No es fácil diseñar la feria de El Pilar por razones de fecha y todo lo que ello conlleva.
Para que la feria de El Pilar tenga un desarrollo normal y apunte a ser un éxito deben ayudar todos.
Y en ésta feria ha estado el acierto del empresario con las sustituciones: M. Sánchez, Talavante, Pinar, José luis Moreno, y la corrida de Bañuelos, que echó un corridón -por serio- y el mejor toro de la feria para reemplazar la rechazada de Alcurrucen.
Los toreros han rayado a un gran nivel de honradez y profesionalidad, teniendo en cuenta que es final de temporda, otra cosa ha sido su acierto artísitico.
Pero la feria se salda rácana en resultados: Ruben Pinar ha sido el único en cortar dos orejas, una cada tarde. La faena de Manzanares pasára a la historia por el robo del palco. Como la extraoridanaria actuación de Talavante castrada por el capricho del presidente.Oreja de peso para Ponce, Ferrera y Rafaelillo.
Fallaron los que tiene la obligación de “desde el equilibrio” gestionar una feria tocada por el calendario: autoridad y facultativos.
Y sin manipularla, procurar que esté entre las mejores del circuito para preservar de verdad, y no solo administrativamente, la categoría de la plaza como de 1º.
Contra la soberbia, humildad. La soberbia es pecado capital que suele ser propia de acomplejados.
Zaragoza es plaza de primera, de por vida. Pero ni es Madrid, ni Sevilla ni Bilbao; ni falta que le hace. No juega Champions.
Tal situación produce en los impostores actores de attrezzo (extras, figuración, se llama en cine) de este espectáculo, presidentes, veterinarios, prensa local, y por lo tanto ocasional, y las fuerzas reaccionarias de los que se creen aficionados, frustraciones individuales que hace de la necesidad virtud constituyendo un colectivo nocivo para el público que pasa por taquilla, para la propiedad Institucional y el empresario arrendador, los profesionales y únicos protagonistas y a esa categoría de la plaza.
Un colectivo de acomplejados, el quiero y no puedo, que se erigen en baluartes de la reivindicación de una supuesta seriedad comparable o superior a Madrid, Sevilla o Bilbao, apoyándose unos con otros, como contrafuertes, en acciones de atropello, hostilidad e insultos al sentido común y a lo más profundo de las esencias que adornan este espectáculo: sensibilidad.
Haciendo de este coso, que curiosamente se llama de La Misericordia, un feudo hostil. Consiguen con su actitud fascista que Zaragoza sea antipática y triste. De la seriedad a la tristeza va un estado de ánimo cuyas antípodas son los principios (del rigor) y los complejos (de la intransigencia caprichosa), respectivamente.
Si los toros tuvieran el sentido competitivo del futbol, a lo peor, por mor de estos individuos su categoría bajaba a segunda.
¿Y que pasa? Baja el paro, no.
Verbigracia: el Real Zaragoza. El de las Copas de feria, el de los títulos de campeón de la Copa del Rey, el de los Canario, Santos, Marcelino,Villa y Lapetra. Al que los acomplejados le exigían ganar la liga y jugar la champions solo por el mero hecho de ser el equipo de “Zaragozá” (acentuada, en mañico). Y se fue a segunda, y ahí está.
Rumiando sus aires de grandeza de otrora.
Los complejos, la soberbia, se han curado con la humildad… o con la destitución de los ejecutores por ser bultos sospechosos al servicio de su propio ego y vanidad que retroalimentan unos con otros.
La terquedad de los presidentes, de plaza, crispando a todos, casi todos los días, es como lo del baturro montado en un burro.
Cuentan que iba el baturro encima de un burro por medio de los raíles del tren. Acercándose la locomotora, el maquinista, para evitar arrollarle, se hartó de tocar la bocina sin que el baturro se saliera de la cuna de la vía. Antes bien, el baturro proclamaba “chufla, chufla, que como te apartes tu”....
Policías robando (entre comillas) orejas al público pagano y a los toreros.
Los pájaros (sin segunda) , tirando a las escopetas.
El baturro montado en un burro, o viceversa. ¿O, un burro montado en la voluntad de muchos baturros?
Pero no son el todo, si no parte del todo y del problema.
Maderos, cura perros, plumillas de ocasión y la guerrilla de a pie en la trinchera de tal o cual tendido. Colectivo variopinto: los “agustinosdearagón” de la tauromaquia en Zaragoza.
Chuflas, todos.
19 de octubre de 2009
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