Todo apunta que no será Taurodelta como maliciosamente propalaban los “chinches”. Y sí Simón Casas, por méritos propios, y beneficiado de los errores de Chopera y paranoias de los “serolos” será el próximo empresario de Valencia.
Posiblemente se haya tardado mucho por parte de la Diputación en pronunciarse, para a penas baremar tres pliegos, y esa dilación haya provocado debates estériles que han sido de todo punto desagradables
Pero haciendo, posiblemente, de la necesidad virtud, lo que podría haber sido un escándalo in crescendo para el PP, propiciado deliberadamente desde un ambiente barriobajero como se venía desarrollando en el último mes. se ha tornado en un ridículo rayano en lo patético protagonizado por el tripartito PSOE, Diario Levante, y arrastrando, por la marea, a Serolo en busca de un Gurtel taurino que desde el principio, así nos postulamos en LA DIVISA, no tenía más base que el reparto provinciano del poder taurinín, el de baja política y sobre todo el mediático sometido a una bicefalia virreinal de patología crónica en Valencia, que por suerte para La Fiesta es endógena y no expansiva, ni siquiera a la Comunidad.
Quizá con la tardanza en pronunciarse sobre la primera fase, y casi decisiva, de la baremación, lo que ha hecho la Institución ha sido cebar la ira y el rencor taurino político mediático para que lo que no alcanzaba más que ventoseos de gases putrefactos de estómagos acomplejadamente revueltos haya sido la gran futut de personajes que jugando a la bruja Lola unos, y al Ciudadano Kane otros. Todo animado por un PSPV que no toca bola desde que tenían baby los Lerma y las Alborch, ni con los refuerzos extranjeros de la De La Vega ni la Pajín.
La obsesión con Martínez Uranga y para ello inventarse una conexión “Alaris”, (Madrid, Valencia, Camps, Aguirre, etc ) , y la insidiosa confusión de la parte con el todo en el tema de Canal Plus, llevando a predecir el pucherazo a favor de la oferta del empresario de Las Ventas, intentando crear un estado de opinión en una dirección unívoca cercana al chantaje emocional, ha llevado a los muñidores en su disparate sin límites a desatender su chiringuito y entrar a desahucio en la casa equivocada mientras el verdadero beneficiario de las condiciones del pliego, veía, por primera vez en su vida, el desarrollo de los acontecimientos a distancia y regocijándose. Todo ello, sin ser el agrio y sodomita protagonista; lo habitual.
No sé si la Dipu ha dilatado adrede el proceso o ha sido una necesidad. Si fuere una estrategia lo ha bordado.
Isidro Prieto, el diputado de Asuntos Taurinos de Valencia es un fenómeno. Ya conocíamos del temple de la vicepresidenta y antecesora en el cago Carlota Navarro y de la mano izquierda y la madera de político del presidente Rus.
Enhorabuena señores. Siempre, tal como era el pliego y los licitantes, por pronto que se hubieran manifestado habrían desenmascarado a los farsantes, que no dieron tregua desde el minuto 1.
Los hubieran desenmascarado, siempre. Con la dilación los han dejado en pelota picada.
ANEXO: LAS PERLAS DEL CASO
1. El pliego era el que era. Y leyendo y escuchando cosas me pregunto, ¿hubiera tenido mejor prensa y menor rechazo en algunos ambientes si hubieran podido presentarse los Hnos Lozano?
2. Dice Serolo en la estéril página de publicidad admitida a trámite y publicación por ABC, ente otras cosas: Sería nefasto que llegasen desde Madrid o Francia a Valencia……
¿Y, ustedes con que currículo, un vez arribado a Valencia por arrollar con un millón de euros, y con qué señas de identidad localistas, a falta de internacionalidad, se sienten legitimados para llevar El Puerto, Jaén, ambas a golpe de talonario, Albacete o Palencia sin que los lugareños les digan lo mismo? Ustedes que pintan allí.
3. Y Taurodelta. Cuando uno se presenta a una plaza de primera, gestiona Madrid y Zaragoza y tiene un dilatado currículo y amplia trayectoria no puede dejar el pliego en manos comprobadamente ociosas e inútiles que por todo porte solo exhiben soberbia.
Casas se salía en experiencia. También les ha ganado por un punto en promoción y difusión. Pero Taurodelta, en este capítulo se ha dejado 13 en diferentes apartados. Algunos de esos, posiblemente suficientes, los podría haber conseguido; hablo con conocimiento de causa.
Error de bulto. La Diputación no perseguía con saña la TV, consciente que es ésta la más interesada. La prueba es que todos los licitantes llevaban el mutuo compromiso en su oferta.
La Diputación buscaba, busca, otras cosas; quizá más sutiles y continuas, más lentas pero profundas, que la espectacularidad de unas retransmisiones y la obnubilación por el todo poder mediático que se destila y que a veces ciega a veteranos empresarios confiándose en una sola dirección despreciando otras opciones complementarias, y por ello dejar el timón de un trasatlántico a un grumete de patera.
4. Moraleja. No es la primera vez que Serolo arrolla con armas, cuando menos novedosas, en las habituales guerras de guerrillas y escaramuzas de este mundo farisaico del toro.
Con estas artes, arteras, le jodió la vida a Ignacio Zorita cuando la Diputación de Zaragoza le iba a proclamar empresario de su tierra par continuar con una labor bien encauzada una vez pasó el sarampión de los principiantes de tener que soportar alianzas con “Budas” del empresariado taurino.
La diputación atendió la demanda, inoportuna y tendenciosa, no por menos cierta, de Serolo expulsó a Zorita de la concesión….y nadie del gremio, al que cotiza, la patronal, Anoet ni le defendió ni dejó a la Diputación huérfana de empresario para reconducir, por lo legal, la situación de Zorita.
Por supuesto el único que creía que le iba a ser rentable la maniobra era Serolo. La gran patronal sabía, que marginado el adjudicatario la plaza sería para uno de los suyos. La lucha fratricida entre Choperones y Choperas, cuyas secuelas siguen, se decantó por José Antonio Chopera. Ahora es él, la víctima de sus burdos métodos. De aquel lobo consentido en su asilvestramiento para distraerle la carroña y poderla engullir con mantel, cuchillo y tenedor, a sentir sus fauces depredadoras en el propio cogote. Cría cuervos. Como EE.UU. con Sadam Hussein.
5. En el mismo acto se abrieron los sobres con el resto de oferta y tanto Casas como Taurodelta fueron al máximo en el canon 360.000 euros
Y Serolo el más listo de la clase, 1.000 euros más del tope dando la segunda de las tres notas desafinadas, burdas, discordantes y de estilo feo estéticamente y sucio, éticamente, que ha culminado una semana gloriosa para su reprobación.
La primera de las arrampladas (de ramplar y de ramplón) fue, ese mismo jueves, gastarse la pasta para confundir a la opinión pública con una auto entrevista en el diario ABC de forma tan pardilla que no lleva firmante y se publica bajo el epígrafe inequívoco de “publicidad”.
2. Dice Serolo en la estéril página de publicidad admitida a trámite y publicación por ABC, ente otras cosas: Sería nefasto que llegasen desde Madrid o Francia a Valencia……
¿Y, ustedes con que currículo, un vez arribado a Valencia por arrollar con un millón de euros, y con qué señas de identidad localistas, a falta de internacionalidad, se sienten legitimados para llevar El Puerto, Jaén, ambas a golpe de talonario, Albacete o Palencia sin que los lugareños les digan lo mismo? Ustedes que pintan allí.
3. Y Taurodelta. Cuando uno se presenta a una plaza de primera, gestiona Madrid y Zaragoza y tiene un dilatado currículo y amplia trayectoria no puede dejar el pliego en manos comprobadamente ociosas e inútiles que por todo porte solo exhiben soberbia.
Casas se salía en experiencia. También les ha ganado por un punto en promoción y difusión. Pero Taurodelta, en este capítulo se ha dejado 13 en diferentes apartados. Algunos de esos, posiblemente suficientes, los podría haber conseguido; hablo con conocimiento de causa.
Error de bulto. La Diputación no perseguía con saña la TV, consciente que es ésta la más interesada. La prueba es que todos los licitantes llevaban el mutuo compromiso en su oferta.
La Diputación buscaba, busca, otras cosas; quizá más sutiles y continuas, más lentas pero profundas, que la espectacularidad de unas retransmisiones y la obnubilación por el todo poder mediático que se destila y que a veces ciega a veteranos empresarios confiándose en una sola dirección despreciando otras opciones complementarias, y por ello dejar el timón de un trasatlántico a un grumete de patera.
4. Moraleja. No es la primera vez que Serolo arrolla con armas, cuando menos novedosas, en las habituales guerras de guerrillas y escaramuzas de este mundo farisaico del toro.
Con estas artes, arteras, le jodió la vida a Ignacio Zorita cuando la Diputación de Zaragoza le iba a proclamar empresario de su tierra par continuar con una labor bien encauzada una vez pasó el sarampión de los principiantes de tener que soportar alianzas con “Budas” del empresariado taurino.
La diputación atendió la demanda, inoportuna y tendenciosa, no por menos cierta, de Serolo expulsó a Zorita de la concesión….y nadie del gremio, al que cotiza, la patronal, Anoet ni le defendió ni dejó a la Diputación huérfana de empresario para reconducir, por lo legal, la situación de Zorita.
Por supuesto el único que creía que le iba a ser rentable la maniobra era Serolo. La gran patronal sabía, que marginado el adjudicatario la plaza sería para uno de los suyos. La lucha fratricida entre Choperones y Choperas, cuyas secuelas siguen, se decantó por José Antonio Chopera. Ahora es él, la víctima de sus burdos métodos. De aquel lobo consentido en su asilvestramiento para distraerle la carroña y poderla engullir con mantel, cuchillo y tenedor, a sentir sus fauces depredadoras en el propio cogote. Cría cuervos. Como EE.UU. con Sadam Hussein.
5. En el mismo acto se abrieron los sobres con el resto de oferta y tanto Casas como Taurodelta fueron al máximo en el canon 360.000 euros
Y Serolo el más listo de la clase, 1.000 euros más del tope dando la segunda de las tres notas desafinadas, burdas, discordantes y de estilo feo estéticamente y sucio, éticamente, que ha culminado una semana gloriosa para su reprobación.
La primera de las arrampladas (de ramplar y de ramplón) fue, ese mismo jueves, gastarse la pasta para confundir a la opinión pública con una auto entrevista en el diario ABC de forma tan pardilla que no lleva firmante y se publica bajo el epígrafe inequívoco de “publicidad”.