han debido de echarlos con anterioridad la asociaciones antitaurinas en especial el conglomerado que auspicia la ILP en Cataluña que lidera un argentino y otros “charnegos y polacos” colonizadores en tierra que dice tener, y chantajea con ella, identidad propia.

Los “okupas” del sentimiento de la ciudadanía catalana a pie de calle ya han botado el primer globo sonda tendente a dar a conocer su generosa flexibilidad para conceder una moratoria de dos años desde la anahelada aprobación de la prohibición hasta su implantación.

Dan por hecho el sí, como avanzadilla de curarse en salud, pero lo que se detecta es temor de Dios y del sentido común que sin duda se impondrá. Es más, esta ONG animalista se constituye en una especie de oficina de colocación y guardián celoso de las arcas públicas cuando argumenta que la bondad de la moratoria estribaría en tener tiempo suficiente para recolocar a los damnificados por la prohibición como buscar los recursos suficientes parra hacer frente a las cuantiosas indemnizaciones.

Otros que tal bailan son la franquicia socialista en Cataluña y la burguesía convergente que, a mayores, tras el conocimientos de los números del toro han tamizado los de los votos posibles en las próximas elecciones de otoño y su relación causa efecto según la dirección que tomaran respecto de apoyar o rechazar la iniciativas prohibicionista. La tibieza habitual de los “señoritos” catalanes no se entendería como una neutralidad si no como una cobardía conducente a un sí tácito a la prohibición. Y ha comenzado la “jindama”. De tal guisa que aún votando en contra de la ILP como se han manifestado los franquiciados del socialismo y dando libertad de voto los ricos y enriquecidos de “Divergencia y Revoltiño” han dado por buena la ocurrencia del argentino Anselmi y su “mariachi”.
No ha hecho falta ir a Bruselas ni actos panfletarios en el Liceo ni proclamas numantinas ni grandes plumas voluntaristas ni poetas y junta letras anónimos en busca del minuto de gloria. Predicadores de lo desconocido aleccionados en cursillos express sobre historia, genealogía, vida y milagros de una plaza en nostálgica añoranza.

Si la imagen cotiza por encima de las mil palabras, los números cantan. Solo faltan conocerlos, y a ser posible con estudios más completos.

Por ello, porque los números cantan, la letra de la temporada taurina en Barcelona tiene equilibrio y compensación pero la música puede ser de desafine

si los números, que cantan, no cuadran.

Si un año más el escalafón, a excepción de José Tomás, no se capaz de meter más de medio aforo, puede ser el inicio del camino hacia el abismo. La culpa no será tan sólo del poco tirón de las sfiguras sino la constatación de no haber un sustrato de público mínimamente suficiente para el mantenimiento de esta industria artística y de espectáculo en Barcelona.

Cuando “canten” estos números, no deseables pero que ahí están, sí llegaran los problemas de subsistencia. Y como el gallo a Pedro, en Barcelona ya ha cantado más de una vez; se ha negado, se ha hecho el “avestruz” y más : dos veces por año, con la llegada de José Tomás, el “pavo real”. La cruda realidad es muy distinta.

No hay mucho tiempo pero ahora se está a tiempo. ¡Los domingos todos a los toros en Barcelona!, sí o sí; por lo civil o lo criminal…. O más pronto, más tarde, sin moratoria, animalistas ni políticos oportunistas y de doble moral, los bous, a la “puñetera rue”.

Al corral sin necesidad de los mansos de Florito, del “gaucho” Anselmi, la Pilar “radiola”,el “cara” Rovira, el “omeya” Montilla o los caballeros del burgués Artur.

Números cantan… para lo uno y lo otro.

3 de mayo de 2010

José Tomás revienta el amarillismo

José Tomás vuelve a dar satisfacciones. Ya está en su casa de Aguascalientes y su recuperación es tan rápida como óptima. José Tomás ha hablado, entre emocionado y por supuesto agradecido. A México y al cuadro médico……..
La semana se ha contando por zancadas respecto de su reestablecimiento cada ciclo de 24 horas.

La recuperación del diestro, que pudo morir en el callejón de la plaza, se debe, además de su fortaleza y preparación, a la inmediatez de la intervención. Pero sobre todo a la ciencia de los doctores, en especial Alfredo Ruiz, que no tuvieron una sola duda en como actuar: tanto en la enfermería de la plaza como en las horas críticas posteriores, sobremanera en las 18 horas siguientes. Pero el factor fundamental, además de Dios, la ciencia y sus intérpretes, han sido las lesiones producidas por la cornada, muy graves pero no irreversibles; salvo el shock hipovolémico, pérdida casi total de sangre, que es lo que en segundos pudo acabar con la vida del torero.
La claridad del primer parte facultativo emitido tras la intervención en el hospital Miguel Hidalgo contrasta con la tremenda confusión que los medios de comunicación han trasladado a la opinión pública, incluso pasadas las primeras horas críticas, propalando mensajes de máximo catastrofismo que llevó a emitir juicios a cirujanos españoles del mayor nivel que afortunadamente no se van a ajustar a la feliz realidad de ver pronto, en un lapso prudente, a José Tomás vestido de luces en el ruedo.

El parte rezaba: “El matador de toros José Tomás presentaba una herida en la cara interior del tercio superior del muslo izquierdo, de unos 20 centímetros de longitud, y varias trayectorias, que interesó piel, tejido celular subcutáneo, masa muscular, seccionando la arteria femoral profunda, lacerando la artería femoral superficial, y asimismo, lacerando la vena femoral”.
Fue el jueves cuando los doctores Ruiz Romero y Ramírez Ruvalcaba, conjuntamente con el médico particular de José Tomás, tuvieron que salir al paso, al cabo de los días, todavía, de dimes y diretes, y emitir el parte médico original de la madrugada del pasado domingo en el que además, a quienes quisieran interesarse por la verdad de los hechos, los doctores atendían con exquisita amabilidad para añadir que: “ la cornada no había dañado otras venas o arterias y que no había sido necesaria la implantación de injertos o efectuar el by-pass” y que las lesiones se repararon por medio de suturas. A pesar de ello algunos medios, incluso en su edición del lunes, titulaban con grandes caracteres las roturas de las venas y arterias ilíaca y safena con sus colatarales quirúrgicos.
Las horas posteriores ya son conocidas: camina con la ayuda de un andador, su estado anímico es excelente, goza de buen humor, pidió ver al “Aleti” y descansa ya en su domicilio de Aguascalientes, previendo viaje a España en los próximos días, cuando no horas.

La preocupación ahora es saber en función de las lesiones cuando podrá reaparecer. Y aunque solo va a depender del torero, ¡faltaría más!, los pronósticos desde la experiencia clínica, y dentro de la reserva lógica, son tan esperanzadores como lúgubres, sostenella y no enmendalla, de aquellos que escriben y hablan desde la distancia, sin acudir a las fuentes, por no interesarles, (que una realidad no te estropee una noticia ni un titular amarillista casi macabro) reservándose, si se produjera la anhelada reaparición dentro de un medio plazo, la invocación al milagro de la Providencia e insuflando un plus de heroicidad al torero. ¡Cómo si a Dios le hiciera falta revalidar sus influencias sobre los humanos o a José Tomás su áura numantina de cada tarde haya que renovarla ahora por un desgraciado e indeseable percance!.

Para quien quiera leerlo: el diestro ha recibido un tratamiento con anticoagulantes en dosis profilácticas preventivas y también antiadhesivos, que al no haber requerido de injertos, bypass ni ningún tipo de necesidad de prótesis no es un tratamiento de por vida, sino que se ha mantenido durante la reparación de los tejidos y en los días posteriores. En ningún caso se alargará durante semanas y por lo tanto no tiene porque afectar a la reaparición del torero. Y que los efectos que puede tener en el organismo del diestro tras la transfusión de emergencia que recibió, 8 litros de sangre, de momento, y no se preven complicaciones vitales, no han producido reacciones agudas ni rechazo ya que la sangre empleada había pasado todas las medidas de seguridad y sanidad correspondientes, “la sangre trasfundida a José Tomás estaba completamente limpia”. Es el dictamen del Dr. Alfredo Ruiz que ha demostrado sobradamente saber lo que dice y sobre todo lo que hace.

El periodista debe ser honesto y transmitir sus sensaciones. Yo les cuento: las entradas de San Isidro, respecto de las actuaciones de José Tomás, están en la caja fuerte. No creo sea tiempo suficiente para reaparecer, si acaso el 12 de junio. Parece pronto, es Madrid y sin la anestesia de algún festejo anterior a guisa de probatura.

Lo que sí confieso es que ya me he apresurado a reservar alojamiento en Barcelona para el 18 de julio. Y no es un brindis al sol, porque ha habido que depositar la correspondiente fianza. ¡Ea!.

26 de abril de 2010

Feria de abril: Juli, Manzanares y poco más

Sevilla se nos ha ido ante la frustración y la impotencia de público y afición. Supongo que de la empresa también. Como la preocupación de otros empresarios ante la pobreza exhibida por el escalafón y los titubeos de muchos ganaderos para asirse a la diplomacia y no decir lo que piensan sobre sus toros lidiados para no molestar a la figura o figurita que al fin y a la postre es quien los demanda y por lo tanto su cliente en una clara perversión de las leyes del mercado de cualquier actividad, y asumir que son “los malos de la película” con tal de seguir vendiendo.

Farolillos deja los dos mismos nombres que la pre feria: Juli y Manzanares.
La semana se salda con las cuatro orejas que sumaron ambos la tarde del martes, y las vueltas al ruedo de El Cid y Rubén Pinar.
Han sido, hasta la miurada de hoy, 36 toros, en esta semana, más sus correspondientes sobreros. Cierto es que no ha habido una corrida, por así decirlo, para destacar como completa pero si los seis de Fuente Ymbro, con sus matices diferenciadores, fueron posibles para cortarles oreja, han salido toros bravos de Torrealta, Puerto de San Lorenzo y al menos el 5º de Fuente Ymbro, cuando no el tercero, también. Y mucho toro medio, entre noble y mansito, dejando estar, manejables.
Promediando al menos dos, mínimo, cada tarde. Quince animales debieron ir al desolladero, por lo menos, con un despojo menos. No es mal porcentaje, pero el toro siempre tendrá la culpa. Para sus criadores también, leotarderos al servicio de los toreros. ¿Volvemos a la época del “ganaderos” por ganadero? Ahora se les llamaría “ganaeuros”. Hablen ¡coño!, hablen.

Discurría la semana sin mayores alicientes que esperar alguna tarde en la Maestranza sevillana en que la feria rompiera (aunque fuera en esa segunda parte de farolillos confeccionado con la calculadora y dicen que el “autor intelectual” fue el Jefe de taquillas) ante la casi nada que supone reducir su balance artístico a 5 orejas de El juli, 3 de Manzanares, 1 de Castella, 1 de Oliva Soto. Estadística estabulada el pasado martes. Inamovible antes de los “miuras”.

Pues lo que “no pue ser no pue ser y además es imposible”.
Tan solo la actuación del joven Rubén Pinar, que precipitado con la espada, cambió la oreja por la vuelta al ruedo.
La que dio El Cid, merced al cariño de Sevilla, que otras tardes le negó, no es que sea una mentira piadosa, es que sigue dejando muchas dudas.

A partir de ahí, ni Ponce mantuvo, como otras veces, el tipo ni la serenidad ante la adversidad, ni Talavante terminó de disparar en una arara y confusa corrida de El Puerto, como Castella el domingo, a pesar de su oreja. Tan solo Morante, con un esfuerzo importante como corresponde a aquellos que se sienten figuras, puede refugiarse en el infortunio de unos lotes, eso sí, matizando a contra estilo. A buen entendedor……Y Cayetano, que, a mi entender, y visto lo visto en la feria, cumplió con dignidad. Posiblemente insuficiente para lo que de el se espera, según lo que él y su entorno aspira.

Aparicio en Aparicio, para lo bueno, y para irse de vacío con dos “jandillas” posibles. Lo mismo que Curro Díaz y Tejela con los de Alcurrucén. Y de los “mediáticos” más de lo mismo, igual que Fandi, con varios ejemplares de Torrestrella asequibles.

Perera y Luque siguen dando bandazos a las puertas de San Isidro. Lo que se anunció como un mano a mano, fue una vez más una corrida de dos toreros, que además llegaban a la baja, incapaces de resolver en las nobles quince o veinte arrancadas de los dos primeros pastueños Fuente Ymbro. Aguantar los problemas de la casta del tercero y la bravura del quinto Perera; otrora adalid de la quietud y el valor escalofriante. Y Luque hundirse en sus dos últimos…….como le ocurriera con la nobleza del Jandilla la tarde en que Juli y Manzanares le dijeron, con los trastos toricidas, eso de: “vísteme despacio que tengo prisa”, o “cuando seas padre comerás huevos”.

Del preámbulo poco más o menos.

Tras la tempestad del “tsunami Juli”, la calma. A los chaparrones casi continuos, piedra incluida, del viernes de preferia, las nubes sujetaron agua en el cielo gris durante la corrida del sábado.
El agua había caído en la dehesa de Gavira sobre la casta y bravura de sus ejemplares mandados a Sevilla.
Altos de agujas, regordíos y desiguales de cabeza resultaron mansos. En diferente grado, intensidad y manejabilidad, por que todos los toros tienen su lidia y los mansos también.
El lote de Morante dio menos opciones por brusco el primero y sin ritmo ni fondo el cuarto. El torero se puso, o hizo, breve y poco más.
Los otros cuatro aquerenciados y huidizos tuvieron distinto trato.
De actitud, recursos y buena mano izquierda de Talavante, que de no pinchar su lote podría haber cortado oreja en cada uno, y el estar por allí ante un desesperante tercero escupiéndose de la muleta todo el rato y un sexto parecido de Luque.
Pero Luque en distancias que no sean cortas o animales que le dejen sus cambios de mano etc. está muy limitado de armas veteranas para sobresalir sobre la mala condición de sus toros y así simplemente empatar…a cero, naturalmente.
Por lo demás semana más mediocre que discreta. De toros, que siempre tienen la culpa y sobre todo de toreros.

Antes, los Victorinos en fase Juan Pedro, de casi todo. Ferrera se tapó con las banderillas. El Cid, no estuvo, hace tiempo que no está, y cada vez se le espera menos, Sevilla incluida. Y Jiménez, simplemente ni se puso.
Los Palha, malos. Y mal presentada la corrida. Serafin Marín por allí anduvó. Iván Fandiño como queriendo, y casi siempre fue verdad, y Arturo Macías, quiso tan de verdad, siempre, que ¡al hule! La verdad no está reñida con los conocimientos. Van dos en dos ferias.
Los del Torreón: Embastecidos. Por ello era corrida telonera y no la quisieron las figuras. Antonio Barrera en dolorosísimas circunstancia, la mala suerte se cebó con él. Hubo dos toros buenos, y dos de lo que se llama “medio toro”.Y dos toreros de cuarto y mitad de ambición. En diferentes grados. Luis Bolívar, se dejó los platos en la mesa. Salvador Cortés, a dieta blanda, se conformó con el postre y el café. El lunes. Urdiales se puso, casi todo el rato, faltó el casi. A Nazaré las dificultades le superaron.
Lidiaron la muy seria y astifina corrida del Conde de la Maza: hubo dos toros posibles. Y posible alguno más.

Cuando esta feria, importante, se cierra con mucha preocupación del momento que atraviesa el escalafón llega la noticia escalofriante de la cogida de José Tomás en Aguascalientes, Mexico. La sangre de los toreros siempre está al quite cuando la Fiesta se tambalea. Un torero, una máxima figura, ofrece, generoso, su vida, para que la Fiesta perviva en su esencia: la suerte o la muerte.

19 de abril de 2010

El Juli y "la camarilla policial"

Toros y política se prestan a intercambiar y compartir sensaciones. Para bien y para mal. Es bueno que “los toros” sean vehículo semántico por la riqueza de su lenguaje para definir castizamente situaciones de la política y circunstancias puntuales de la sociedad. “Los toros” laten permanentemente en el subconsciente del ciudadano. Es nocivo en cuanto que la política es asunto desprestigiado por méritos propios.

En los últimos días hemos padecido dos debates frentistas: las palabras de Álvarez Cascos sobre las camarillas policiales y el affaire Garzón, presunto prevaricador, con sus plataformas de apoyo y la exhumación del franquismo y la conspiración judeo-masónica.

Y en esto, la Feria de Abril, Sevilla, La Maestranza y El Juli que con su rotunda actuación de figurón del toreo ha reventado la feria y dinamitado la polémica, segura, si no hubiera podido abrir la Puerta del Príncipe. En cuanto su segundo toro no hubiera tenido el mínimo fondo, la espada no hubiera ido tan certera, o el no hubiese sacado la raza de los ganadores natos.

Todo porque el presidente del festejo se negó a conceder las dos orejas del primer toro que hubieran posibilitado entreabrir la Puerta del Príncipe sin la agonía y la tensión posterior. Esas dos orejas eran de manual, para todo el mundo, menos par el sr. presidente. La prueba es que tras la bronca, en situaciones similares, siempre hay algún grupito de hooligans que le desagravia con sus palmas (de ahí el palabro “palmeros”). En esta ocasión nadie se hizo presente.

Sí ha habido apoyos a tal actuación y actitud en un grupo (parco en número, pero bullidor en la “nomenclatura”) de resistencia “sevillí”. Cruzada liderada por alguna prensa local y aficionados no menos domésticos.

Todos, juntos y revueltos, son los mismos que no objetaron de la oreja concedida a la esperanza blanca de la sevillanía, Oliva Soto, y hubieran estados complacidos, de matar a su segundo animal, que, como se palpaba en el ambiente, hubiera conseguido la anhelada P.P. Pero flaco favor le han hecho. Tras el contencioso del despojo no concedido a Juli se devalúa no el legitimo triunfo del sevillano pero sí su cuenta de resultados, pues, comparadas, la de Oliva Soto es de “tómbola”. Otro tanto con las cuatro orejas del no menos sevillano Diego Ventura.

Por cierto que el festejo de marras referido (Oliva Soto) fue presidido por el mismo “madero”.

Se da la circunstancia que este hombre ya fue durante un largo período presidente de corridas en Sevilla y fue desterrado a “la nevera” (argot futbolístico con el que se define el castigo a la incompetencia de los árbitros) o inhabilitado como tal apartándole de la carrera “palquista”. Se colige que los internados no reinsertan a los contumaces patológicos y sí crean vicios mayores sobre los cimientos de la revancha y el resentimiento. Rehabilitarlos, sin cumplir condena, es una irresponsabilidad por muchas presiones que se ejerzan.

Desde tiempo inmemorial se lucha por que la corrida de toros no sea dirigida ni interpretada, menos juzgada, por un “madero”. Desde hace menos, los toros están bajo la dictadura de una “camarilla policial” (toda generalización acarrea injusticia) que pretende, además de un protagonismo, hacer de justiciero garzoniano arrogándose la potestad de ser el héroe salvador del prestigio de tal o cual coso. Y se incurre en la prevaricación; más si, como el caso, se es funcionario público.

Todo esto sucede tras otra ¿oreja? concedida a Morante el domingo de Resurrección. Morante pudiera ser el estandarte y bandera de esta pretendida república independiente de la sevillanía taurina y su protección el objetivo de los rectores y sindicatos de lo “sevillí”.

En la vida todo tiene un porqué. Espurio o no. O esto o que detrás están las “viudas” de José Tomás, o los enemigos irreconciliables de la sempiterna empresa (“los Pagés”), cuanto peor mejor, o de todo un poco.

El Juli, puso a cada uno en su sitio. A los presuntos corruptos taurinos, también. Y el martes, más madera. El Juli a revalidar su triunfo y el “poltronero”… ¿qué sabe nadie?

11 de abril de 2010

Las Ventas... BIE (Bien de Interés Económico)

Días pasados en el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid el portavoz González tuvo a bien declarar La Fiesta de los Toros como BIC (bien de interés cultural).

Mejor la hubieran declarado, en Madrid, en Las Ventas, por supuesto, BIE (bien de interés económico) teniendo en cuenta los 1.000 millones de pesetas que supone el canon de explotación. Nunca un verbo estuvo mejor empleado.

Fuera a parte. Dicha declaración conlleva muchas obligaciones además de no succionar abusivamente los recursos de defensa de costos y lucro de cada festejo.
Y no nos olvidemos: de esos lodos estos barros de feria de San Isidro conocida y acartelada; ni más ni menos, igualita, en su bajo perfil, ¡vaya ejemplo!, que el festejo conmemorativo del día de la Comunidad. Apuestas: media plaza, entradas regaladas incluidas.

Inherente a la declaración, que pretende blindar la Fiesta de cualquier aventura plebiscitaria en aras de prohibir “los toros” y demás, está su asunción de hecho cultural, y por lo tanto, y ya estan tardando, los toros en la Comunidad deben depender de la consejería del ramo,cultura, y salir de donde están, la cartera más politizada del ejecutivo regional, su vicepresidencia, de la que depende el Centro de Asuntos Taurinos; además de otras competencias desperdigadas por diferentes consejerías a efectos de permisos y demás burocracia organizativa.

Más importante, o tanto.
Ante la rebelión anunciada por la presidenta por la subida del IVA en julio y la renuncia de la Comunidad a sus ingresos derivados del mismo, sería bueno que siendo, como son, cultura, los toros, blindados como tal por decreto, se renunciara en esta materia al tramo autonómico vigente, desde ya, como ejemplo a seguir por otras comunidades y presionar al Gobierno para su adecuación al tipo de otras manifestaciones culturales.

Las declaraciones, solemnes, deben de ir preñadas de contenido. Si no, se quedará en soflama oportunista. En taurino, “un brindis al sol”.

En Madrid, y tratándose de toros uno más.

5 de abril de 2010

Un gesto o una osadía

Luque en Madrid. 6 toros. Un gesto o una osadía.

Inevitablemente es la reflexión de esta noche.

6 toros en solitario. ¿Gesto? Puede ser. ¿Gesta? Hace falta algo más que pretender tentar la suerte con el objetivo de conseguir más moneda, mayor cotización en las contrataciones, toda vez que Luque tiene una bonita temporada por delante, exigente, pero en extraordinarios carteles compartiendo los mismos con las primeras figuras y disfrutando de su rebufo: ganaderías y fechas.

Cuando se produce esta situación el gesto puede concluir en osadía, y la gesta en una necesidad.

La osadía se emparenta con la ignorancia. Si no sería menosprecio, de todo.

La necesidad crea ansiedad, y si las cosas no van saliendo agonía. Por ejemplo esta tarde venteña, en que al menos cuarto y quinto, dos toros medios, hubieran sido suficientes para salvar los muebles. No ha sido el caso.

De cualquier modo: gesto, gesta, osadía o necesidad, ambición ha de hacerse al cien por cien. Y anunciarse en Madrid, con lo que está cayendo y lo especialita que es La Monumental, anunciarse con Cuvillo (camada muy larga pero que más de la mitad de la mismas, la cabecera la tiene reseñada José Tomás desde hace tiempo) y Juan Pedro no es la mejor declaración de intenciones.

Que Luque es el mejor de su generación es un hecho. Que tiene un brillante palmarés de novillero en la capital y una excelente presentación, el año pasado, en San Isidro es también verdad.

Pero su progresión y su proyección que le ha instalado, por méritos propios, en lugares de privilegio del escalafón, se han basado en la ambición, las ganas de ser y cierto valor natural. Además es torero con gran capacidad.

Pero ni es un espartano, ni un estilista, ni un clásico, ni tocado por los duendes. Excelentes maneras sí y capacidad.

Capotero manifiestamente mejorable. Variedad de suertes con limitaciones. Y además hoy mostró su peor versión con la espada. No eran credenciales para seis toros y en Madrid. Menos, con sus grandes virtudes, driblar a la fortuna con dos hierros cuestionados por lo ya expuesto.
Y por favor no mezclar churras con merinas. Cuvillo es una de las grandes ganaderías de un tiempo a esta parte y al que hay que agradecerle, el público y los toreos muchas cosas.

Para matar 6 toros de una tacada hacen falta más cosas para tener una mínima garantía de éxito. Más si se tienen 20 años y tres temporadas no completas como matador de toros.

Una corrida de seis toros en Sevilla retiró a Joselito, ya cuajado. Víctor Puerto empezó a cavar su fosa, también en La Maestranza. Este tipo de aventuras no lee han salido bien a Morante, varias veces. Lo de Talavante en Madrid le pesó como una loa varios meses. En plaza de menor importancia, Jiménez quiso remontar en Valdemorillo y fue caída libre. Perera culminó de tal guisa el impresionante 2008 y triunfando pero se dejó muchos pelos en la gatera. El Juli, por accidente, pasó lo suyo en Bilbao, el año pasado. La suya, bien montada en Bayona, con tres encastes diferentes fue un éxito. Como la de El Cid en Bilbao con los Victorinos.

Son muchas teclas a tocar.

Quizá lo más positivo para Luque haya sido asimilar una dificultad que desconocía. Una cura de humildad ante un torero con grandes cualidades pero que a veces no delimita la sutil línea que separa la ambición de la soberbia.

Lo de esta tarde tampoco va a suponer un abismo en su prometedora carrera con visos de figura.

Y sí, para ser figura del toreo hay que tener gatos en la barriga. En eso de acuerdo.

La experiencia agria de hoy le puede servir para discernir entre los felinos: el gato y el tigre. No son lo mismo. Se parecen….pero.

FOTOGRAFÍA: Iván de Andrés.

Domingo de Resurrección: 3 acontecimientos 3

Domingo de Resurrección. 3 acontecimientos 3. Por 6 toros 6 en cada coso y alguno más de propina. 1 sobre en Sevilla.

Discreto balance. Destaca Sevilla con las orejas de Morante y Manzanares. Perera en su debut de Resurrección maestrante, sin fortuna. En Málaga dos orejas de Castella, triunfador del domingo –lógico- frente a un José Tomás (ovación y vuelta al ruedo) que, eso sí, llenó la plaza 3 veces. Ayer, en un timo-tostón disfrazado de corrida picassiasna ¡si Don pablo levantara la cabeza! Esta mañana con la ayuda de la collera Hermoso, Ventura –decantada par el sevillano en este primer asalto- y por supuesto esta tarde, en que el papel se agotó dias antes.
Y en Madrid, el reto de Luque resultó ser una osadía.

En los 3 acontecimientos los portales, que son como los teletipos antiguos culpan al toro de tan parcos resultados. Pero ¿Por qué falla el toro, siempre la culpa al toro? En el supuesto que fuera así por el juego pobre dado la pregunta es la del millón: cuando llegan las figuras y más en acontecimientos de postín ¿Quién elige las ganaderías?

Lo dijimos el domingo pasado, la feria de Fallas arrojó grandes corridas de toros Valdefresno, Fuente Ymbro, Alcurrucen y Jandilla, y los toros del día 21 de Victoriano del Río y Garcigrande que eligieron Castella y El Juli. Todo se vio eclipsado por fallar el toro de las figuras. Juan Pedro, Cuvillo y Zalduendo.

9 toros de Cuvillo: 6 en Málaga, 3 en Madrid.
3 de Juan Pedro Domecq. En Madrid.
Y 5 de Daniel Ruiz, en Sevilla. Hierro de camada corta que no suele prodigarse en las ferias de primera. Ver programa de mano, hemeroteca y avance de carteles. Ganadero que debutaba en tal evento y en muchos años no se recuerda una vacada no andaluza para el acontecimiento. Por lo tanto roto el velo ¿a que cuento venía la efemérides? Su aval fue una prsetnación hace años con tan poco éxito que no volvió hasta el año pasado. En esa corrida solo lidió 4 y tan solo 1 fue toro.

La pregunta es ¿además de las cuatro ganaderías que embistieron en Valencia y que en gran parte desperdiciaron toreros d clase media por no quererlos las figuras, dónde estában para estos acontecimientos Victoriano del Río, Ventorrillo, El Pilar o Puerto de San Lorenzo por poner dos ejemplos más?

Cuando llegan estas ocasiones los toreros y sus mentores se refugian unos en otros en lo que llaman “toro de garantías”. ¿Garantía de que, para qué y para quién? Para el espectáculo y para el público, desde luego no.

El Juli mata en Sevilla Ventorrillo, y Torrealta.
Castella: Ventorrillo con Juli y Perera y la de El Pilar.
En Madrid, ambos coinciden con Garcigrande.
Juli mata, además, un toro de la Quinta y otro Victoriano del Río.
Corrida, esta, con la que se anuncia Castella y la tercera es de Puerto de San Lorenzo.
Bien.

Perera, dicho está, en Sevilla Ventorrillo, Fuente Ymbro (3 toros) y Alcurrucen en San Miguel.
En Madrid la de Cuvillo, otro de Cuvillo en la corrida de La Prensa y Jandilla, parece ser.

Por todo El Juli y Castella, mandan en esto.
Y Perera quiere. Se acuerda del 2008 pero hay días en que le asaltan dudas. Pero quiere.

El resto se conforma con acompañar atrincherados en diferentes estatus: la hoja de servicios, el duende, o la elegancia.

Mandar y acompañar.
Generales y tropa distinguida. Jefes y comparsas.
Así está esto. Y llevamos poco más de dos entregas: Valencia y Resurrección.

Un gesto o una osadía.

FOTOGRAFÍA: HUGO CORTÉS

4 de abril de 2010

Wojtyla, Papa y ¡torero!

(In memoriam)

El autor ha querido en ésta publicación, recordar en el quinto aniversario de su muerte al Papa Juan Pablo II fallecido en plena Semana Santa de 2005 con los toreros, profusamente, de penitentes en multitud de procesiones y el respetuoso minuto de silencio como homenaje de admiración y respeto en todos los cosos el Domingo de Resurrección, la fecha por antonomasia taurina, que tornó lujo por luto.

Por tanto nos retrotraemos un lustro atrás. En Sevilla, naturalmente.

La muerte del Papa y la Tauromaquia.

¡Ha muerto el Papa!

Y, el toreo, como toda la humanidad guarda luto riguroso.

La tauromaquia y el catolicismo se han respetado mutuamente. Si bien el juego de la suerte y la muerte se ha sustentado sobre la Fe, indefectiblemente, la universalidad del catolicismo ha estado obligada a dominar todas las suertes amparando al total de su feligresía: taurinos y menos. De ahí la multitud de luces que anexa a ambas y las leves sombras como el intento de abolición por parte de un Papa. Claro que hubo Reyes y gobernantes poderosos que lo intentaron. Todo estéril.

¡Si quieres saber como es una sociedad asómate a sus plazas de toros! Más o menos vino a proclamar Ortega y Gasset.
Está claro que Karol Wojtila no solo le leyó sino que le asimiló, tal que en “La rebelión de las masas”: “Si quiere usted, ver bien una época, mírela de lejos”; y éste Papa tomó nota, como Juncal, desde su niñez.

Karol Wojtila, de novillero sin caballos, se curtió en el “valle del terror” de la invasión de Polonia, que es el Tietar para los que empiezan en el arte de Cúchares.

Vivió, como becerrista en la umbría pensión, la soledad de la orfandad, la ferocidad del nazismo en puntas, y se tuvo que cuajar desde abajo, como obrero, primero en una cantera para evitar la deportación, y luego en una fábrica pulsando a pie de obra las penurias de los oprimidos.

De ahí, con la muleta en la izquierda y muy cruzado, muy de verdad, a Figura Histórica de éste toreo que es la vida cotidiana.

Fe y Tauromaquia. Encuentros y desencuentros. Remedos en el rito y la liturgia….Y Dios, como Presidente en Palco arbitrando los designios que marca la Providencia a la que todos, creyentes y no, al final todos, nos sometemos.

Desde los dominguines (Domingo y Pepe) rojos, como Parada y Gregorio Sánchez; presuntos ácratas como Joselito o ambiguos laicos como Antoñete. Cofrades de Semana Santa, miembros de la Obra, o Fray Mondeño.

Dijo el profesor Tierno que Dios no abandona a un buen marxista.

Todos, en estos momentos, lloramos la muerte de Juan Pablo II.

La Tauromaquia tuvo su Papa, Bienvenida, al que se le inventó el color negro para no incurrir en sacrilegio. Y, a la recíproca, éste Pontífice ha muerto ¡torero!

Es un mestizaje entre la profundidad y la hondura de Ordóñez en la firmeza y convicción de su mensaje, la sabia precocidad de Camino o Juli, el genial magnetismo de iconos como Romero, la espiritualidad desnuda de Paula y la personalidad arrolladora de Manolete.

Y a la muerte con las botas puestas, en la cruz de la vida evangélica, difundiendo el mensaje de Cristo, pese al sufrimiento y el dolor, hasta sus últimos estertores, como el Califa en el ruedo de Linares.

Así, exhibió, profuso, coraje de sangre torera para, habiéndole querido retirar del escalafón numerosas veces, cortar el rabo en su último paseíllo.

Con la difícil facilidad de Ponce es de los Papas que en más plazas -todos los continentes —ha toreado (con éxito), y más actuaciones —viajes apostólicos — suma: 105.

En todas acabó el papel —incluso con más “reventa” que El Cordobés de su época, desbordó todas las previsiones…. Y lo más importante -que le desmarca de cualquier personaje de la Historia- cautivó a la juventud.

Como “El Benítez” puso en dinero a sus correligionarios en los 60; Juan Pablo II ha sido el Papa que a mayor número de beneméritos ha puesto en el santoral.

Aquí en Sevilla, se recuerdan sus visitas del 82 y el 93 en el que confirmó la alternativa en Santidad a Sor Ángela de la Cruz.

Duro, como la roca, sufrió cornadas —en otros irreversibles —. Un “marrajo” del hierro turco de Alí Agca, del que se oculta su reata perversa, se fue directo a la safena, la ilíaca y la femoral. Posteriormente le visitó en “chiqueros penitenciarios” y no mostró rencor. Le perdonó. ¡Que grandeza! ¡Que figurón!

No rehusó los grandes retos, e igual que lidió el nazismo —por bajo, sobre las piernas — provocó el indulto de miles de seres humanos alzando el telón de acero, primero (derribado en el primer puyazo el muro de Berlín) y luego dándole puntillazo al comunismo.
Y se fue a los medios. Y a los dictadores les dio el pase cambiado, sin mas opción que el pañuelo verde para su cambio por la “nobleza y fijeza” de la democracia.

No le hizo falta consultar con la almohada para poner en su sitio a “la patronal del mundo” plasmada en la foto de las Azores y decirles con firmeza que él “no toreaba” la corrida de Irak; ni ninguna otra que supusiera guerra.

A los protestantes y ortodoxos —fundamentalistas— tipo tendido del siete, les sedujo en transmitirle que lo esencial era el camino al Señor: la Fe.

A los antitaurinos de la Fe, musulmanes y judíos, echó un capote para evitar fagocitarse; aliviar tensiones y confiarles en que solo hay un Dios, que es el de todos. Consiguió su respeto y admiración.

Fue el primero en pisar el albero de una Sinagoga, hizo “el paseo” en Jerusalén, y se “anuncio” en la Gran Mezquita de Damasco.

Fiel a la tradición —los cánones — subió al pontificado como Juan Pablo en los carteles siguiendo la guía del Vaticano II, como la tauromaquia de Montes o Paquiro, uniendo en su “nombre de Paz” a sus antecesores Juan y Pablo como seña de perduración.
No fue un mito, pura fantasía; ni un líder — algo coyuntural. Fue, es, un ídolo —un superdotado de carne y hueso —. Generoso: permitiendo a sus críticos filosofar sobre algunos toros que —opinan —se le han ido al corral.
La verdad es que nunca anduvo bien con la espada.

El día de su alternativa en Roma su brindis no da lugar a equívocos: “no tengáis miedo”. Seguro que mientras iba al toro de una sociedad globalizada y materialista para sus entrañas se dijo “dejadme solo”.
Su vergüenza torera le llevó a hacer varias veces el “quite” del perdón por los errores que hubiera podido cometer la Iglesia en su vasta historia (cruzadas, inquisición, incluso rehabilitó a Galileo, etc).

Místico más que misionero; torero hondo, a fuer de artista, sobre el valor. Nunca le vino grande el peso de la púrpura liderando más de un cuarto de siglo el escalafón.
Marco Antonio, versión Shakaespeare, ante la muerte de César es referencia: “nunca tendremos otro como él”.
Como “El Guerra”: después de él “naidee”, y luego “naide”, y luego “naide” y “en dispués”….
Creyentes y no creyentes, estamos ante una gran orfandad que solo palia el bálsamo de la Fe.
¡Ha muerto el Papa! ; ¡viva el Papa!.....pásalo.

Sevilla, madrugada del 3 al 4 de abril de 2005.

28 de marzo de 2010

El Rey, La Fiesta y el mercadillo “todo a cien” de San Isidro

El Rey Juan Carlos, S.M.: “La Fiesta es un mundo artístico y cultural fecundo…”

El Rey, en Sevilla ha sido claro. Le arropaba toda la autoridad política, civil y docente de Andalucía, prácticamente copada por el Partido Socialista. Complicidad con el mensaje del Rey sin fisuras. Faltaba quien siempre se esconde cuando se le busca: Zapatero.

¿Habrá tomado nota el Presiente del Gobierno para pensar que, camuflado de acto Institucional —como rezar con Obama- hubiera sido una buena ocasión para salir del armario de la ambigüedad y el papanatismo? ¿Jugar alguna vez a ganar y no permanentemente a empatar en las ocasiones comprometidas?

El acto de Sevilla, magnifico, de la entrega de premios conjunta a los triunfadores de la Maestranza y los más brillantes alumnos de la docencia y la universidad ha sido un ejemplo de espejo.

Nadie va a pedir que el Rey se prodigue en estos actos, devaluando su única presencia cíclica, ni que acuda a la tertulia del Plus ni los coloquios de después.

Pero de la misma forma que el Rey presidió tal acto ¿dónde estaban las figuras grandiosas y representativas del toreo para homenajear a sus compañeros premiados y formar parte del espectáculo? Hoy por ti, mañana por mí; siempre por La Fiesta. No gracias.

Se homenajea al uso, como en Valencia; cuasi un festival vestido de luces, y eso sí pasando por caja con la mayor voracidad que te deje el empresario.
Son dos hechos, uno expuesto ya en esta tribuna, la presentación de carteles de las grandes ferias y las entregas de premios, serias y rigurosas, de las mismas, despreciados por los que viven, ¡y como! del sector. Dos grandes espectáculos en potencia que podrían proyectar sensación social y mediática. Pero los unos ya han quedado reducidos en muchos casos a comunicarse por SMS, y los otros, en el mejor de los casos, a que acudan tan solo los premiados, cuando no, estos, delegan en el mozo de espadas, en el ayuda de éste, un primo, un cuñado, o algún periodista de cámara u otro leotardero vestido de limpio.

Con menos, nuestro malísimo cine, hace de los Goya y el día de su entrega una fecha rentable y productiva
Sevilla…y Madrid, S.Isidro: la polémica.

Siempre ocurre cuando se conocen de forma oficial los carteles de una larguísima feria de San isidro, o ferias de Madrid, puesto que son tres en una: la telonera, el abono cautivo y la impostora o “alferez de complemento”; luego se nominan oficialmente para el marketing. Más dos espectáculos ajenos ¿dicen?, La Prensa y Beneficencia, otro de PPV de rejones, que cada vez es más de PVC, y un estrambote descolgado al final del serial que curiosamente es uno de los dos soportes de la única salida que tiene el abonado para resarcirse de su esfuerzo, bien disfrutando del espectáculo, bien cediendo o rentabilizando su derecho adquirido hacia terceros, en espera de mejores ocasiones para ejercer de tal, de abonado y aficionado, sin riesgo de perder su acreditación.

¿La feria? Pues cada uno la va a contar, de hecho ya la están contando, según les va.

Los que no la soportan económicamente daremos cien rodeos, según filias y fobias, para al final, declararla “interesante”…¡con dos pelés!

Recuerdo una anécdota del maestro Antonio Ordóñez al preguntar que había ocurrido en tal o cual sitio cuando tal indefinición se puso de moda por el periodismo del momento…..

¿Cómo ha sido la corrida?, preguntó el maestro….

Su interlocutor respondió… ¡interesante!

Ordóñez dijo: lo tengo claro, “ni una vuelta al ruedo”

Si cualquiera se pone en la fila de la renovación de abonos en taquilla y escruta, sin micrófonos, como un abonado más, deducirá lo que para el que paga significa el “interesante” de aquellos que por nuestro oficio u habilidades la vemos de “barbulina”.
También es verdad que en el templo del autoproclamado liberalismo el marxismo aplicado a la tauromaquia, su reparto de los medios de producción, y su coste igualitario para el consumidor es un hecho fehaciente: cuesta igual ver a Picazo, De Justo y Lancho, no sé que día, que a Juli, Castella y Luque el día del patrón.

No es menos cierto que carteles como éste, que tampoco es la cuadratura del círculo, hay no más de seis. Y como aquel más de seis….por tres….dieciocho. La otra docena, de las tres, bien despachadas de espectáculos programados, son esos que ya hemos comentado ¡interesantes!......

Y, algunas cosas…

La presencia de José Tomás va a tapar muchas bocas.

Pero el hecho no es discutible. En una feria de primera faltan las dos primeras figuras del escalafón: Enrique Ponce y Pablo Hermoso de Mendoza. Y también la ganadería más emblemática del último cuarto de siglo: Victorino Martín.
La feria es la que es. Lo mismo que el año pasado, y el anterior, y el otro y el otro.

Es la única feria posible mientras el casero se lleve cerca del cincuenta por ciento de los recursos del inquilino en concepto de alquiler.

El dato, no por repetido, no es baladí. Háganse todas las críticas necesarias a la empresa pero el tumor, maligno, está diagnosticado: es la propiedad y su modelo el virus depredador.

Lo escribo para que si se es honesto, al menos, se repartan responsabilidades en cada cuota parte para que el asociacionismo variopinto que se arroga, sin pudor ni sonrojo, la representatividad de aficionados, abonados, etc. equilibre sus quejas con la mínima honradez. Toda vez que todos están subvencionados por la propiedad para sus saraos y “BBC” (bodas, bautizos y comuniones), incluída la Mesa del Toro. Y que la metástasis que aflora, más con la crisis, solo tiene un remedio: el cambio de modelo y, a lo peor, algún otro cambio más traumático. Que no es, necesariamente, el del empresario de turno.

FOTOGRAFÍA: Korpa