16 de Octubre de 2009
Zaragoza, 7ª del abono, media entrada. Rechazada la corrida de Alcurrucén, se aprobó una corrida de Bañuelos, cornalona y astifina. Con genio y violencia el primero Moreno justificó su puesto con gran decisión y técnica. Muy por encima. Falló con la espada pero fue reconocido con aplausos. Entablerado resultó el cuarto. Moreno, por dentro, en los terrenos del animal, lo exprimió con valor y torería, con recursos. Estocada. Saludó una fuerte ovación.
Escalofriantes pitones, y anchura de cuernas lució el segundo que además resultó codicioso y agresivo, por demás, en la muleta. Bravo, luego noble. Ferrera expuso en banderillas y no solo no se arrugó ante los pies del animal en la muleta si no que le ganó siempre la acción muleteando con holgura en emocionante faena, tanto como ambiciosa. Lo mató por arriba, y cortó una oreja. Salió el quinto de la misma guisa. Pero pronto se vino algo abajo. No rompió. Ferrera lo entendió perfecto cambiando sus registros según cambiaba el ritmo el animal. Se demoró a espadas.
Otra más del presidente. Salió el tercero, ovacionado por su presencia, perdió las manos y, sin más, lo devolvió. El sobrero, de Palla también devuelto. Y el segundo sobrero (Palla) fue manso de libro. Diego Urdiales le puso voluntad y lo mató. El sexto resultó noble pero reparado de la vista. Lo torero ligado y con temple, para premio, pero lo pinchó.
16 de octubre de 2009
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