2 de noviembre de 2009

Los antitaurinos

No tiene por qué ser circunstancia de causa efecto el debate impostor abierto en la sociedad política catalana sobre la posibilidad de prohibir las corridas de toros y los movimientos anti taurinos que en vísperas del comienzo de sus temporadas se han agitado en la América de la tauromaquia, por otra parte habituales y cíclicos por estas fechas. Por cierto, abortados de raíz en Colombia y México por los gobiernos respectivos consecuencia de su contundente respaldo social.

En Francia, recordemos, Sarkozy, les puso la “pulsera” de indeseables demagogos a estos movimientos para detectarles e impedir que sobrepasaran el perímetro sanitario en torno al Elíseo.

En Perú, Lima, la ciudadanía se ha postulado con firmeza y el Gobierno ha tomado nota seria para manifestarse, sin fisuras, en cuanto los “antis” tengan una mayor entidad.

Más va a tener que “lidiar” el pueblo soberano, aunque barruntando final feliz –por ser pueblo y soberano-, para sofocar los reductos intolerantes en Ecuador y, sobre todo, en Venezuela.
De todo lo expuesto colígase que la relación causa efecto sí es consustancial a la calidad democrática de los gobiernos respectivos.

Los toros, las corridas, La Fiesta, está segura y protegida en mayor grado en regímenes de libertad que en fascismos trasnochados de izquierdas y abundante caspa identitaria aborigen; lo que la progresía pusilánime acuñaría, cínica, “racismo positivo”. El ventrílocuo Chávez y su muñeco Correa, si les dejan, están por el holocausto taurino.

En España la de las regiones, las autonomías, las nacionalidades, naciones de los mundos de “yupi” e incluso países megalómanos, la estabilidad de La Fiesta pende, mismamente, de la musculatura democrática de cada Taífa para aplicar a los anti taurinos un condón, como Sarkozy, la píldora del día después, como mexicanos y colombianos, o una ley de plazos con manga ancha como en Cataluña.

En España - madre patria, y madre de la tauromaquia – también pende y depende de la credibilidad y fiabilidad del sector que vive y come de ella. Credibilidad, cuando menos, en cuarentena, y fiabilidad “cero técnico” –empezando por ellos mismos entre sí-.

Menos alimentar la ceremonia de la confusión y reeditar las “dos Españas” con la manipulación y la falacia de signar como próceres de la Fiesta al PP y “bestia negra” a los socialistas.

Ahí están las políticas de testimonio, posicionamiento, promoción con las escuelas y difusión con las televisiones públicas de las administraciones de Andalucía, Castilla la Mancha y Extremadura en contraposición con las de Valencia y Madrid, inermes en tales políticas, cuyo orgullo es ser las plazas más caras de arrendamiento para la explotación por parte del sector. A día de hoy, un millón de euros Valencia (rebajado para el 2010 a 360.000) y seis millones Las Ventas.
Pero siempre, como Bogart en Casablanca, le quedaría París a nuestros taurinos de “piñón fijo” les confiaba el PP en Cataluña.

Y, mira por donde, ha sido el PSC el primero en mover ficha, en tiempo y plazo, sin esperar a la prórroga, para interponer una enmienda a la totalidad que abre el debate garantista al Parlamento autonómico y una puerta a la esperanza, no ya de los taurinos, si no a la tolerancia democrática.

Respeto institucional y promoción, pero al menos libertad en democracia para La Fiesta. Esa es la esperanza, y no otra.

Para leer entre líneas, no confundir matando moscas a cañonazos y hacer más diana y menos ruido.

2 comentarios:

george viii dijo...

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Ricardo Milla dijo...

Estimado Sr. Pedro Javier:

Es una lástima como en Perú se está insistiendo en "eliminar" las Corridas de Toros. Empero, las autoridades, gracias a Dios, aún son fieles a la herencia de nuestros padres y de nuestra tradición, recibida de nuestra Madre Patria.

Quedan tres corridas más en Acho. Todos esperamos plaza llena.

Saludos desde Lima,
Ricardo Milla.

PD: ¿El presidente Chávez es un antitaurino?