15 de abril de 2009

Mano a mano El Cid - Morante (14 de Enero de 2009)


El anticiclón de los días de transición de otoño a invierno ha oreado el singular albero sevillano, y con un haz de sol ha brotado la noticia. El empresario de La Maestranza, Eduardo Canorea, ha dicho, estar dispuesto a que se hable más de la Feria de Sevilla que de la de Madrid; y lo consiguió esta temporada con las suspensiones.
Las lluvias de abril y otoño dejaron a la plaza de toros de La Maestranza sin siete de sus festejos de abono, circunstancia que puso en entredicho el prestigio de dicho coso y sus colaterales. El anticiclón de los días de transición de otoño a invierno ha oreado el singular albero sevillano, y con un haz de sol ha brotado la noticia. El empresario de La Maestranza, Eduardo Canorea, ha dicho, estar dispuesto a que se hable más de la Feria de Sevilla que de la de Madrid; y lo consiguió esta temporada con las suspensiones. Ahora, con este golpe de efecto lo contrarresta; aunque no será suficiente para aquellos que se obcecan en que el toreo pasa única y exclusivamente por José Tomás. Una vez orilllado el amarillo del cartel oficial, solamente resta esperar a tal día de abril, con toda la artillería de plegarias y jaculatorias en posición de alerta, con el máximo de previsiones técnicas, por si acaso -de momento ya se ha jubilado la tablilla por megafonía-, y con un Morante de la Puebla, el más novedoso, singular y sorprendente de los atractivos cuidado entre algodones -más que Leo Messi o Kun Agüero- en los primeros compases de la temporada, por que cualquier contrariedad en ese sentido no será solventada de forma fácil; ni siquiera con Antonio Barrera que, sin duda, entrará en el lote pero en otro negociado. No es verdad que lo opuesto al amor sea el odio si no la indiferencia; y torero y empresa se han echado muchas cuentas buscándose desde siempre; con una daga, con un mamporrerro o un pañuelo blanco de mutua necesidad.

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