2 de abril de 2009

Ser torero y no morir en el intento (05 Agosto 2008)

De Juana ha sido "blanqueado por la justicia y un feble estado de ¿derecho?" soportado por un Gobierno - a fecha de abrir la jaula a la fiera- voluntarista que ni siquiera es perverso por negociador si no peligrosamente tontuno y cateto con su "compro, cambio, vendo" de megáfono y fregoneta. Manzanares, "ensuciado" por la prensa. Un matiz diferencial: de la meliflua y acomplejada sentencia, pero, firme y en todas las instancias afecta al matarife, a un fallo recurrible respecto de la del torero.

De Juana ya está en la calle; hecho verídico, que, de no ser por la tragedia que encierra, permitiría parodiar a Paco Gandía en su genial "pasada a limpio" del tópico, cada vez más desprestigiado como tal: "la realidad, a veces (ahora casi siempre) supera la ficción". De Juana, libre, cierto; y José María Manzanares (hijo), "entre rejas", "preso", o ¡a la cárcel!; según Telecinco: hasta media docena de veces; a toda pantalla con grafismo amplio y polícromo y voz en off solemne. Y a partir de ahí el resto de medios de comunicación -sálvese el que pueda y el último que apague la luz, especializados del sector también- con mayor o menor deontología, más que tino, capan la sustancia de la noticia para hacer oda del amarillismo mercantilista que impera en la actual sociedad de la comunicación, ajustan papel, en un loable esfuerzo de ahorro siguiendo instrucciones del ministro bombilla, sintetizando en un titular más desgraciado o menos afortunado: "que una noticia vulgar no estropee un "gran" titular": ¡Del traje de luces al traje de rayas! (El Mundo) De Juana ha sido "blanqueado por la justicia y un feble estado de ¿derecho?" soportado por un Gobierno - a fecha de abrir la jaula a la fiera- voluntarista que ni siquiera es perverso por negociador si no peligrosamente tontuno y cateto con su "compro, cambio, vendo" de megáfono y fregoneta. Manzanares, "ensuciado" por la prensa. Un matiz diferencial: de la meliflua y acomplejada sentencia, pero, firme y en todas las instancias afecta al matarife, a un fallo recurrible respecto de la del torero.

En su génesis la comunidad docente ubicó las matemáticas como ciencia exacta, real; otras materias se mestizan entre lo interpretativo, lo discutible, lo virtual, la letra de la ley y los fundamentos de derecho que, generalmente, suelen colisionar con el espíritu de su contenido sustentado en origen en un sentido común cada vez más prostituido en aras de algo que ahora llaman "garantismo", ¿para quién? Gran invento fue la regla de tres, aunque los factores absolutos que se manejen no enmascaren la desvergüenza de los relativos, puramente testimoniales, como los teóricos 3.000 años de condena del depredador. A pesar de la jibarización de lo "justiciablemente correcto" -con inquebrantable aliento de lo político- el macabro saldo de la alimaña es de 8 meses y ¿1 día? - arriba o abajo- por cada uno de los 25 asesinatos; premeditados, a sangre fría y con la cobardía que da el anonimato de la distancia que propicia el control remoto de las bombas o el tiro por la espalda en la nuca. Un puñetazo en la ceja, con resultante de lesiones en grado de reposición con un puñado de lañas, en el discurrir acalorado de una absurda discusión con provocaciones mutuas en las que con seguridad la mayor carga de la prueba cae contra el torero, lo que es reprobable y nunca susceptible de disculpa o atenuante, menos de eximente justificativa: 1 año de prisión… menor, que no cumplirá por falta de antecedentes, nunca por redenciones avaladas por tretas y falsedades. A De Juana, matador de humanos indiscriminado, le han salido gratis, además de su condición de terrorista, al menos 24 de las 25 ejecuciones sumarísimas. A José María Manzanares, artista, por matador de toros, en el fragor de un navajeo verbal y arrabalero, con contrincante en iniciales, un puñetazo le ha significado, para la ley, como si de una paliza de Tyson a un indigente se tratara. Bastante más caro que a un tal Melendi, baluarte de la progresía de salón al uso, matador de música, descabellador de partituras, harto de garrafa, grifo y , supuestamente, grifa y derivados, que dejó cerca de trescientos damnificados en un vuelo transoceánico obligado a volver a meta por sus desmanes, borrachera, elucubraciones y chulería. Con ser preocupantes los agravios de la ley, es lo que hay.
Más lamentable ha sido el comportamiento mediático en el que se lleva la palma, una vez más, "la cadena enemiga" y en especial su programa estrella que con medias verdades, las peores de las mentiras, reniega de su título (Está pasando) para dar credibilidad a sus enemigos de Se lo que hicisteis… cuando lo remedian con Podría estar pasando… pero no. Ni "entre rejas", ni "a la cárcel", ni "preso". ¡Ya les gustaría!, aunque sólo fuera por su condición de torero. Y es que conociendo el paño a más de uno o una les traiciona el subconsciente y en su fanatismo antitaurino equipara (se hace a menudo) personas con animales, viendo en los toreros -como poco- torturadores en esencia y algo más en potencia para, a la menor oportunidad, hacer sangre (ellas, ellos, tan pacifistas). Aunque en su intimidad, despojados de etiquetas y demagogia ambos sueñen con el día en que el torero (guapo, rico y sandunguero) se los pase por la faja, e incluso los culmine por arriba (mejor por abajo) hasta donde dice Toledo". Es lo que tiene el fetichismo del traje de luces su asexualidad y su inhibición del decoro la dignidad y la ética; para bien o para mal.

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